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Es agotadora la manera en la que termino enredando todos mis pensamientos, uno tras otro, logrando perderme en mi mente, sin obtener buenas conjeturas, sin obtener respuestas y claramente, llenandome de preguntas que quizá jamás podré contestar.

Soobin se había quedado dormido hace varios minutos, comer postres o golosinas al contrario de ponerlo enérgico e hiperactivo lo adormilaba, siempre había sido así y no tenía una respuesta exacta ante aquel extraño comportamiento de su cuerpo.

Rápidamente y en silencio decidí tomar mis pertenencias para poder irme a casa, parando en la puerta entre abierta y soltando un respiro una vez fuera de aquella habitación, saliendo lo más silencioso posible y sin actuar torpemente.

La noche se estaba asomando por las calles de mi ciudad, aún debía de esperar el autobús que pasaba cerca de la casa de Soobin. Una brisa cálida comenzaba a sentirse, denotando de aquella manera que el verano se estaba acercando. Así como también podías ver los árboles de cerezo ya florecidos en los parques.

Mamá debe estar pensando que estoy estudiando hasta tarde por lo que aún no he llegado a casa, sin preguntarse siquiera por mi salud mental, física y toda esa mierda que ni se le cruza por la cabeza. Es más, seguramente ya ha cenado sola, ha bebido y ha fumado una cajetilla de cigarros con normalidad después de comer.

Pensándolo de esa manera ya no me dan ganas de volver a casa y menos si ella aún sigue despierta... ¿Qué hago? ¿Qué debería de hacer?

Mis pies se fueron alejando de la parada del autobús, pensar en las flores de cerezo me llenó de deseo de verlas, disfrutarlas por un momento y luego irme, con suerte mamá ya se habrá ido a dormir cuando llegue a casa.

El parque más cercano al lugar tenía varios cerezos, habían faros nuevos alumbrando el lugar y las bancas ocupadas solo eran dos, decidí sentarme en una de las que quedaba libre para luego recostarme sobre mi mochila, estaba agotado, demasiado despierto para querer dormir pero a la vez demasiado cansado para mantenerme sentado sin hacer nada.

Parece que en algún momento cerré los ojos, sin dormir, solo sentirme en paz, oyendo pasos por todos lados, vehículos ir de aquí para allá.

No voy a negarlo, en momentos así me gustaría tener un reproductor de música, pero a mamá le parecía completamente innecesario al igual que el radio que solo juntaba polvo en mi habitación. Abrí rápidamente los ojos asustado al sentir que alguien carraspeaba frente a mi, su presencia simplemente fue... inesperada.

¿Es normal que simplemente aparezca de la nada? Es como si saliera de lo profundo de las tinieblas y ya.

Una risa se escuchó de sus labios, para luego obligarme a levantar mi cabeza de la banca y sentarme como corresponde, tomando lugar a mi lado y sentarse sin hacer mucho escándalo.

¿Qué haces aquí tan solo y a estas horas?

—Solo quise sentir un poco de paz, el clima es cálido, es agradable estar aquí.

—¿No has cenado?

—¿Comer pastel cuenta?

—¡BeomGyu-ah!

Sonreí de inmediato al oírlo regañarme de aquella manera, se sentía extraño por alguna razón, pero divertido de todas formas.

—¿Usted que hace a estas horas por aquí?

—Quería distraerme de mi perfecta vida.

—Estuve pensando en lo que dijo en el almuerzo, realmente me gustaría tener la libertad que usted tiene, o al menos sentir una vez que soy dueño de mis propias acciones mas allá de aquellas veces en las que intenté suic-

Estuve a punto de hablar de más, me conocía perfectamente, una vez que intentaba sincerarme sobre algo, mi boca hablaba antes de que mi mente formulara algo coherente.

Quiero decir... ¿Cuán grande podrá ser la diferencia entre ser libre o seguir siendo un esclavo de las palabras de mi madre?

—¿Tienes algo en mente? Digo, ¿Crees tener un punto de donde arrancar? Tu punto de partida, ¿Cual sería?

—Usted Hyung.

—¿Cómo puedo ser tu punto de partida?

—Se convirtió en mi giro inesperado desde que llegó, hace... ¿Un día? Lo que quiero decir es que, me dio demasiadas cosas sobre las que no creí que debía de pensar, metió muchas preguntas en mi cabeza que espero poder contestar con el tiempo.

—¿Cual es tu primera pregunta? Claro, si puedo saberlo, chico ahora no tan tonto.

—Necesito encontrar mi propia definición del Amor sin prejuicios.

Pude ver como sus ojos se arrugaban tras la pequeña sonrisa que se le había dibujado en su rostro, pude observar como se relamía los labios que al parecer se habían resecado, seguido de más movimientos, pequeños movimientos notorios, como el de su pie izquierdo temblando levemente hasta el de su mano acomodando sus cabellos sobre su frente, cubriendo cómodamente sus ojos.

Me había detenido a observarlo en busca de alguna respuesta de su parte a lo que yo decía, me interesaba saber qué es lo que él pensaba, de alguna manera él sería mi guía en mi propia búsqueda de respuestas.

Supongo que éste será el mejor verano de toda mi vida.

No supe qué decir y tampoco entendí a lo que se refería, solo solté una risa un tanto confundida. ¿Qué tenía que ver el verano con lo que había dicho?

Yeo-

—¿Ya has escuchado Hayeoga?

—¿Uh?

—¿No te gustaría escuchar música conmigo?

—Y-yo... si, digo, me gustaría pero ahora debo irme a casa...

—¿Quieres que te acompañe?

—A la parada del autobús si.

—¡Entonces en marcha!

Asentía frenéticamente por varios segundos, riendo al instante en el que me paré de mi lugar invitándolo a tomar mi mano para ayudarle a levantarse sin darme cuenta. Estaba acostumbrado a aquella acción, pero era solo con una sola persona. Rápidamente intenté guardar mi mano en el bolsillo de mis pantalones pero siendo detenido por la mano del chico frente a mi, que sin pena ni duda aceptó la ayuda, sonriendome con calma y soltandome con la misma facilidad con la que comienza a caminar delante de mi dejándome atrás.

¡YeonJun Hyung, espereme!

—¡Quiero ver si me alcanzas!

Y entonces echó a correr, dejándome completamente en blanco, ¿Acaso pretendía que yo corriera? Pues lo haría, claramente lo haría.

¡Hyuung!

𝑺𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓 1993 [𝑌𝑒𝑜𝑛𝑔𝑦𝑢/𝐵𝑒𝑜𝑚𝑗𝑢𝑛]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora