Capítulo 6

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Me trajo a un puesto de comida en la costanera, había poca circulación de gente, algunos pescaban, otros se drogaban y tomaban cerveza, nos paramos frente al carrito y vi todo lo que había, chorizos con pan, el famoso choripan, sandwiches de bondiola completos, con tomate, lechuga, huevo y queso, papas fritas, ensaladas, tostados de jamón y queso, para postre helados en palito o ensalada de frutas, no sabía por donde empezar porque no quería nada de eso.
-Peter soy vegetariana-lo miré de reojo- si como solo va a ser una ensalada..
-No pienso obligarte a nada, pero podemos compartir papas fritas, unos aros de cebolla.. y tomar helado-elevó sus cejas, sabía lo que estaba haciendo, estaba intentando sacarme de mi "estructurada" vida correcta y llena de auto prohibiciones, suspiré molesta.
-Podes pedir un tostado de queso...-insistió- bueno, lo que quieras, pero quiero que solo vivas una experiencia que nunca se te ocurriría vivir
Miré donde estaban escritas todas las opciones y me decidí.
-Una ensalada completa, y que le pongan algo de queso así llena más.. Y vos pedí lo que quieras
Hizo el pedido y para mala gana mía pidió papas fritas para compartir, no recuerdo cuando fue la última vez que comí una, mi mamá todos los domingo preparaba milanesas con papas, de chica era mi plato favorito, eso y de postre el helado, a la hora del té alfajores de maicena.
Observé atentamente lo que iba a comer, no le puse condimento porque no vale la pena sumar calorías al ponerle un poco de aceite, nada de sal, nada de acero, solo limón, porque el limón "quema" las grasas, en fin, comí un poco y a los minutos Peter me ofreció papas, negué con la cabeza.
-Una papa no es la muerte de nadie, una vez no pasa nada, la cosa es grave su vivís comiendo frituras
-Yo...-hice una pausa cuando se me vinieron varios recuerdos de la infancia, cuando fui creciendo y llegué a mis seis años, comía porquería tras porquería, frituras, harinas, cosas dulces, comía todo el tiempo, hasta cuando mis papás se iban a dormir, al día siguiente ellos se enojaban conmigo, porque querían cuidarme, querían que yo estuviese sana, después de atravesar todo eso me propuse cambiar, transformarme en lo que siempre soñé, y sigo igual de enferma que antes.. Mi cabeza no hizo un "click" no hizo un cambio, sigo inconforme y persiguiendo un algo que no sé que es,
-Lali-Peter me trajo a la realidad-¿estas bien?
-Solo.. Estas comidas me traen malos recuerdos, tengo miedo.. Miedo de que si pruebo un poco no pueda parar, soy como una adicta, pero no a las drogas... a comer.. y la ansiedad me vuelve loca, cuando dejo de hacerlo siento abstinencia y me siento mal, vuelvo a recaer y así se me va la vida..
Se me llenaron los ojos de lágrimas y me odie, ¡¿porque estaba desnudando mis peores pesadillas?! No quiero ser vulnerable, no quiero que me vean vulnerable.
Peter estiró su brazo y me tomó de la mano, no quería su compasión, su pena, mi primer impulso fue atacarlo, esa era la manera más fácil para poder volver a mi perfecta rutina de siempre donde nadie puede cambiar mi forma de pensar y actuar, vuelvo a ser la Señorita Correcta que lleva una vida perfecta, una que claramente es una farsa.
-Yo, mejor me voy, es tarde Peter-me puse de pie para escaparme.
-No comiste nada..-me regañó- comé un poco y nos vamos
Lo fulminé con la mirada, me estaba tratando como si fuera mi mamá o mi papá.
Comí un poco y lo miré nuevamente a los ojos.
-¿Nos vamos?-me paré abandonando la silla.
-Volvemos-él me respondió.. ¿Desilusionado?
En el auto nos quedamos en silencio, subimos por el ascensor de la misma manera, al llegar a mi piso bajé de ahí, entré a mi departamento y Peter se coló.
-¡¿Qué queres?!-le hablé mal, ya había perdido la poca paciencia que había estado manteniendo, estos días para mi habían sido una mierda.
-Dejarte en claro que no estas sola Lali Espósito, me preocupa Lali la persona, mi vecina, mi paciente.. Y lo quieras o no voy a hacer todo lo posible para ayudarte en todo... Conmigo no hace falta que seas la estrella de las redes, sé simplemente vos.. Un ser humano que puede relajarse.. Hoy.. Por un momento pensé que podías hacerlo.. Pero te cuesta demasiado..
-Y sentís pena por mi-ataqué, me acerqué para gritarle pero me detuvo, puso su mano sobre mi boca.
-Solo siento la necesidad de hacer algo por otra persona.. ¿Sabes? Conocí a una persona muy parecida a vos en el pasado.. y... Pasaron cosas, no pienso contarte más, no quiero asustarte, solo quiero que no sigas el mismo camino-retiró su mano de mi boca y soltó un suspiro, su nivel de energía bajó abruptamente y lo noté distinto, triste...
-Peter... Nos vemos en otro momento-no supe que decir, él asintió con la cabeza y se fue, me saludó con la mano sin mirarme, se retiró dejándome con curiosidad, ¿qué había pasado en su vida para que quiera ayudarme a mi?
Me preparé para acostarme, me cepille los dientes, me bañé, realicé todas mis rutinas para tener la piel suave como la de un bebé, recién ahí me dormí.

