O12!

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La recepción estaba casi a oscuras, la tenue luz del sol apagándose

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La recepción estaba casi a oscuras, la tenue luz del sol apagándose. Ni-Ki se despidió sonriendo con cansancio para alejarse del local y dirigirse a su casa, su madre ya estaba en casa, apenas salió de clases recibió una llamada y más feliz no pudo estar por estar cerca de esta. Sin ella sentía de su hogar un sitio ajeno.

Sus pasos eran lentos, no tenía prisa en querer llegar rápido a su casa, según le dijo la mayor, debía llegar después de las seis de la tarde (6pm); escuchó de SuNoo en una conversación que había hecho más amigos, según creía esta, debía divertirse con ellos. Negó sonriendo ante tal pensamiento, todos estaban demasiado ocupados como para perder tiempo con alguien como él, y no juzgaba por ello.

Ingresó a una tienda de conveniencia, al menos quería llevarle un pequeño dulce a su madre fingiendo haber olvidado que tenia aquel escondido en su bolsillo. Fue directo a donde los dulces y cogió una paleta de cereza para dirigirse a pagar, de paso, también llevó un pequeño chocolate, eso era para él.

— Esto, por favor.. — murmuró mostrando los productos.

Recibió una amable sonrisa por parte de la cajera, se distrajo observando a su alrededor para fruncir el ceño hacia la entrada: vió a un chico alto con mascarilla blanca y una gorra negra puesta en su cabeza, se podía notar que en una de sus mejillas yacía un rasguño leve. Se estaba despidiendo de, por suposición, el local donde trabajaba. Por un pequeño lapso de tiempo rozó miradas con tal pelinegro, sentía haberlo visto en otro lado.

— Joven, tenga. ¡Muchas gracias por venir aquí!.

Fue el sonido de la campanita que lo hizo reaccionar al igual que el agradecimiento de la cajera, asintió aún aturdido por lo que ocurrió para seguir camino directo a casa. Seguro fue todo a causa de falta de dormir.

Soltó un pequeño grito al chocar con alguien, mostró una mueca de dolor al sentir caer de culo al suelo. Escuchó risas por parte de quien había chocado para estirar su mano en este, Ni-Ki alzó la mirada para encontrarse con el castaño sonriente.

— Ni-Ki, eres muy torpe. Mi torpe. — lo jaló de la mano para acercarlo a su cuerpo y comenzar, este mismo, a sacudir las prendas ensuciadas del menor.

— Perdón. — mordió su labio inferior desviando la mirada.

SungHoon negó quedando frente a frente con el pálido, miró a los costados para acercarse y dejar un casto beso en sus labios y nariz, Ni-Ki no pudo aguantar y su rostro se tornó de un color rojizo.

— ¡Oppa!. — se escuchó.

El menor se alejó rápidamente acomodando su cabello torpemente, sus mejillas aún rosadas. YuNa se acercó jalando del brazo de la hermana del castaño quien, estaba comenzando a maldecir por su infortunada existencia.

— Qué imbécil, ¡me dejaste con esa cosa!. — susurró en molestia hacia el castaño quien rodó los ojos.

— Esa "cosa" tiene nombre, es YuNa. — señaló de igual forma. La pelinegra estaba aferrada a su brazo disfrutando del tacto que el castaño maldecía tener con ella.

꒰ ser torpe es lindo..   丼   enha.  𐠓  sungki ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora