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118. Verhovensky XXVIII

Xiao Haiyang dio un respingo. "¿Qué dijiste?" 

Fei Du lo detuvo. "¿Escuchaste? ¿De quién escuchaste? No recuerdo que hayamos hecho pública la identidad del asesino". 

"Fue… En la oficina de seguridad pública, había una señora que me preguntó si mientras estábamos afuera había visto a un hombre de unos cuarenta años. Ella dijo que se veía muy extraño, con una barbilla muy larga, como si hubiera sido acolchada, con los ojos algo torcidos, de aspecto muy feroz". 

Esa había sido una investigación de rutina. Para determinar si los niños que habían huido habían visto a Lu Guosheng, les describieron sus rasgos faciales sin decirles quién era; si les había parecido familiar, les habían dado una fotografía y un boceto. 

Evidentemente, esta joven tenía sus propias conjeturas. 

"No salí del hotel cuando estábamos afuera, y no vi a esa persona". Wang Xiao dudó un poco. Pero… no estoy segura". 

"No hay problema". Fei Du suavizó su voz. "Adelante, cuéntanos. Incluso si hay un malentendido, no es grave". 

"Tenemos todos los domingos libres y podemos irnos a casa. Mis padres no descansan los fines de semana y tienen miedo de hacerme perder el tiempo, así que no me dejan volver a casa. Ese día, los otros estudiantes se habían ido a casa o habían salido juntos a divertirse. Estaba estudiando sola en el salón de clases. Fui al baño a mitad de camino, y cuando estaba a punto de irme, escuché que algunas personas entraban. Eran Liang Youjing y esas otras chicas".  Wang Xiao hizo una pausa. "Yo… yo tenía miedo de que hubiera problemas si me las encontraba, así que me escondí en el cubículo hasta que se fueron".

“Pensaron que no había nadie allí y hablaron un poco. Escuché a Liang Youjing decir: '¿Qué hace ese amigo de Wei Wenchuan? Él es tan raro. Vino y se sentó durante cinco minutos y ni siquiera bebió agua. Ni siquiera se quitaba los guantes'”. 

Los párpados de Xiao Haiyang temblaron: no beber en una ocasión pública y no quitarse los guantes probablemente significaba que estaba preocupado por dejar huellas dactilares y ADN. 

Wang Xiao continuó: “Otra chica dijo: 'No creo que pueda ser alguien importante. Se ve feroz y tiene los ojos saltones. Da bastante miedo'”. 

Fei Du preguntó gravemente: "¿Recuerdas cuándo sucedió esto?" 

"Sí. Fue a principios de noviembre", dijo Wang Xiao. "Habría sido el primer fin de semana de noviembre. Era el cumpleaños de Wei Wenchuan e invitó a algunas personas. Todas las personas con las que sale fueron". 

"¿Feng Bin también estaba allí?" Dijo Fei Du. 

"Estaba. Solían estar en muy buenos términos". 

Lu Guosheng, que había desaparecido hace quince años, había aparecido en una fiesta de cumpleaños de la escuela secundaria; no importa cómo lo pensaras, sonaba inconcebible. En el caso 327, los otros dos sospechosos habían estado involucrados por el dinero; solo Lu Guosheng había estado allí por el placer de matar y jugar con los cuerpos. Un psicópata absoluto como ese no le habría dado una segunda mirada a Wei Wenchuan, incluso si hubiera sido su propio hijo. 

Wang Xiao dijo que había estado usando guantes y que no bebió nada, entonces, ¿para qué había estado allí? ¡Sonaba como si hubiera ido a reconocer un objetivo de asesinato!

El misterioso individuo 'pregúntale a Shatov' ya había estado en contacto con Feng Bin en ese momento, y el atrevido muchacho había comenzado a planear una rebelión y revelación sensacional, sin saber que ya estaba siendo observado.