Un Estudiante desesperado en un juego. En Tloz.

Capitulo 7: Viaje.

NOTA DE AUTOR:
Bien, este capítulo será más largo de lo normal, pues explicó todo un día y su viaje. Si les parece mucho díganme para dividirlo en dos partes.
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Hoy sería un día diferente.
Henri no descansaría hasta lograr su meta, su deseo de supervivencia dependía de ello, por lo que aprovechando el tiempo, robo un par de frascos y antes del amanecer se había marchado hacia el río que alimentaba a la Ciudad de Hyrule llevando consigo un saco, destruyó las rocas que se encontraban a su paso, encontrándose a un chico extraño sentado entre una reja y un pedazo blando del suelo.

Chomp Chomp Chomp...
. - Hey, ¿Qué tal unos frijoles mágicos?. No se venden muy bien... ¿Qué tal 10 rupias por pieza?

Henri. - ¿Tan mal va el negocio?

Chomp Chomp Chomp...
. - No suele venir mucha gente.

Henri. - ¿Cuántas tienes?

El pálido chico tomo un saco que traía consigo, lo vacío en sus manos demostrando 10 frijoles mágicos que empezó a contar lentamente.
Parecía tener problemas para llegar una cuenta rápida.

Contó uno por uno, cada uno de los frijoles y tras llegar a 5 Henri se los arrebató, saco una rupia morada y a regañadientes del vendedor se llevó esos 5 frijoles Mágicos.

Mist. - ¡Oye! ¡Eso no se hace! - Regaño mientras Henri se alejaba del vendedor.

Henri. - Tenía que ser así.

Mist. - ¡No! Le quitaste de las manos al menos la mitad de su mercancía. ¡Incluso te los dejo a 10 Rupias, hubiera sido lo mismo, no era necesario que se las quitarás! - exclamó, asegurando la evidente grosería que hizo Henri.

Mist. - ¡Existe el Karma niño! - Grito enojada en la cara de Henri.

Tras evadir la plática y frotarse los ojos por ese movimiento repentino, caminó unos pocos metros, tomo al cuco que estaba ahí y pego carrera para saltar la diferencia de tierras.

Mist seguía molesta con el chico pero le avisaba con cada enemigo que veía, logrando así esquivar los proyectiles de los enemigos. Todavía con el pájaro encima termino elevandóse tras pasar por una serie de circuitos, hasta que tuvo que soltarlo para agarrarse de otra plataforma.

Mist seguía sin entender la forma de actuar del chico, ya llevaba días de conocerle pero siempre hacia algo que no podrían hacer el resto de Kokiri, como ahora, que se encontraba a punto de saltar a una plataforma sin razón alguna.

Henri saltó con tanta fuerza que incluso podría sentir como los dedos de sus pies se tensaban. Lo había,  logrado, una fuerza increíble llenó su ser como si fuera una especie de rompecabezas que poco a poco se completaba aunque esa increíble sensación solo duró un par de segundos, era la primera pieza de corazón que tomaba.

Ahora tenía otro problema, bajar de ahí, no encontró otra forma que saltar al rio, no se hizo daño y tras varios esfuerzos logró por fin salir del agua.

Mist. - ¡Cuidado!

Sin entender el motivo, Henri giró para ver cómo una pata enorme había golpeado donde él estaba.

Quiso vomitar, estaba debajo de una araña saltarina y si por el exterior era horrible por debajo era asqueroso, pudo ver redes de piel, pelo y carne que parecían sobresalir como si se tratasen de venas, un olor como de químicos más parecido al Tinner, tenía pequeños pinchos carnosos que parecían querer tocarle y sobre todo un tipo de cierre de piel blanca que parecía querer abrirse y dejar caer cualquier porquería que tuviera dentro.

La impresión evito que pudiera moverse.

Mist. - ¿Qué haces? ¡Sal de ahí rápido! - Ordenó mientras veía como se habrían las fauces de la araña.