VII. Malditos estereotipos

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Lee Scott

-Oye, ya cálmate. ¿Por qué estás llorando? No voy a entender nada de lo que pasa si no de quedas quieta y te calmas. -Ahyoung había llegado llorando a mi departamento y no entendía porqué. -Ahyoung... Por favor... Ahyoung, no me gusta verte en ese estado. -De verdad me dolía verla así, sólo frotaba su espalda con ese afecto familiar de primos que siempre surgía en los momentos que más se necesitaban.

-No pasa nada, -dijo entre sollozos -es que... Que soy una niña estúpida, masoquista e inmadura. ¿En qué rayos estaba pensando? ¿Qué si le decía como me hacía sentir, cambiaría? De verdad pensé que sería como el hermano mayor comprensivo.

-Espera, Ahyoung. ¿De quién estás hablando? No me está gustando hacia donde vas. -No quería sacar conclusiones apresuradas, ni adivinar. Había aprendido que con Ahyoung que, si daba un paso en falso empeoraría todo.

-Tranquilo, sólo necesitaba esto para seguir adelante, un cierre, nada más. El nada más era un peso muerto que me estaba hundiendo. -Parecía que se lo decía más a si misma. Como si se estuviera convenciendo...

-OYE, OYE, ¡OYE! Tú no hablas de esa manera. -Podría llegar a ser muy dramática, pero ese no era el caso. Claro que no. -Ya dime de una vez quién te puso así, te juro que le partiré la cara. -Mi determinación era clara, nadie se mete con mi familia y mucho menos con Ahyoung.

-Mucha suerte con eso. -Ella se rió tristemente.

-¿A qué te refieres? ¡Habla! ¿¡Quién fue?! -Las vueltas no le iban a servir, en cuanto me diera un nombre lo desaparecería de este mundo. Eso era seguro.

-Fui a hablar con Ban... -La rendición y decepción en su voz...

-¿Ban? ¿Y qué rayos fue lo que pasó?

-Le dije que ya no iba a aguantar más sus actitudes, maltratos y ese sarcasmo del demonio que tiene, -oh, Ahyoung estaba triste, pero podía notar molestia también -le dije que si no cambiaba, no lo soportaría más.

-¿Y...?

-Dijo que nunca pidió que me quedara a su lado. Dijo: "la puerta está abierta para ti, si quieres irte".

-Ese imbecil. ¿Cómo pudo tratarte de esa forma? Siempre hemos estado ahí para él. Incluso cuando alejó a todos, siempre estuvimos allí.

-Al parecer algunas personas no aprecian la ayuda y apoyo que se les brinda.

-Él es un completo insensible, que nunca que se preocupó por los sentimientos de los demás. Ha olvidado por completo el honor, el respeto y la consideración. Ni siquiera asiste a los conmemorativo-

-¡Ya es suficiente! -Olvidaba que a ella también le afectaba eso un poco.

-Lo siento.

-Scott. Tú y yo sabemos muy bien porque nunca asiste.

-Es que ese tonto no sabe tratar a la persona que más lo quiere en el mundo, y eso me enfada.

-Oye, ya basta. -Ella acarició mi cabeza -Yo ya no lo quiero. Bueno... Al menos no como antes.

-Como usted diga señorita. -Le hice una reverencia.

-Además. No es lo único que ocurrió...

-¿Hay más? Ahora si lo mato.

-Una chica llegó al departamento. -Fue un pequeño susurro pero muy claro.

-¡¿Qué?! ¿Una mujer en su departamento? Llegué a pensar que no sería capaz de eso, pero ya veo que no es tan decente como pensaba.

-Ella pasó a adentro como si nada. ¡Como si fuera su propia casa! Y se detuvo justo frente a mi con una expresión y aura llena de suficiencia, que me hacía hervir la sangre. -Dijo entré dientes. Pero Dios, Ahyoung si que despreciaba a esa mujer. -Esa zorra me dijo cosas hirientes y por eso me fuí. Ban en ningún momento me defendió. Al contrario, me lastimó más.

-El chico malo y su novia la zorra. Que estereotipo más barato.

-¡MALDITOS ESTEREOTIPOS! Todos. Ya no me importa. Ban ha dejado claro que ya no es el mismo con el que crecimos de niños. Es mejor olvidarlo y seguir adelante, algo me dice que es lo que siempre ha querido.

-Oye... ¿Qué crees que diría la abuela si le decimos que Ban esta con una chica a solas en su departamento?

-No lo sé... Pero lo más probable es que lo busqué y comience a golpearlo con su bastón. -Ahyoung río un poco... Y los dos rompimos en carcajadas.

-Sí... Me lo imagino. -dije entre tanta risa -ella es la única persona que lo- Bueno, olvídalo. Pero Ahyoung... ¿Por qué Ban sólo nos dejó de la noche a la mañana? Él era como nuestro hermano mayor, siempre nos cuidaba, nos hacía reír, nos defendía de cualquiera. Era... Como un ejemplo a seguir, y solamente desapareció de nuestras vidas. -me lo pensé... -¿Habremos hecho algo mal? Digo, a los doce años pudimos ser bastante molestos.

-No hicimos nada malo, Scott... Creo que en el fondo de todo, su amor y sonrisas solo disfrazaban lo triste y cansado que estaba en realidad. Cuando tuvimos suficiente edad, simplemente se fue y dejó de fingir. -Ahyoung hablaba y aunque tuviera razon yo no entendía, como después de como la trato Ban ella siguiera siendo esa persona que te entiende, que busca justificar tu manera de ser. -Se dejó llevar por la tristeza, la ira, el rencor, y la amargura. Y esas juntas es el Ban que hemos visto éstos últimos años, supongo que un corazón herido no puede dar de los que no tiene...

Amor...

-¿Cómo vas dar algo que primeramente, tú no estás dispuesto a recibir? El miedo, el ego y el orgullo son grandes barreras que no te dejan avanzar, aun así, no es justificación.

-Rayos, ya parecemos psicólogos. -Ella se ríe un poco y yo también.

-Es cierto.

-Sí. Pero es que nunca pensé que alguna vez llegaras a decir cosas tan profundas. -Eso me hizo reír de nuevo.

-Supongo que no soy el estereotipo del atleta torpe que todos piensan.

-Sí, al parecer hay un cerebro debajo de tanto músculo.

-Bueno, se lo puedes decir a Jimin. A ver qué piensa.

-¡Scott! Vamos, no empieces.

-¿Qué? Sólo decía. -Ella se acercó y me abrazó.

-Te quiero Scott -ella dijo contra mi pecho, yo le acaricié la cabeza.

-Y yo a ti, mi pequeña Ahyoung.
Creo que... Es hora de que vaya a hablar con mi primo favorito. -Y terminé con una sonrisa desabrida en mi rostro.

Pensamientos de un chico despreocupadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora