Olvidé Olvidarte || Baji x Chifuyu

Capítulo 4

Era aproximadamente la 1 de la mañana cuando me despertó una canción proveniente de mi celular, pero al pensar que era mi alarma la apagué. Volvió a sonar y esta vez agarré el aparato con la intención de arrojarlo lejos pero me dí cuenta de que era una llamada de Baji-San, así que contesté.

-¿Por qué cuelgas Chifuyu? ¿No te puedo llamar? -Me regañó, mierda, la llamada anterior era también de él-.

-Lo siento Baji-San -Me disculpé frotando uno de mis ojos adormilados con mi puño-. ¿Ocurre algo?

-Tengo que mostrarte algo, nos vemos en las escaleras de siempre

-¿A esta hora? ¿No puede ser al menos hasta que amanezca?

-No, te espero ahí -Sin más que decir me colgó-.

Suspiré y me abrigue bien, salí con mucho cuidado de no despertar a mi mamá porque si me descubría valía madres. Salí del departamento y fuí a las escaleras donde ya se encontraba Baji-San. Observó que ya había bajado y se levantó a mirarme.

-¿Te desperté? -Preguntó con falda culpa-.

-No, estaba ensayando para mí funeral -Dije tratando de hacerme el gracioso-.

-Bueno, vámonos -Comenzó a caminar hacia la entrada del edificio seguido por mí-.

-¿A dónde vamos? -Pregunté cuando salimos y este quería que me subiera a su moto-.

-Súbete y lo sabrás -Dijo palmeando el asiento detrás de su motocicleta-.

-¿Otra vez vamos a intentar robar al gato del conserje? -Pregunté subiendome detrás de él-.

-No, ya se lo llevó a otro lado porque nos vió en las cámaras de seguridad, sujetate bien -Me sujeté de su cintura y arrancó-.

...

-Chifuyu, despierta -Escuché que me decían a lo lejos-.

Me había quedado dormido en el camino con la cabeza recargada en la espalda de Baji-San, al parecer creía que era una almohada por lo que me aferré a él como tal.

-¡Chifuyu! -Me desperté con ese grito y casi me caigo de la moto de Baji-San de no ser porque me alcanzó a agarrar de la sudadera que traía puesta-. Despierta hombre, llegamos

-Perdón por dormirme -Me disculpé y me bajé de la motocicleta observando el lugar, estábamos en un parque-. ¿Qué hacemos aquí, Baji-San?

Él también se bajó y me agarró de la muñeca del brazo derecho, ambos comenzamos a caminar hasta unos arbustos donde se escuchaban pequeños maullidos. Ambos nos agachamos y con una linterna vimos que bajo estos había una gata con pequeños gatitos, unos 6, 2 negros, 3 blancos y uno blanco con manchas negras-.

-Hola preciosa, perdón por no venir antes -Dijo Baji-San comenzando a acariciar a la gata que respondió con un ronroneo-.

-¿A dónde vamos a llevarlos? No podemos dejarlos aquí -Pregunté acariciando a los bebés-.

-¡Meuw! -Escuchamos un maullido detrás de nosotros, ambos volteamos a ver-.

-¡¿Peke J?! -Estaba confundido, ¿Qué hace mi gato aquí?-.

-Es el gato que suele ir a mi casa, lo seguí ayer en la tarde cuando andaba por aquí y lo encontré con ellos -Peke J se acercó a nosotros y se frotó en ambos, después se acercó a la gata y comenzó a lamer su cabeza-. Al parecer es el padre de los gatitos

-¡¿Tuviste hijos Peke J?! ¡¿Y no me habías dicho nada?! -Peke J me miró como diciendo "¿Enserio?"-.

-Así que es tu gato... felicidades Chifuyu, eres abuelo -Me despeinó con su mano mientras me mostraba una sonrisa de orgullo-.

-¡Soy abuelo! -Dije alegre acariciando a Peke J-. Tu padre está orgulloso

-¿Cuál de los dos? -Preguntó refiriéndose a él también-.

-¿Eh? Pues...ambos, dices que suele ir a verte y los encontraste -Los hombres no entienden indirectas, tiempo después recién entiendo lo que quiso decir-.

-¿Oíste Peke J? Tienes dos padres -También acarició a su ahora hijo-.

Al final llevamos a la mamá y a los bebés a donde una tía mía, mi mamá no me iba a dejar tener tanto gato en la casa, apenas y pude lograr quedarme con uno. Al notar que Peke J y Baji-San se llevaban muy bien me alegré mucho, y por una extraña razón sentía un calor en mi pecho como de felicidad.