Había logrado despertar algo enérgico debido a las charlas y los juegos que había tenido con YeonJun Hyung, energía nueva que mi cuerpo había formulado solo, energía que no aparecía desde que dejé las charlas con el profesor Kim.
Y entonces allí está de nuevo, el profesor en mi cabeza, a lo mejor y si tengo algo de suerte el día de hoy podré verlo con más calma, charlar con él como solíamos hacerlo antes de que nos dieran los exámenes. Me gustaba su presencia, convivir con él era lindo, me refiero, más allá de las cosas que me decía sobre el colegio y eso... era lindo cuando hablaba con calma sobre las cosas que le interesaban. Como por ejemplo, sus donaciones al único departamento de protección contra el suicidio de la ciudad, departamento altamente repudiado por las generaciones más grandes debido a la vergüenza que estos causaban. Después de todo según la sociedad el suicidio es debido a que las personas son débiles y la debilidad da vergüenza. Un país débil genera vergüenza.
El profesor Kim no piensa de esa forma, él es diferente, es tan elegante, culto, apasionado, tan considerado y empático, sus características tan detalladas me hacen olvidar que es una persona sumamente misteriosa, que más allá de saber que es profesor y que vive solo, no se sabe nada de su mera y gentil existencia.
Terminé de arreglar mi cabello, cubriendo mi frente sin que llegue a mis ojos, terminé de doblar correctamente los puños de mi camisa y de acomodar mi corbata con algo de torpeza. Mamá al parecer seguía dormida, eso quiere decir que; o aún es temprano o bebió mucho y no piensa ir a trabajar. Espero que sea lo primero.
Decidí caminar más tranquilo, relajarme, dejarme llevar, sonreír, no ser tan tonto y obedecer a todo, simplemente ser libre.
Debía de tomarme el autobús así que esperé por un rato el primero que me llevaría hasta el colegio, observando al interior y darme cuenta de que allí habían varias caras conocidas. Pero ya lo había hecho, ya estaba en el autobús y por más que quisiese bajarme no podía hacerlo.
Mi cuerpo se tensó de inmediato al ver como seguían mis pasos, al sentir su vista sobre mi aún después de haberme sentado, podía sentirlos cerca de mi, podía oír sus voces bajas y sus risas, podía oír perfectamente sus risas. Los tres eran chicos de 3er año, los tres eran amigos en aquel entonces de Song Min-gi, ahora sin su jefe a cargo, pero de alguna u otra forma, seguían ejerciendo su trabajo o sus estupidas ganas de molestarme.
Wooyoung, Yeosang y Yunho, lo que arrojaron mi mochila al basurero, los que le pusieron sal a mi café, los que le pusieron pegamento a mi cabello hace un año, los mismos que cortaron mi trabajo de Filosofia terminado en mi cara luego de haberme matado dos noches en terminarlo. Los que hace una semana habían arrojado jugo de naranja sobre mi ropa, eran ellos, fingiendo ser chicos buenos que solo se dirigían al colegio. Seguramente poniéndose de acuerdo en qué estupido baño encerrarme o a lo mejor, en qué parte del colegio colgar mis zapatos.
Mi cuerpo se había enfriado, ¿Como podía haber olvidado la existencia de aquellos tipos? ¿CÓMO FUE QUE OLVIDÉ QUE YA NO DEBIA SUBIRME AL AUTOBUS QUE PASABA UN RATO ANTES DEL QUE NORMALMENTE ME TOMABA? ¿Cómo fue que simplemente olvidé que era un tonto marginado?
Traté de calmar mis emociones, tenía muchas de ellas luchando en mi interior por ver cuál era la que más me afectaba.
Que ellos estuvieran ahí era la clara señal de que mi día ya estaba arruinado, pero entonces, entonces todo pierde sentido, absolutamente todo pierde sentido. Tanto que ni siquiera creo que estoy despierto, porque si estoy despierto y lo que acabo de ver es real, entonces estoy muerto, acabado, devastado.
Choi YeonJun subió al mismo autobús, sin embargo no logró verme, al contrario, su vista estaba enfocada claramente en una dirección, una sola dirección que denotaba grandemente al trío de chicos que iban riendo por lo bajo. Él simplemente ignoró mi presencia o quizá no la notó, aún así, él pasó de largo, con rapidez terminó delante de aquellos chicos que le sonreían, sus compañeros de salón, sus amigos.
Sus ojos se dirigieron a mi lugar en cuanto uno de ellos me señaló como si no me diera cuenta, denotando finalmente mi presencia.
Un escalofrío corrió por mi espalda y sin siquiera pensarlo decidí bajarme, notando la vista de los cuatro chicos sobre mi, notando como era que ya me había bajado y no tuve ni el más mínimo valor de mirar hacia atrás, no pude mirarlo a la cara, solo me bajé y me quedé allí, helado en la acera, intentando controlar mi respiración mientras buscaba darle sentido a todo lo que había vivido en cuestión de minutos.
Una vez que levanté mi vista noté el parque a lo lejos, noté que era una calle que conocía, estaba lejos del colegio pero cerca de la casa de Soobin, ¿Debería de esperarlo o simplemente ni pensar en presentarme? Era algo fácil, ¿Afrontar la vida que me tocó o protegerme a mi mismo por un día?
Mis pasos se dirigieron sin pensar al parque, terminando por recostarme contra la banca más alejada, apoyado en esta, no sentado sobre ella, podía ver pequeñas flores en el pasto cerca de mi y me puse a pensar y fingir tener alergia a ellas por lo cual estaba soltando muchas lágrimas sin sentido.
-Debo ser alérgico al polen, no estoy llorando por ser débil, claro que no.
Me eché a reír después de eso, como si las piezas en mi cabeza hubiesen encajado, o quizá fue la forma con las que las dibujé. Debía de estar en lo correcto.
Quizá YeonJun era un buen chico y cuando se dio cuenta que para sus amigos soy una basura él también lo pensó. O seguramente era todo un plan de ellos para seguir haciéndome daño.De algo a lo que estaba seguro era que no debía de volver a ver a Choi YeonJun y de que sin duda alguna necesitaba con suma urgencia al profesor Kim.
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𝑺𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓 1993 [𝑌𝑒𝑜𝑛𝑔𝑦𝑢/𝐵𝑒𝑜𝑚𝑗𝑢𝑛]
FanfictionUn día nublado, avisos en la radio sobre preparar paraguas ante la lluvia que iniciaría en cualquier momento, seguido de una de mis canciones favoritas del momento. Seo TaiJi And Boys interpretaban "Anyhow Song", sonando fuertemente, saturando mi me...