El timbre me despertó, sobresaltada salí de la cama y me puse una mata para cubrir todo mi cuerpo, intenté arreglar mi pelo y caminé hasta la puerta con una máscara facial en la cara, ocultando mi rostro.
-¡Hola!-mi vecina cara de muñeca me sonrió, me saludó con simpatía-¿te desperté?-noté que se quería matar.
-Iba a despertarme tarde o temprano-yo también intenté sonar simpática-¿vas a bañarte?
-Sí... Perdón por estar usando tu baño-se mostró avergonzada.
-Todo bien, no te preocupes, además se supone que el problema de la gotera se soluciona este fin de semana-le sonreí, ella me correspondió a mi sonrisa-¡pasa!
-Gracias-otra vez se mostró vergonzosa.
Aproveché que me quedé sola para retirar la mascara facial y maquillarme, para cambiarme de ropa, yo seguía en lo mismo cuando por atrás mío se apareció Delfina, la vi a través del espejo de mi tocador.
-¿Vas a dejarme verte al natural?-caminó hasta mi y se sentó a mi lado, me hizo una caricia en la mejilla donde me faltaba pasarme la base- sos suave
-Uso muchas cremas, geles de limpieza y todo eso, ¡que envidia que no necesites nada de eso!-la imité- no usas nada, ¿no?
Ella negó con la cabeza.
-Igual.. Cuando era chica tuve acné, es normal, ¡es parte de la adolescencia!-se encogió de hombros- ¡no te mostré antes! ¡Traje medias lunas!
Ella buscó un paquete y lo puso frente a mi.
-¿Entonces te quedas a desayunar?-dudé.
-Si me invitas..-me miró a los ojos y me intimidó, ella se mordió los labios, ¿estaba coqueteando conmigo? ¿Una chica como ella? ¿Le interesaba a una mujer?
-Cla.. Claro-terminé asintiendo- ahora preparo café y busco platos para no esparcir migas por todos lados..
Caminé hasta la cocina y encendí la cafetera, saqué platos del estante y me puse a pensar que excusa poner para no comer facturas, entonces me vino a la cabeza la película de Disney Locas por las compras, la protagonista tiene un problema, todo lo que ve lo compra, y adquiere una deuda millonaria, su sueño es trabajar para una revista de modas, y la dueña de la revista más importante en un momento la visita a la casa de sus papá, la mamá de Becky Bloomwood preparó una torta, y le ofrece a la dueña de la revista y referente de la moda, entonces acepta pero le pide que corte un pedacito bien chiquito, quedando en la nada, solo un poquito, prácticamente una miguita.
-¿Servilletas?-Delfina se apareció, le señalé un cajón, cuando estuvo el café llené dos tazas, di media vuelta para ir al living, pero como estaba metida en mis pensamientos volqué todo, el café terminó en la camisa celeste bebé de mi vecina.
-¡No! ¡Perdón!-quería morirme- ¡ya te presto algo! ¡Acompañame! ¡Pero antes dame tu camisa! Así le pongo un producto para las manchas y va directo al lavaropas
Ella me hizo caso, después de eso entramos a mi habitación, busqué en el armario algo para ofrecerle.
-¿Queres una camisa parecida a la que tenías?-dudé.
Cuando me volteé noté que tenía los pechos descubiertos, otra vez estaba tan metida en mis pensamientos que no noté ese detalle, no tenía sostén.
-Te puedo... Te puedo prestar algo arriba-tragué sintiéndome nerviosa, metí una mano en el armario para buscar algo para que se cubra los pechos, ella soltó una carcajada.
-Hay una tendencia nueva que propone no usar este tipo de cosas-agarró el corpiño entre sus manos y lo dejó sobre la cama- deberías probarlo, ¡te sentís un poco más libre!
Asentí nada segura, solamente para complacerla, le pasé una camisa igual a la que le había manchado porque no me respondió a mi pregunta.
Se la colocó y cuando fue abrochando cada botón me descubrí a mi misma mirándola, ella levantó su mirada y se encontró con mis ojos, los de ella que eran claros brillaron, entonces tomó mi cara entre sus manos y me besó, no me lo vi venir, todo fue avanzando a pasos agigantados, ella recorrió mi espalda por debajo de mi blusa, agitada me separé sin entender nada, ¡¿que carajo?!
No sabía como reaccionar, no sabía si quería seguir indagando en lo que estaba pasando o si quería mantenerme al margen, siempre me doy el mensaje de "¡viva la libertad!" pero soy hipócrita, no me dejo ser libre.
Cuando ella recorrió mi abdomen con una de sus manos eso me "despertó" me separé nerviosa, confundida, asustada, no quería que nadie viera mi cuerpo, menos ahora que mis pechos estaban sanando.
-No te escondas de mi...-Delfina tomó mi cara nuevamente entre sus manos, soltó un suspiro y me abrazó- sos hermosa Lali...
Sus palabras me retumbaron en el interior, ¿estaba engañándome? Tal vez estaba engañándome para acostarse conmigo y después burlarse con sus amigos.
Otra vez me odié, ¿porqué no podía creer en que tal vez sí me lo decía realmente?
Me odié, y así es cada día de mi vida, gasto parte de mi energía odiándome.

Jugando al veo veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora