Lee Minho, un chico de 21 años, se pasa las noches en fiestas y el día en la cama, hasta el día en que su padre, el Doctor Bang, cansado de su vagancia, decide darle la tarea de cuidar de uno de sus jóvenes pacientes: Han Jisung, un chico de 19 años...
Y ahí estaba Minho subiendo 4 pisos con el menor en su espalda. Lo bajo enfrente a una puerta verde y mientras el menor sacaba sus llaves Minho recuperaba el aire, Jisung tenía razón, estaba muy fuera de forma.
- Ya llegamos - se anunció Jisung.
- Hola hijo - los recibió un Felix muy alegre - Tú debes ser Minho, el doctor me habló de ti. Yo soy Felix, el padre de Jisung.
- Un gusto.
- Papá ¿Minho puede quedarse a comer?
- No has preguntado si quiere.
- Me encantaría, pero tengo unos asuntos pendientes.
- Entiendo. Entonces ¿Nos veremos mañana?
- Claro ¿A las 2pm está bien?
- ¿Tan tarde?
- ¿Tarde? ¿A qué hora te levantas?
- A las 7.
- A las 7 - pensó unos segundos - ¿te parece a las 12? - el menor hizo una mueca de disgusto - ¿11:30? - si expresión no cambió - bien ¿11? - Jisung asintió y sonrió haciendo resaltar sus abultados cachetes lo cual Minho encontró adorable - Bien, te veré mañana entonces.
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Minho, para variar, estaba ligando con una chica preciosa; pelo negro, flequillo, grandes ojos, alta, extranjera. Minho no se quedaba atrás; era alto, guapo, ojos grandes, cuerpo ligeramente marcado, gran bailarin y con el apoyo del buen manejo de las palabras ya se encontraba manejando en dirección a su casa acompañado de la pelinegra.
Minho despertó gracias al ruido de unos tacones chocando en el suelo. Este se enderezó a ver a la pelinegra que se encontraba maquillándose enfrente del enorme espejo que decoraba la pared del dueño del cuarto.
- Buenos dias Minho.
- Buenos días.
- Me acabo de encontrar a tu padre abajo, es muy amable.
- ¿Si? - no podía importarle menos - ¿Desayunamos?
- No, tengo que llegar al trabajo, además ya tomé un poco de café con tu padre.
- ¿Enserio? ¿Qué hora es?
- No sé, cómo las 11:40 ¿Porqué?
- ¡¿11:40?! Mierda voy tarde - dijo mientras se paraba recogiendo su ropa en el camino hacia el baño.
Cuando acabó de vestirse, besó a la pelinegra prometiendo que se verían de nuevo (cosa que no iba a pasar) y salió disparado de la enorme casa.
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- No puede hacer ejercicio, tener emociones que puedan acelerar le mucho el ritmo cardíaco, cualquier aparato electrónico; celular, tablet, computadora, televisión, lo que sea lo puede usar solo 2 horas, máximo. No puede comer azúcar ni comida chatarra, por la diabetes.
- Sí señor.
- Oh, y el tanque de oxígeno, no te apartes del tanque nunca, tienes que llevarlo contigo siempre, incluso en el baño, muy importante que no te apartes de él, ni de Jisung, no lo dejes solo por favor.
- Entiendo ¿Algo más?
- Es todo, diviértanse.
Así Minho salió acompañado de Jisung pensando en que harían ya que tenía prohibido hacer básicamente cualquier cosa.
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