Pànguān

Capítulo 61: entrando en la jaula

Arco cinco : Tumba de la gente común

Los ojos de Xia Qiao se pusieron en blanco cuando inmediatamente se desplomó contra el marco de la puerta y comenzó a deslizarse por ella.

Eso fue exactamente lo que vio Wen Shi al mirar detrás de sí mismo. Lao Mao, el instigador de todo, cerró la puerta de entrada para Xia Qiao antes de que se hiciera a un lado con su barriga redonda y la cabeza recatadamente baja. Mirando de cerca las baldosas del suelo, fingió estar ajeno al mundo.

Después de un tiempo, probablemente notó que Xia Qiao realmente iba a perecer en el lugar y agregó: ―Los nombres de los muertos no eran los únicos nombres en la tumba―.

Xia Qiao procesó eso por un tiempo y finalmente revivió. Se arrastró usando el marco de la puerta como apoyo antes de agarrar a Lao Mao y negarse a soltarlo.

―Ya estaba un poco asustado cuando la vi sonreír―, susurró Xia Qiao a Lao Mao, temblando.

Lao Mao pensó un poco. Luego, echó hacia atrás las comisuras de su boca y le sonrió a Xia Qiao, preguntando en voz baja: ―¿Te sientes asustado cuando me ves sonreír?―

...

Xia Qiao casi muere de nuevo.

Wen Shi se quedó en silencio por un momento antes de girar la cabeza hacia Xie Wen y decir en voz baja: ―Tú...―

Originalmente quería decir: ― Seguro que criaste un buen pájaro ―, pero justo cuando las palabras estaban a punto de salir de su boca, se dio cuenta de las implicaciones de tal declaración y se detuvo abruptamente. No solo eso, Wen Shi fue quien realmente crió a ese ―buen pájaro― y también le enseñó cómo rebelarse; no era similar a su verdadero maestro en absoluto.

Después de echar un vistazo a Lu Wenjuan frente a ellos, Xie Wen bajó la mirada para mirar a Wen Shi. Mientras caminaba junto a él, preguntó: ―¿Qué hay de mí?―

―No hables junto a mi oído―. Wen Shi se masajeó el lóbulo de la oreja y siguió a Lu Wenjuan a la habitación de la derecha.

Tal vez lo había amasado con demasiada fuerza. Iluminado por la luz blanca de la habitación, el área debajo del borde del lóbulo de su oreja estaba enrojecida con un tenue rojo, creando un marcado contraste con su expresión fría.

―Oh cierto, no he preguntado todavía. Tú...― Lu Wenjuan de repente se dio la vuelta, aparentemente a punto de preguntar algo. Pero antes de que pudiera hacerlo, la distrajo la mancha roja que florecía junto a la oreja de Wen Shi. Señaló el área de manera extremadamente directa y dijo: ―¿Por qué está rojo allí?―

Wen Shi: ―...―

¿Cómo eres tan hábil con las palabras?

En su visión periférica, vio que Xie Wen también miraba y su mirada se detuvo por un segundo debajo de la oreja de Wen Shi.