Reencarnar

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Dicen que cuando los bebés lloran al nacer es por que aquella alma que ya habían vivido se despide de sus penas, felicidades y culpas. Que si vivimos bien y tratamos bien la siguiente vida será mejor que la anterior pero de eso no estaba seguro. Yo creo que mi siguiente vida no sería a lado de Kihyun por eso me estaba aferrando tanto a la idea de volver a estar a su lado.

Tampoco creía en la reencarnación del todo pues si era verdad que volvíamos a nacer era seguro que no iba a soportar todas las desdichas que el carma me daría. La peor persona en la vida y en el mundo no era, más sin embargo creí que sí en algún momento en una de mis vidas pasadas hice algo imperdonable lo estaba pagando ahora. Teniendo en cuenta que todos esos escándalos e intentos por mantener mi mente en blanco eran en vano, la risa vacía de Kihyun que protagonizó hace unas horas seguía haciendo eco en mi pecho, sus palabras crudas que vinieron después se clavaron como espinas en mi mente, ese nudo que tanto tiempo cargaba había regresado y todos los pasos que había creido dar me regresaron al mismo lugar: a la misma vida de antes.

Paso mi mirada por el lugar y tomó mis manos con fuerza, es tan extraño este sentimiento, es tan nuevo, tan lleno de vacío, dolor y cansancio.

Mis ojos se acuan y cierro la puerta tras de mi, en ese mismo techo donde me había puesto de rodillas seguía postrado ahora en la cama reviviendo sin parar esa escena que había vuelto abrir esas viejas heridas mezclado con aquellos oscuros recuerdos que aclamaban un poco de atención.

Trago saliva y con el dorso de mi mano limpio las lágrimas que no paran de rodar por mi rostro. Estoy tan cansado ahora mismo el eco de las palabras del inicio de todo esta penumbra arrulla mi realidad.

- Si no me quieres ayudar entonces olvidate de lo que escuchaste y vete.... Nada me detendrá, es la única solución para que no le quiten a mi mamá por lo que toda su vida lucho por conseguir.

- Podemos encontrar otra solución - le digo sosteniendo su mano sudorosa que sostiene aquel frasco lleno de un líquido levemente morado.

- ¿Y cual es la solución? Dime Changkyun, por que estoy cansado de que los ricos pisen a los que luchamos y trabajamos por el pan del día - sus mejillas se decoran de un rosado y aquella dulce mirada se oscurece.

- Podemos ir a la policía, tienes las puebras suficientes para que sepan que te están chantajeando... Para hacer justicia y que tu madre se quede con la panadería

Mi misma mano logra retirar el frasco con veneno y lo lanzó al cesto.

- ¿Podemos hacerlo?

Su tono remueve mis más profundos pecados y me compadezco por él, por no haber sido una persona con el suficiente poder para detener a la madre de Kihyun quien sólo se aprovechaba de las personas buenas y las manipulaba, o en el caso de mi mejor amigo, que los orilla hasta que la única solución sea muerte.

- Prometo que la encontraremos y ganaremos, te están tratando de inculpar de algo que no hiciste, de algo tan inhumano. Per hay solución y no enfrentarás esto solo, me tienes a mí, siempre estaré a tu lado.

Finalizo la conversación y con mi mano envolviendo su muñeca salimos de ese pequeño despacho.

Los recuerdos se esfuman y la puerta es abierta.

- Llevaré a Kihyun al pueblo, ¿vienes?

Mi mirada está perdida en algún punto de la habitación.

- Creo que ya está más calmado - vuelve hablar para recorrer esos cinco pasos que nos separaban para sentarse a mi lado. - ¿Por qué es tan difícil contarle la verdad? -

Su pregunta me lleva a tomar mi rodilla con mi mano y ejercer presion.
Como le diría a Kihyun que su madre era la responsable de que todo mi cuerpo pesará tanto que la culpa me dejara despierto tantas noches.

- Estoy cansado, creo que me quedaré aquí

Jooheon me mira y niega con la cabeza se tira encima de mi y me envuelve en sus brazos. Su cuerpo cálido solo hace que el llanto quiera volver y yo sin ganas de detenerlo comienzo a sollozar bajo su pecho.

Una de sus manos se cuela por mi cabeza quien comienza a acariciarla como si de un perrito se tratara, tratando de animarme.

- No puedes retroceder Kyunnie... Prometiste que los dos pasaríamos por esto juntos, no puedes quedarte atrás

- No voy a retroceder Honey, solo quiero estar solo

No convencido con mis palabras me estruja más en su cuerpo.

- ¿Por qué tienes que ser tan impulsivo?... Kyun debes acercarte a él con cautela, se gentil con tus palabras y de paso prepárate un guión para no tocar fibras sensibles. Esta herido, no te acerques más por ahora dejalo procesar tu llegada y que entienda que regresaste para hacer las cosas bien.

Mi cabeza se esconde en el huevo de su cuello y suspiro provocándole una risa.

- Soy un tonto - hablo mordiendo mis labios.

- Él ya esta tranquilo, solo ven con nosotros me quedaré yo esta noche contigo puedo aprovechar para llevarme unas cosas allá y evitar que Kihyun te mate.

Duramos así unos segundos hasta escuchar la voz de Kihyun llamar a Jooheon desde la sala con un claro "Esta todo listo, vámonos"

Me tomo mi tiempo y él tambien lo hace a mi lado, cuando me pongo de pie salgo del cuarto para caminar hasta el baño y lavar mi rostro.

Camino con las manos en los bolsillos de mi sudadera y me pongo el gorro cuando la mirada del Ki me fulmina haciéndome más desdichado de lo que ya soy.

- Va a manejar Kyunnie

Habla Jooheon rompiendo ese hielo invisible. Los tres salimos del lugar y nos encaminamos a mi camioneta donde para mi sorpresa el asiento de adelante esta lleno de cosas y unas cuantas en el de atrás de una de las puertas.

- Haremos varias paradas, tengo que enseñarle a Kihyun donde venden la mejor tarta de cereza del centro y por supuesto esos bollos rellenos que nos encantan

- Esta bien

Digo encendiendo el motor y poniendo marcha hasta la primera parada recorriendo aquel mismo trayecto hasta el pueblo.

Rain (Changki) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora