Capitulo 4: Conociendo al pueblo.

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Un mugido le despertó. La luz del día entraba por las ventanas, iluminando la casa. Henri termino sobresaltado por el sonido. Se acordó de dónde estaba y recordó también la vaca enjaulada dentro de la casa, al igual que lo que había al lado de ella. Una pieza de contenedor de corazón la cual no era capaz de obtener.

El chico frotó sus ojos e intentaba buscar a alguno de esos adultos que había visto antes, término viendo a la chica en lo que parecía ser una cocina.

Empezó a bajar las escaleras con la intención de hablar con la muchacha, cuando un golpe de olor desequilibro sus sentidos, delante de él había una mesa de apenas un par de sillas dónde habían platos con olores increíbles.

- ¿Sabes que hora es?, ¿Cuánto tiempo puedes dormir?-- pregunto la chica.

Henri ignoró su pregunta, como podía ponerle atención cuando no dejaba de ver la comida en la mesa, la chica lo noto y suspiró.

- Vé, toma asiento.

Henri, sin pensarlo dos veces se sentó y empezó a comer, comer como desesperado, habían pasado dos días desde que no comía nada más allá de pocas nueces y la primera comida que tuvo le supo a gloria.

La chica solo empezó a reír, de alguna forma le parecía gracioso que un niño pudiera comer de esa manera, como los trabajadores de la casa de su padre.

Habiendo terminado de comer, la chica empezó a recoger los platos, Henri intento levantar su plato pero no alcanzaba correctamente el cesto.

Henri. - ¿Por qué un cesto?

. - ¿Cómo que por qué? Para lavarlos.

Lo cual le pareció curioso, ya que no había ninguna toma de agua ni tubería aparente, así que por lo que sabía todo el pueblo se abastece del agua siempre emergente del pozo, no importa cuánto intentarán secarle no parecía tener un fin, pero conociendo lo que había en ese pozo decidió dejar de preguntar, si solo conseguían agua de eso pozo... entonces deberían tener un sistema inmunológico increíble.

Henri. - Entiendo... debo decir que la comida estuvo deliciosa, gracias.

. - oh niño, si no lo estuviera no te hubieras atrancado tanto al comer- Exclamó con un tono burló ya que más que una ofensa era un elogio a su cocina.

Henri. - Perdón, es solo que no habia comido tan bien en un tiempo, ¿señorita...?

Anju. - Anju, ¿Joven...?-- pregunto en un tono algo burlón pero manteniendo seriedad.

Henri. - Henri Or....- dijo para después corregirse- es Henri, solo Henri.

Anju. - ¿Y? ¿Cuál es tu historia "Solo Henri"?-

Henri. - ¿Mi historia?--

Anju. - pues bien, veo que llevas ropa verde con tallos de hojas, tienes un olor como de pino y un característico gorro que no es muy común aquí, dime ¿Qué hace un niño deku tan lejos del Bosque? ¿Te equivocaste en un camino y terminaste aquí?-- pregunto viendo a los ojos al niño.

Henri se sorprendió, ¿Cómo es que con solo verle sabía de dónde venía? Tenía que cambiar eso. Después de todo, no volvería al bosque Kokiri hasta dentro de unos años.

Henri. - Yo... no puedo volver a casa, no tengo hogar al cual volver.

Anju abrió los ojos, giro rápidamente dándole la espalda al niño.

Anju.- Lo lamento, no quise molestarte.

Henri. - Está bien. Creo... no podía quedarme ahí y ahora tengo que buscar un lugar donde vivir, puedo trabajar, aunque no creo que encuentre un buen trabajo para mí.

Un Estudiante desesperado en un juego. En Tloz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora