Capitulo 4"El demonio que oculta su ira tras una sonrisa"

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Aoi Kawata se caracteriza siempre por tener un aura tranquilizadora para con sus pacientes y Yasu se sentía feliz de tener con quien poder conversar un poco, pues ambas mujeres compartian gustos similares y hablar de sus hijos les encanta mucho.

Aoi: -tomando la presión del brazo de la mujer- Bueno parece que todo está estabilizado

Yasu: me he sentido muy bien doctora

Aoi: Son buenas noticias señora muto

Yasu: sabes es mejor por mi nombre dime Yasu

Aoi: Bueno está bien Yasu -dijo sonriendo-

Yasu: Disculpe doctora ustedes de verdad creen poder curarme

Aoi: -esta vio a la mujer- Usted tiene un hijo maravilloso el merece tener a su madre a su lado

Yasu: Yasuhiro el están..... , siento que no soy la mejor madre del mundo para él, el dejarle solo por mi enfermedad me parte el alma

Aoi: al contrario, Yasu el cree que usted es la mejor madre del mundo

Yasu: Señorita Aoi si no lo logro podría cuidar de mi hijo -dijo viendo a la peliazul-

Aoi: Yasu usted va a lograrlo y va estar junto a su hijo siempre

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Nahoya se encontraba comprando la despensa ordenada por su madre souya se había quedado en casa si ambos tenían a sus padres, pero ambos la pasaban ocupados lo menos que podían hacer era tener la casa ordenada, la pasión de ambos fue la cocina por lo que entre travesuras aprendieron a cocinar ahora que sus padres llegan siempre tiene una deliciosa cena preparada para ambos padres.

Nahoya: haber que más -dijo este revisando la lista- la letra de mama sin duda es letra de doctor

Yasuhiro: ahí dice vegetales y frutas

Nahoya: A la mierda -dijo este sobresaltándose- Demonios eres alto y pareces gato sin hacer ruido

Yasuhiro: lo se Sanzu me lo dice mucho

Nahoya: bueno frutas y verduras gracias -dijo este dirigiéndose al lugar-

Yasuhiro: -este solo lo seguía-

Nahoya: ¿Ah de compras también?

Yasuhiro: exactamente

Ambos terminaron las compras que tenían y salieron juntos de la tienda pues sus hogares no estaban tan lejos lo descubrieron gracias a Sanzu bueno, pero esa es otra historia ambos conversaban de muchas cosas pues con el tiempo estos dos se volvieron más cercanos debido a que siempre los ponían juntos para ir a pelear contra pandillas y muto siempre terminaba llevándolo en su espalda porque se terminaba lastimado.

Nahoya: Y esa fue la historia de cómo souya y yo pasamos un día en la comisaria todo por golpear a un ladrón, los putos policías no saben distinguir entre alguien que ayuda y un delincuente

𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓒𝓻𝓪𝓴𝓬𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora