Ratos tormentosos. La eterna molestia de continuar incluso si no es el camino que quieres seguir y encontrar una manera de hacerlo.
Un joven de casi 18 años se encontraba estudiando antes de su examen de admisión a su soñada universidad, sin embargo...
Mist. - ¿Qué tienes en mente?--. Pregunto el hada sobrevolando al niño.
Henri. - Necesito conseguir rupias, estoy intentando pensar en una forma de conseguir rupias rápido.
Mist. - Algún vez has escuchado la palabra ¿trabajo?-. Dijo en un tono burlesco.
Henri. - Mist, tú debes darme las lecciones a mi pero siempre hay una manera de conseguir dinero sin necesidad de partirse la espalda, lo primero será conseguí algún arma, un mejor mapa y otro par de varias cosas.
Henri paso a escribir las canciones que recordaba con la ocarina, tendría varias a la mente como la canción de Epona, Saria, Tormenta, Tiempo, Cuna de Zelda, casi todas las canciones de la ocarina marcando al requiem como incompleta.
Anju. - ¿Es lenguaje Kokiri? ¿Por que mencionas a la princesa? --Pregunto, sorprendiendo al niño.
Henri casi salta de la silla cuando Anju le hablo, lo cual preocupo a la chica.
Anju. - Perdón, no creí que te sorprendiera tanto --. Contesto con pesar.
Henri. - está bien. Es solo que no te escuché llegar, ¿Ya anocheció?
Anju. - no, pero el día terminará rápido, sé que esos cucos no son cosa fácil, voy a ir a cocinar, tú sigue estudiando, te hablo cuando esté lista la comida para que prepares la mesa.-- dijo, empezando a alejarse.
Henri. - ¡Espera! --dijo, tomando la mano de Anji, que soltó inmediatamente. --¿Sabes que dice aquí?- pregunto, mostrando un texto en español, lo cual Anju nego rotundamente.
Sin pensarlo más, empezó a elaborar su plan en su lengua materna, ya no solamente el flujo que debe tomar la historia del juego y los artefactos dentro de el así como los coleccionables, ahora podía con total libertad empezar a trazar un plan. Pero, entre tantos escritos, dibujos y trazos había una palabra que no podría pasar desapercibida. Majora.
Las horas pasaron rápido, no comió nada, se dedicó únicamente a idear una ruta de objetivos antes de que link saliera del bosque o lo más rápido posible.
Siendo las más importantes en conseguir: el fuego de Din, El viento de Farore, y por sobre todo el Amor se Nairu pero para ello necesitaria un arma y la "Nana" de Zelda.
Conociendo sus limitaciones y varias de sus oportunidades decidió que mañana, en un par de horas partiría a Hyrule a intentar conseguir la primera parte de su plan. Tendría que desvelarse, pues debía maximizar sus ganancias por encima de su salud, pero fue descubierto por Anju, quien le obligo a irse a dormir apagando las luces, pensando que así no podría salir sin chocar con algo, después de un tiempo Anju se quedó dormida.
Poco a poco, cuidadosamente salió de la casa siendo iluminado por la luz del Hada.
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