ଘ(੭*ˊᵕˋ)੭* 𝐈'𝐌 𝐆𝐎𝐎𝐅𝐘 𝐁𝐔𝐓 𝐈𝐒 𝐎𝐊𝐀𝐘... ★彡
nunca le gustó estar cerca a él; era muy
raro, muy torpe. pero, ¡Ni-Ki es bonito!
eso, eso piensa SungHoon.. 𐨍
!!Fanfiction/Complet...
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Buscaba con rudeza su libreta de dibujos, ¿dónde mierda la había puesto?. Tiraba las cosas, su ropa desparramada en el suelo, su cama sin arreglar, Jake estaba desesperado. Totalmente desesperado.
— ¿Podrías parar? Haces demasiado ruido. — se quejó su compañero de piso. Sí, Jake tenía un roomie.
— ¡No está, por una mierda, no está mi libreta!. — lanzó la última libreta que revisó. Desvió la mirada mordiendo sus uñas con ansiedad, su amigo se acercó al verlo en ese estado — Estaban mis dibujos..
— Vamos, Jakey. — palmeó su espalda, lo llevó a la cocina — Puedes dibujar otros.
Jake suspiró agradeciendo por el tazón de ramyeon que le otorgó el mayor, sonrió de forma leve hacia el pelinegro viendo como se iba de nuevo a su pieza a continuar con aquel pesado estudio de su instituto, según él. Mordió su labio inferior con fuerza, debía encontrar ese cuaderno: ahí tenía su (ahora) preciado amuleto de la suerte. Una linda foto de él sonriendo, y Ni-Ki a su costado, su persona favorita según dice.
Pero, no homo bro.. creo.
El mayor regresó lo miró soltando una risita, se acercó a su costado para dejar un beso en su frente agitando sus cabellos, Jake no tardó de quejarse y empujarlo fastidiado aún llenando al pelinegro de grandes carcajadas hacia su persona. Paseó la mirada hacia la sala, soltó un suspiro pesado para acercarse y alzar una libreta de tapa dura negra del tamaño de su mano, era algo pequeña para tener dentro demasiados dibujos y papeles pegados.
— ¿Hoy es tu competencia?. — indagó revisando de tal libreta sin ser observado por el moreno.
— No, es mañana. — soltó un suspiro pesado.
El pelinegro asintió con desdén para acercarse al moreno y lanzarle en el pecho tal dichosa libreta con brusquedad, Jake iba a quejarse de no ser por ver lo que estaba en sus manos. — A la próxima, aprende a buscar mejor. Idiota distraído. — soltó entre risas lo último al verlo asentir efusivo y correr a su habitación.
Realmente, era un lindo no-hermano menor.
(!!)
Estaba caminando con lentitud, se encontraba muy cansado luego de casi haber llorado toda la noche. Sus ojos estaban rojos e hinchados, cualquiera pensaba que se amaneció jugando como lo hacía la mayoría, las ojeras tampoco ayudaban en ocultar todo ese mal rato que pasó por culpa de un absurdo y único pensamiento: ser el segundo. Ser torpe, tonto, para nada inteligente y un chico lleno de sinfín de problemas. Porque así tal cual él se describía.
Su mirada estaba baja, justo en sus zapatos que arrastraba con pereza y cansancio, dio un bostezo llevando una mano a su cara para darse pequeñas palmaditas y despertar al menos. Soltó un grito mientras sentía como su cuerpo caía a las escaleras, fue gracias a un brazo rodearlo por la cintura que logró ser detenido y abstenerse de cualquier feo golpe; eso sí que lo había despertado en su totalidad.
