𝑺𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓 1993 [𝑌𝑒𝑜𝑛𝑔𝑦𝑢/𝐵𝑒𝑜𝑚𝑗𝑢𝑛]

◇XIII◇

Quedé desorientado, en shock, en blanco, completamente estático ante las palabras de Choi YeonJun y las miradas frías de los que decían ser sus amigos. Los que relamían sus labios y soltaban pequeñas risas incrédulas, después de todo se encontraban al igual que yo, incrédulos de las palabras que Choi había soltado.

¿Por qué me estaba protegiendo de esa manera?¿Por qué los estaba enfrentando él solo?

La noche anterior me había quedado profundamente dormido junto a Hyung, después de haber escuchado infinidad de halagos de su parte al verme bailar. Estaba agotado y luego de contarle un par de cosas de mi vida, me había dormido a su lado. Olvidando el hecho de que le había contado literalmente lo que sentía por el Profesor.
Desperté algo desorientado luego de que su madre entrara de repente a la habitación gritando que nos habíamos quedado dormidos, despertando a su vez al chico a mi lado que al verme saltó de la cama completamente sorprendido, como si hubiese olvidado que estaba allí. Provocando risas desde temprano.

Pero las risas acabaron en cuanto llegamos al colegio y en un descuido Hyung olvidó su billetera en el auto de su madre que amablemente nos había acercado al colegio y fue corriendo en busca de este, dejándome de pie frente a la entrada por unos minutos. Minutos que parecían interminables en cuanto logré distinguir dos voces que se oían cada vez más cerca de mi y como uno de estos me abrazaba por los hombros en señal de confianza absoluta, una que me causaba escalofríos.

—Oww, nuestro lindo Beom hoy nos acompañará al salón de musica, ¿Verdad? Hay alguien que quiere verte, dice que te extraña mucho.

Sus palabras me asustaron aún más, y no bastaba aquello que rápidamente intentaban llevarme con ellos de manera disimulada, como si estos fueran mis amigos de toda la vida.

—¡BeomGyu!

La risa y la voz tosca de Yunho se cortó a mitad de camino en cuanto alguien gritó detrás de nosotros. Sintiendo como una mano me sujetaba fuertemente a la vez que tiraba y me acercaba a él, alejandome finalmente de los brazos de alguien que me causaba repulsión.

YeonJun Hyung me sostenía por una de sus manos, llevándome detrás de su cuerpo como si fuese a esconderme de aquellos a los que tanto temía. Me sentía levemente seguro, sus acciones fueron muy rápidas y en cuestión de segundos las miradas confundidas de mis dos matones ya eran presentes en la escena.

—Min-gi está aquí, necesita ver a su dulzura, ya sabes como es.

—YeonJun-ah, ¿Nos acompañaras esta vez? Es hora de que vuelvas a ver a tu mejor amigo y no hay mejor manera que llevarle a su juguetito, ¿Verdad?

Mi sangre se heló, y mis labios temblaron por unos segundos, ¿Hyung era el mejor amigo de Min-gi? ¿Había escuchado bien? El mejor amigo que tenía y que supuestamente se había ido... era mi verdugo número uno, el causante de todas mis desgracias, la única persona que se creía dueño de mi vida y de cada uno de mis pasos.

—Silencio.

Mis ojos se abrieron asustados al oírlo, su voz sonaba tajante, seca y con enojo. Quise soltarme de su agarre pero él no lo permitía, al contrario, me sujetaba con más fuerza y aunque estaba sin poder pronunciar una palabra aquella frase me dejó mudo.

—Nunca más volverán a tocar a BeomGyu.

La risa nerviosa de Yeosang junto a la mirada llena de enojo de Yunho, sumado a mi shock hacían de aquella escena una típica historia cliché de los libros que me gustaba leer en la biblioteca. No supe qué decir, no supe que hacer y ni siquiera pude moverme para poder valerme por mi mismo e intentar huir.