Capítulo 23

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Terminé atrapada por el cuerpo de mi vecino Juan Pedro, se quedó arriba mío mirándome a los ojos, su mirada me quemaba, pero al mismo tiempo me gustaba, nuestras respiraciones estaban agitadas, dejé un besito sobre sus labios y me sonrió, ¿porqué? ¿Porqué tiene una sonrisa que me hace olvidar hasta de donde estoy?
Me acarició la espalda desnuda y dejó unos besos en mi cuello, solté un jadeo, entregarme por completo era algo nuevo para mi, no dejaba de sorprenderme que con él no tenía porque saltar a la defensiva.
Sacó su cara de su escondite y me miró nuevamente, esta vez estaba pensativo.
-¿Y ahora qué?-me adelanté- mi vida es un caos... Yo tampoco quiero ser un problema para vos, no quiero abusar de tu instinto de querer protegerme siempre, necesito poder equivocarme... Eso sonó feo, pero me refiero a tomar mis propias decisiones y hacerle frente a las consecuencias... Aunque me cueste... Aunque de miedo..
Él estaba prestándome atención.
-Entiendo tu punto... Pero si sentís que necesitas que alguien esté con vos en algún momento estoy-elevó sus cejas, besé su mejilla y me sonrió.

Unos días pasaron desde que los medios no paran de acosarme, inventan cosas nuevas, trato de no darle bola, voy a terapia, trato de hacer lo que me dice la nutricionista, ¿mis amigas? Lo son todo, constantemente me mandan un mensajito o alguna de ellas se pasa a visitarme, a veces salimos a tomar un café a un lugar medio lejos y desconocido para asegurarnos de no estar rodeadas de personas chusmas.
-Así que con Peter todo bien...-Candela esbozó una pequeña sonrisa- por como me hablas de él me atrevo a decir que te gusta mucho... Y nunca te escuché hablar así...
-Es que... No quiero comparar, pero es tan distinto a mi ex... Tan... Son antítesis.. Nunca... Siento que nunca una persona me trató así-tomé aire y solté un suspiro- creo que es un buen hombre
-Lo es... Estuvo pendiente de vos todo este tiempo, ¿no?
-Sí... Y sé que su vida también es algo caótica, tiene un cargo muy importante en la clínica, a veces lo veo frustrado, otras alegre... Se nota que ama lo que hace, me encantaría poder encontrar algo que me apasione..
-Y estás en la búsqueda de eso, a tu manera, pero poco a poco estás volviendo a ser la Lali que jugaba y cantaba sin dejarse atropellar por las críticas malas y la maldad.. Porque a veces las personas pueden ser crueles, pero por suerte existen más personas buenas
Sus palabras me hicieron emocionar, en mi interior estaba ilusionada con poder aprender a disfrutar, a vivir el momento.

Delfina volvió hace unos días, pero no tuvimos la oportunidad de cruzarnos, me invitó a merendar a su departamento y llegué con una bolsa con facturas.
-Hola...-la saludé algo nerviosa- traje algo rico, algo que sabes que no como muy seguido pero.. Hay que disfrutar un poco, ¿no?
Ella elevó sus cejas sorprendida y me abrazó, me dejé abrazar y lo hice más fuertemente.
-Te extrañé Lali, estuve muy preocupada-me hizo señas para que entre, juntas fuimos al living, ahí había una tetera y una caja llena de distintos tés.
-¡Pero acá estoy! ¡Viva!-bromeé y ella me sonrió, nos sentamos y me tomó de la mano.
-Me gusta como estas.. No lo sé, pero te noto distinta... A pesar de todo... Te noto mejor
Ella estaba feliz por mi, lo noté porque la sonrisa no se hizo esperar, me dejó un besito en la mano y también le sonreí.
-Pasaron mierdas, pero al mismo tiempo estoy trabajando mucho en mi misma y...-hice una pausa- gracias por apoyarme desde el primer momento... Las cosas quedaron medio raras desde la última vez que hablamos cara a cara.. Me importas Delfi, me importás mucho, sos un amor conmigo.. Me gustas, no tiene sentido negarlo, pero... Estoy mareada porque estuve viviendo cosas muy intensas... y...-me daba vergüenza admitirle la verdad- sí estuve viendo a otra persona... Y también me gusta... Y también me confunde.. Lo sé, ¡todo esto es un quilombo! Solo no quiero hacerte mal, no lo mereces
-Y gracias por tu sinceridad Lali... Y comprendo todo  lo que te pasa, todo lo que te está pasando... Yo también voy a ser sincera con vos, me gusta la persona que sos, sos hermosa.. Y me gusta recordártelo siempre que puedo, porque quiero que creas lo que sos... Y.. Lo de tu... Tu embarazo-le dio miedo decirlo, porque no sabía si me iba a incomodar hablar del tema, pero apreté suavemente su mano para dejarle en claro que estaba todo bien- me tomó de sorpresa... No esperaba eso... Y enserio me apena mucho que lo hayas perdido... Conozco de pérdidas, pérdidas distintas.. Pero sé que duele... Yo.. Si vos me lo permitís quiero que no me alejes, quiero seguir estando ahí y quiero...-ella fue quién esta vez se puso nerviosa- me gustaría salir con vos... Ser algo... No hace falta que seamos una pareja cerrada, nunca imaginé que en mi vida iba a plantear algo así, pero siento que podemos hacernos bien, que juntas podemos sanar varias cosas... No quiero que te sientas completamente comprometida conmigo, solo quiero ser un poco más que solo tu amiga con derecho a roce
Jamás en mi vida pensé en una pareja abierta, jamás, su planteo me dejó en shock, ¡¿qué?! ¿Algo así podría funcionar?
Se me formó un nudo en el estómago y eso me inquieto, al mismo tiempo intenté mostrarme calma, pero una seguidilla de pensamientos se estaban apoderando de mi cabeza.
-Podes pensarlo La.. No quiero ponerte presión, podes decirme que no, nada va a cambiar, obvio que te quiero
Es mucha información.
Delfina me preparó el té que me gusta y cambió de tema, me mostró fotos que le sacaron desfilando por la pasarela, después me hizo conocer lugares sin estar ahí, las imágenes que había captado en modo turista eran increíbles, me contó acerca de nuevos proyectos, la querían como modelo de una campaña para el exterior.
-¡A las personas buenas y lindas le pasan cosas buenas y lindas!-le sonreí orgullosa de ella.
Delfi me sonrió y me guiñó un ojo de forma juguetona, no coqueta, pero igualmente también lo sentí de esa manera.
Nos quedamos recostadas en su cama escuchando música, ella me pintó las uñas y me puso piedritas de brillos.
-Sos muy buena en esto-la halagué.
-Soy buena en muchas cosas, ¿viste?-me sonrió y corrí el pelo de su frente para mirarla mejor, sus ojos eran soñados, toda ella era soñada.
-Lo sos...-coincidí, dudé, pero... Tal vez estaba bueno probar otras cosas- quiero.. Quiero intentarlo Delfi
Yo misma me sorprendí de mis propias palabras, lo más probable era que si volvía a una relación podría agobiarme, pero ella es una buena persona y no tiene malas intenciones.
-¿Estas segura?-ella también dudó- sabes que tenes confianza conmigo... No hace falta..
La besé impulsivamente y después me aparté con cuidado.
-Sólo no se como va a ser todo eso...
-Vos... Vos y yo solo vamos a tener citas, ¡si lo queres eh! Y podes hacer lo que quieras..Yo tampoco sé bien como funciona esto.. Lo que sí siento es que tenemos que ser sinceras con la otra, si en algún momento tus sentimientos cambian quiero enterarme por vos... Sea que te enamores de mi o otra persona... Y ahí le ponemos fin, si queres estar con una sola persona...
Ella se quedó muda y la abracé aún recostadas en la cama.
-Vamos a ir viendo..
Todo podía resultar bien o ser un caos, que miedo.

