Cap. 24 Quiénes Se Esconden

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*****Mundo Subterráneo, Reino de la Reina Tejedora*****
*****Ocho días después de la caída de Swordland*****

La guardia real avanzaba entre la multitud quien se reunía para ver el avance del carruaje real y entre gritos y saludos el pueblo de Swordland, festejaban que la reina había llegado a salvo; Benett desde la ventana saludaba a las personas y también miraba asombrado los enormes puentes de telaraña que se sostenían por encima de ellos, incluso debajo de ellos había uno que se sostenía firmemente soportando el peso de la multitud que ahí se reunía -madre el reino subterráneo es más hermoso de lo que me contó Diago- dijo Benett mirando a la reina quien se veía pensativa a pesar de ocultarlo con una sonrisa con la que saludaba a su pueblo -así es mi niño, por el momento este lugar será nuestro nuevo hogar, y yo también me sorprendí la primera vez que llegué aquí, de hecho su reina es mi amiga, es muy amable, espero y la puedas conocer- dijo la reina y los caballos seguían hasta el final del puente donde un guerrero arácnido se atravesó -lamento interrumpir su camino caballeros pero la reina Arac pide una audiencia con su reina lo más pronto posible- dijo el guerrero -gracias por el aviso, pero me gustaría que la reina Rosalba pudiera descansar antes de ir a algún otro lado- dijo Milo pero la ventana de la reina se abrió -Milo llévame con su reina, los demás pueden marcharse a descansar,fue un largo camino y la orden es que descanse- dijo Rosalba bajando del carruaje junto con Benett -Pero mi reina debería descansar, usted está cansada seria mejor...- dijo Milo pero la reina avanzó interrumpiendo sus palabras -ya descanse demasiado, ahora llévame con la reina Arac- dijo la reina mientras subía a Benett al caballo de Milo y luego subía ella -es por aquí reina cazadora- dijo el guerrero, avanzando por delante dejando atrás a los caballeros, a Einar y a Esben.

El soldado arácnido que los había encontrado en el cinturón de montañas llevó a el grupo por el lado contrario de donde se marchó la reina, llevándolos entre las cuevas donde vivían las personas de Swordland, los caballeros que habían sobrevivido se perdieron entre las personas buscando a sus familias dejando solos a los primos vikingos -creí que ya estaban extintos- dijo Esben en voz baja -¿a que te refieres?- pregunto Einar -pues los registros históricos de Andlang hablan sobre como el primer grupo de cazadores eliminaron al reino subterráneo- dijo Esben -el primer grupo no era donde estaba...
-así es,,, donde estaba la reina cazadora, según los registros ella, como líder del escuadrón de cazadores, eliminaron al reino subterráneo salvando al rey Quinto de su reina tejedora y así dando comienzo a los tratados de paz entre ambos pueblos- dijo Esben mirando con atención cada parte del lugar -me estas diciendo que la reina cazadora mintió- dijo Einar -eso parece- respondio Esben -¿pero porque haría tal cosa? si muchas personas murieron durante su tiempo, personas de Andlang- dijo Einar -por el mismo motivo por el que hoy muchas de estas criaturas nos miran, por lo que llevas en la espalda- dijo Esben -¿por la espada?- dijo Einar y el soldado que los dirigía se los quedo mirando -pueden descansar aquí- dijo el soldado sin quitarle la mirada a Einar y se marchó.

Por su parte la reina llegaba a la sala de reuniones del reino subterráneo, en donde ya la esperaba la reina tejedora, una hermosa mujer de cabello negro y largo, piel grisácea, cuatro ojos rojos y de una altura que sobrepasaba los 2 metros, a diferencia de sus súbditos ella era de apariencia más humana sin perder la esencia arácnida de su especie -Rosalba ese es el pequeño Benett- dijo la reina tejedora cuando la reina Rosalba, Benett y Milo entraban en la sala, la reina tejedora se acercó al niño y lo tomó de las mejilla y le dio unos apretones como si estuviera jugando con un par de bombones -que grande y guapo eres Benett- dijo con emoción la reina tejedora -hola Arac como has estado- dijo Rosalba -ya sabes siempre hay problemas- dijo Arac mientras veía a Benett con detenimiento -mamá la reina tejedora es rara- dijo Benett mientras la reina tejedora lo abrazaba y parecía tratarlo como un juguete nuevo -lo siento pequeño Benett, se que ya no te acuerdas de mi, pero cuando eras bebé ya me habías visitado y no querías dejarme- dijo Arac con una sonrisa -no me acuerdo- dijo Benett confundido -así es Benett ya te había traído cuando tenías apenas un año y es cierto no querías que te alejara de los brazos de Arac, te dije que la reina Arac es una amiga- dijo Rosalba quien también sonreía -que lindo niño, bueno Benett es muy bueno volver a verte pequeño príncipe, y ya habrá momento de convivir, porque ahorita voy a hablar con tu mami, si me la presta por un ratito- dijo Arac de manera amigable y eso provocó en Benett una sensación de confianza -está bien reina Arac, iré con Milo afuera- dijo Benett y abrazo a Arac y después a su mamá -hijo ve con Milo, te llevara a descansar, en un momento los alcanzó- dijo Rosalba y Benett le dio un beso en la mejilla a su madre y se fue con Milo quien era acompañado por otro soldado del reino subterráneo, y así el príncipe junto con Milo y el soldado dejaron a las reinas a solas.

Nuevas Leyendas: Los Tres GrandesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora