꒰ ser torpe es lindo.. 丼 enha. 𐠓 sungki ꒱

OO6!

Nuevamente sin qué hacer. Si su madre estuviera junto a él al menos podría ayudarla en dicha carga de tareas del hogar, paso su vida criando sola a un hijo sin ayuda de nadie, la vida la premió con un hijo cariñoso y solidario. En estos momentos estaba sentado en una esquina comiendo un pedazo de galleta observando a tres chicos de casi dieciocho (18) años en total concentración a pintar un cuadro, se sentía excluido por ello.

Miró hacia el rubio quien había dejado caer su teléfono al suelo, lo vió soltar un suspiro frustrado a punto de maldecir a los cuatro vientos de no ser por el sonido de la puerta abrirse. JungWon ingresó con una leve sonrisa saludando a todos de por medio, giró los ojos al ver a Jay sacarle la lengua como niño pequeño. Lindo, murmuró Ni-Ki riendo leve.

El ondulado aclaró su garganta ignorando las muecas del rubio. — De acuerdo. Me manda el profesor, al ser de último año y delegado de clubes, me pide que reúna a los lideres de cada uno para organizar lo del festival de verano. — maldijo en voz baja — El viejo ese me deja todo su trabajo...

— ¿Eso significa que debe ir JayJay, cierto?. — alzó la mano pidiendo palabra para mirara en forma de burla al rubio, le divertía molestar al americano aún sabiendo el grande rechazo mutuo que se tenían.

— ¡Que dejes de llamarme así, mierda!. — le lanzó un pincel al moreno que supo esquivar riendo por ello — Puto-..— Tú eres ¡epaaaa! — señaló el moreno en risas.

Comenzaron a hacer un alboroto seguidos del ondulado que gritaba pidiendo que guardar silencio en un tono enojado. SungHoon se mantuvo neutro en todo momento, su mirada fija en el lienzo a terminar; Ni-Ki se dedicaba a observarlo para desviar la mirada con sus mejillas rojas al chocar con la del castaño. Sentía como su corazón latía con fuerza al verlo.

Se quedaron callados el ver entrar una figura femenina al salón, mantenía una sonrisa avergonzada al darse cuenta de la presencia del castaño; SungHoon mostró una grata sonrisa hacia su persona, y Ni-Ki se sintió miserable al notarlo.

— Buenos días. — soltó recibiendo una mirada neutra por el rubio y ondulado haciendo de nada su presencia, Jake asintió con la cabeza confundido, ¿quién era ella? — Supongo que JungWonie oppa ya les dijo acerca de la reunión.

— Sí, y no me llames así. — habló tajante con un rostro serio JungWon.

El silencio volvió a tornarse incómodo, nadie quería dar alguna palabra y empeorar las cosas. El pálido se levantó llamando la atención de todos, hizo una leve reverencia junto con una sonrisa casi notoria pidiendo disculpas por retirarse; lo que menos quería era ver al castaño mandar sonrisas coquetas a la pelinegra como si nada hubiera pasado.

Detuvo su paso en medio del pasillo a tan solo unos pasos cerca a su clase de química, ¿siquiera en algún momento ocurrió algo? SungHoon no era un príncipe azul, y Ni-Ki tampoco era una princesa en peligro. Se cacheteó internamente por ser tan iluso por algo tan simple e insignificante para alguien como el castaño: siempre lo trató mal, lo humilló e ignoró, ¿por qué razón aún sentía sus piernas temblar y corazón agitar por su presencia?. No tenía, no debía.