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134. Edmond Dantès V

Fei Du le devolvió la llamada. La tímida voz de la niña llegó del teléfono: "Hola…"

"Soy yo". Fei Du se sentó junto a la ventana. "¿Has decidido hablar conmigo?" 

Wang Xiao dudó durante bastante tiempo, luego, con cierta dificultad, dijo en voz baja: "Lo que sucedió en la escuela, yo... tengo evidencia". 

Fei Du se apoyó contra el alféizar de la ventana con la calefacción de la oficina presionando contra su espalda. No habló para preguntar cuál era la evidencia. No emitió ningún sonido, incluso manteniendo la respiración muy baja, esperando en silencio a que la chica lo dijera ella misma. 

Como un tubo de pasta de dientes seco, Wang Xiao tuvo que apretar todo su cuerpo entre láminas de metal, usar toda su fuerza para forzar algunas palabras. "Es... ropa. Algo de ropa…de entonces. no la lavé…"

Fei Du suspiró en silencio. "¿Dónde estás? Enviaré a alguien a recogerte". 

Wang Xiao respondió con una voz como la de un mosquito. "Estoy esperando en casa". 

"Wang Xiao", dijo Fei Du con calidez pero con firmeza antes de colgar el teléfono, "¿puedes decirme por qué de repente tomaste esta decisión?" 

Wang Xiao se quedó en silencio por un momento. "Me iré al extranjero". 

Tuerto sabía desde el día en que lo trajeron que ya no tenía escapatoria. Incluso si mantenía la boca cerrada, los crímenes que había cometido antes eran suficientes para obtener una sentencia indefinida en el mejor de los casos, y no había límite para lo peor. 

Así que fue bastante cooperativo. No había necesidad de desperdiciar palabras para que hablara con Luo Wenzhou. 

"No quería matar a Lu Guosheng", dijo Tuerto. "Oficial, usted vio, le estaba llevando comida. Tenemos reglas allí. Si una persona expone la base, todas las personas que viven en la misma unidad estarán en problemas. Es por eso que todos odiaban a Lu Guosheng. Cuando escucharon que él podría habernos expuesto, sin esperar a tener noticias de arriba, se encargaron de atarlo y estaban esperando para empujarlo para asumir la culpa. Pero soy diferente. Soy leal. ¿Soy ese jodido tipo de persona…?"

"Entonces, ¿de qué tipo eres? ¿La Virgen María?" Luo Wenzhou lo interrumpió con frialdad. "No me des eso. Si vuelves a decir tonterías, te enviaré a comer plomo". 

Tuerto frunció el labio. Sus hombros cayeron. Dudó y resopló, luego confesó con franqueza: "... Prometieron que me enviarían lejos". 

Luo Wenzhou miró hacia arriba. "¿Quiénes son?' ¿Enviarte lejos a dónde?"

"Sácarme de la base". Tuerto suspiró y dijo en voz baja: "Fuera del país, o a algún lugar donde nadie me reconocería. Por lo que dijo A13, sé que hay mucha gente en la empresa. No me pregunte quién es su jefe. Yo ni siquiera sabía quién era mi jefe hasta que me trajeron. Todos estos jodidos 'personajes importantes' son como ratones. Se esconden. Ya había tenido suficiente de vivir así, de todos modos. A veces pensaba que no era diferente de ser traído por ustedes y estar en la cárcel. No se sabía cuándo tendrías que salir y ser el chivo expiatorio de alguien". 

Al escuchar esto, Luo Wenzhou quedó temporalmente desconcertado; esto no se parecía mucho a sus conjeturas anteriores. 

Esta misteriosa fuerza de terceros no tenía escrúpulos, aunque a juzgar por sus objetivos de atrapar a Lu Gousheng y revelar la base, parecía que sus objetivos eran los mismos que los de la policía. Había pensado que jugaban un papel del tipo "policía vigilante" o "vengador", y Xiao Haiyang incluso había planteado la sospecha de que tenían algo que ver con Gu Zhao, pero por cómo sonaba ahora... parecían más como que habían pertenecido al grupo de Wei Zhanhong, solo que más tarde tuvieron algunos conflictos internos.