𝑺𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓 1993 [𝑌𝑒𝑜𝑛𝑔𝑦𝑢/𝐵𝑒𝑜𝑚𝑗𝑢𝑛]

◇XVII◇

YEONJUN

Lo había soltado todo, mis sentimientos, mis anhelos, el dolor y el amor de mi corazón lo había expuesto como algo tan natural, de forma tranquila y abrupta, tan abrupta que logré observar como sus ojos temblaron un poco más, soltando un llanto incesante, uno que fácilmente podía romper mi corazón.

El miedo abordó mi cuerpo al notar como temblaba, como soltaba aquel llanto roto, como era que negaba repetidas veces ante mi confesión poco convencional, después de todo ¿Qué clase de imbecil le confiesa sus sentimientos a alguien que llora por alguien más?

Había sido el peor momento de todos para decir todo aquello, el peor de formas inexplicables, pues su voz, sus palabras al parar su llanto fácilmente pudieron ser el pie para que el que terminase llorando fuese yo.

—Hyung, mi corazón está roto... yo no puedo corresponderle, no puedo amarle, no cuando amo a alguien más.

Lo entendí, entendí incluso la manera tan dulce en la que fui rechazado, entendí sus razones y su amor por alguien más, lo entendí tan bien que a pesar de que mis labios esbozaron una sonrisa, mi corazón dolió tanto.

No podía rendirme, pero tampoco debía de insistir. No era esa clase de persona, no era tan despreciable para hacerle sentir culpable solo por no corresponder a mis sentimientos. Así que simplemente asentí a sus palabras de forma lenta y tranquila, acercando mis manos a sus cabellos, acariciando estos con suavidad y sin sobrepasar aquello. Aún tragando saliva por la cercanía con la que nos encontrabamos, después de aquel beso que sin duda alguna desmoronó todo en mi interior.

Un beso tan deseado que desde principio a fin le dió tanto sentido a mi tonto corazón enamorado.

Un beso no correspondido por sus labios.

—¿Es normal querer besarte de mil y una formas distintas?

—¿Uh?

—Sé que no me corresponderas, BeomGyu-ah, pero, ¿Me dejarías besarte una ultima vez?

Había ido en contra de mis propias palabras y principios, pues el no insistir era una realidad, pero el querer probar una última vez la dulzura de su ser era algo mucho más grande que podría ganarme y derrumbarme en un parpadeo.

Logré ver como su boca se abrió dispuesta a decir algo, pero así también logré ver como se cerraba sin decir una sola palabra, jugando con sus manos intranquilas, soltando una última lágrima que caía silenciosamente por su mejilla a la vez que me observaba directamente a los ojos sin miedo y sin vergüenza alguna.

—Hyung... ¿Por qué no puedo ser suficiente para él?

Creí que mi corazón saltaría de mi pecho en cualquier momento, pues su voz había salido tan serena pero tan rota a la vez. Momento en el que la culpa me invadió y mis acciones comenzaron a dolerme. Sus palabras inclusive volvieron a romperme como si fuese un juguete barato al que arrojas una vez y ya no sirve para más.

—Beom-ah...

—¿Por qué no me dijo que el amor dolería de esta manera? ¿Por qué no me dijo que terminaría llorando y pidiendo perdón por algo que no merecía? ¿Por qué no llamó mi atención y dijo que me estaba pareciendo a las novias tontas de Kang Taehyun? ¿Por qué no me advirtió que amar sin prejuicios dolería tanto?