No registré cuando fue que me quedé dormida, Delfi no estaba a mi lado, me dejó una nota, se había tenido que ir por algo urgente, me dejó un juego de llaves... Genial, yo tengo la copia del juego de llaves de ella mientras que Peter tiene el mío, para mala fortuna mía cuando salí de la habitación me lo encontré en el área de la cocina amasando pizza, estaba sin remera, ¡que hombre!
-Hola-no se sorprendió al verme- ¿te quedas a cenar? Falta todavía pero..
-No lo sé.. ¿No molesto?-lo miré y él elevó sus cejas, negó con la cabeza.
Me sentí incómoda cuando lo ayudé a poner la mesa.
-¿Viene Delfi?-pregunté por preguntar.
-No.. Creo que no, me dijo que no sabía cuando iba a terminar con lo que tenía-tomó aire y soltó un suspiro- ¿vos como estas?
-Estoy bien...-hice una pausa, no tenía que ser cobarde, tenía que enfrentarlo- estuvimos hablando con ella... Y... Estamos juntas Peter... En una relación abierta, es algo raro lo sé, nunca hice estoy.. Espero no cagarla en el sentido de lastimarla.. Y tampoco quiero lastimarte a vos...-lo miré a los ojos, él no reaccionó, eso me hizo desconfiar.
-Por mi todo bien Lali, sos libre de hacer lo que quieras, sé que estás descubriéndote, si necesitas hacer eso todo bien... Solo quiero advertirte..-me señaló con uno de sus dedos- sean transparentes las unas con las otras, para que no hayan malos entendidos y problemas... Te tengo mucho cariño y todo... Pero no la lastimes
Y me clavó sus ojos de manera amenazadora, ahora no era el Peter que conocía.
No lastimarla... No quiero lastimarla.. Pero.. ¿lo nuestro?
-Sé que seguro estás pensando en nosotros, lo mejor es que no sigamos La... No quiero ser la razón por la cual ella sufra, podes hacer lo que quieras con quién quieras... Pero no cuentes conmigo
Su seriedad me hizo mal, ¿porqué?
Abrió el horno y salió olor a quemado, por suerte la comida no estaba mal de todo, comimos prácticamente en silencio, ayudé lavando y ordenando el resto de la cocina.
-Gracias por la comida-no sabía con que cara mirarlo, iba a besar su mejilla pero mis labios terminaron uniéndose con los míos, no pude evitar rodear su cuello con mis brazos y besarlo más intensamente, me aparté porque estaba mal.
-Me alegra que te haya gustado..
Me abrió la puerta, lo saludé con la mano antes de irme, toqué el botón para llamar al ascensor cuando él tiró de mi brazo haciendo que vuelva a su departamento, me besó con hambre y me apegué a su cuerpo.
-Una última vez... -se lo pedí suplicante- sé que te estoy pidiendo mucho..
Me besó.
-Shhh antes de que me arrepienta-llevó su boca a mi cuello.
Y hicimos todo mal, rompimos una de las reglas de convivencia de su departamento, tuvimos sexo... Y se supone que ni Peter ni Delfi pueden hacer eso donde conviven.
Ya empecé genial mi nueva relación.

Jugando al veo veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora