5-Jaguares

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Nervioso. Já, yo Noah West nervioso.

¿En qué mundo?

Todos estaban en líneas, mis amigos contra los jaguares.

-Noah no te olvides de respirar porque hay viene un bombón y no se ve feliz.

Las palabras de Brayden me sacaron de mi guerra de miradas con Mike.

Gire mi cabeza para encontrarme con Aimi su hermosa boca se hallaba en línea recta puede que no estuviese furiosa pero se veía que no estaba feliz.

Baje un poco mis lentes y sonreí cuando los latidos de su corazón llegaron a mis oídos.

Bajo la mirada y siguió caminando. Mi pequeña estaba sonrojada.

Mi sonrisa se hizo más ancha cuando su mirada recorrió mi cuerpo y volvió a caer en mis ojos. Me acomode los lentes y termine con la distancia que quedaba entre nosotros.

Rodee su cintura e hice lo único que me pedía a gritos mi cuerpo, cubrí sus labios con los míos.

Me separe de ella satisfecho al darme cuenta que había cerrado los ojos y se hallaba apoyada en mi pecho.

Los lentes comenzaron a estorbarme cuando apoye mi barbilla en su cabeza. Me los quite con una mano aun sin querer soltarla.

-Te ves tan linda cuando te sonrojas- comente solo para que abriera los ojos.

-Esta me la vas a pagar muy caro. - Amenazo.

-¿Y ahora que hice?- Me dieron ganas de sonreír, especialmente cuando abrió los ojos.

-Sabes muy bien que fue lo que hiciste.- dijo.- ¿Por qué trajiste a tu ejército personal aquí, si se puede saber?

-Solo quería venir a buscarte sin tener tantas intervenciones por parte de tus amiguitos.- me deleite con el roce de su cuerpo contra el mío.

-¿Por eso tenías que traer todo tu equipo contigo?- pregunto.

-Solo les quería mostrar que no estoy solo en esto.-Los chicos me apoyaban.-Y que lo que me hicieron no se quedara así.

Deseaba venganza.

-¿No crees que estas yendo muy lejos con todo esto?

-Solo quería demostrar que eres mía y que no estoy solo, yo también tengo amigos que me apoyan como a Jack.- Esto era la guerra.

-Uno, yo no soy tuya. - la apreté más contra mí cuando trato de apartarse.- Dos, no estás solo. Y tres, no te has dado cuenta que cada frase que has dicho empieza siempre por "Solo quería"- imito mi voz de forma bastante grave y varios de mis amigos se rieron a mis espaldas.

-Tú no te has dado cuenta que lo único que haces es preguntar.- contraataque.

-¿Trajiste mi camisa?- cambio de tema.

-Está en mi casa, si la quieres tendrás que ir por ella.-mentí.

-Se supone que me la tenías que entregar, para eso viniste hoy.

-Yo no vine hoy por la camisa, eso me interesa muy poco. Vine hoy por ti, la camisa puede esperar en casa.- La oración hizo que se sonrojara aún más.

Era simplemente hermosa la forma en la que sus ojos brillaban, cuando enterró su rostro en mi cuello la sonrisa no cabía en mi rostro.

-Suéltame- pidió en voz baja cuando trato de apartarse y yo no accedí a apartarme.

Relaje mis brazos y le permití separarse. Solo un poco.

-Está bien- dije de mala gana. A pesar de haberla soltado mantuve un brazo en su espalda mientras sacaba las llaves.

El libro de Noah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora