Nueve: La cruel realidad.

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Shousuke había dejado de asistir a clases, no tenía ánimos de cruzarse con Isamu, ni siquiera se sentía capaz de salir de la cama, su corazón seguía doliendo como el primer día, había pasado las noches enteras llorando y los días esforzándose para que su madre creyera que estaba enfermo de fiebre y que no se diera cuenta acerca de su ruptura ¿Cuánto tardaría en superarlo? ¿Algún día dejaría de doler?

—Shousuke, tu compañera vino a traerte la tarea —comentó su madre desde el otro lado de la puerta.

Hitomi ya había venido dos días a entregarle las cosas que debía hacer para estar al día con las clases, ya ni siquiera le sorprendía escuchar sobre su llegada. No fue necesario responder, la energética chica entró a su habitación segundos después de recibir el aviso por parte de su madre.

—¡Hola, Shousuke! —saludó con alegría, colocando las hojas sobre su escritorio— ¿Aún no hay mejorías? debe ser un resfriado grave —aseguró colocando su mochila sobre la silla del escritorio.

Shousuke se giró en la cama, ni siquiera tenía ánimos de esforzarse en fingir, solo esperaría a que se fuera y que lo dejara descansar tranquilo, pero él era consciente de que Hitomi no funcionaba de esa manera, tardaría más en irse de lo que duraría una persona normal y eso solo le generaba molestias.

—Por cierto ¿Cómo te encuentras sobre la otra situación?

—¿De qué hablas?

—Tu ruptura con Isamu ¿Cómo estás con eso? Como no dijiste nada supuse que te dio igual, pero quizás te duele y solo no sabes cómo hablarlo; pero calma, estoy aquí y puedes contarme lo que quieras.

—¿C-cómo lo supist-tes? —preguntó sintiendo su voz quebrarse en ese instante, no esperaba que Isamu sacara a relucir su rompimiento— ¿Él...?

—Oh, bueno, solo lo asumí —aclaró con rapidez—. Quiero decir, al principio me pareció raro que jamás me acompañara a tu casa para visitarte y luego escuché a Sasaki llamandolo "cariño", no lo sé, debe ser duro, pero supongo que es bueno que terminara contigo si quería iniciar otra relación ¿No?

En ese instante, el corazón de Shousuke se rompió en mil pedazos, sintió como si le cayera encima un balde de agua fría ¿Lo que Hitomi decía era real? ¡Por supuesto que lo era! ella no tenía motivos para mentir, las lágrimas salieron de sus ojos sin ser capaz de contenerse, un nudo se formó en su garganta y ni siquiera se esforzó en contener sus sollozos.

Isamu había sido tan cruel ¿Esa era su razón? ¿Por eso lo terminó? ¿Extrañaba tanto al estúpido de su ex? si ese era el motivo por qué aceptó que tuvieran una relación en primer lugar ¿O era acaso que Isamu simplemente no sabía estar solo y se lanzó a los brazos del primer chico que se le cruzó?

—Perdón por decírtelo así, creí que lo sabrías ¿Acaso te está siendo infiel o algo así?

—No —respondió hundiéndose debajo de su cobija—, terminamos.

—Entonces no sabías que fue por eso ¿Cierto?

Negó con la cabeza, Hitomi lo dedujo por el movimiento que hizo su cobija, se sentó al lado de su amigo y acarició su espalda tratando de darle ánimos, desearía haber elegido mejores palabras de haber conocido la realidad, sin embargo, así era la situación, las cosas hicieron click en su mente con rapidez, Shousuke en realidad no estaba enfermo, era imposible, ni siquiera parecía tener síntomas de gripe; sin embargo, podía notar a la perfección los síntomas de un corazón roto.

No tenía ánimos de hacer nada, más de lo normal.

No quería salir de casa para evitar toparse con quien rompió su corazón.

Ahora parecía llorar bastante y estaba segura de que si tenía la oportunidad de ver sus ojos podría notar que estaban inchados, aunque eso último solo era una hipótesis.

—Perdón, no debí haberlo dicho de esa manera.

—N-no importa... Al menos ahora —apretó sus labios, otro sollozo escapó de sus labios, no podía creer que estaba llorando delante de alguien, muchísimo menos que ese alguien era Hitomi—, al menos ahora —repitió sorbiendo su nariz— ya sé cuáles eran sus motivos para dejarme.

—¿Quieres un abrazo?

—No.

Haciendo caso omiso a su respuesta la chica lo rodeó con sus brazos como le fue posible, tratando de indicarle que no estaba solo, que era correcto sentir dolor y llorar aunque no creyera que debiera hacerlo, por supuesto no dejó todo a las acciones, Hitomi no se detuvo de hablar en ningún momento en señal de estarle entregando todo su apoyo moral al chico que consideraba su mejor amigo, incluso cuando él no lo viera de la misma forma.

—¿Quieres estar solo?

—Sí, por favor.

—Está bien, vendré mañana también y si quieres hablar puedes llamarme, siempre estoy disponible para mis amigos —frotó ligeramente el brazo de Shousuke como una muestra de cariño a la vez que una forma de despedirse.

—Hitomi.

—¿Si?

—Gracias, por todo lo que haces.

Una sonrisa se asomó en los labios de la chica, jamás creyó escuchar esas palabras salir de la boca fe Shousuke.

—Es un placer —aseguró antes de retirarse y permitirle al chico tener su espacio de soledad.

Shousuke descubrió su cuerpo, observando el techo, con un nudo en la garganta, el estómago revuelto, los ojos ardiendo por las lágrimas que no paraban de salir y teniendo como único ruido en la habitación el de sus sollozos que ya no se sentía capaz de contener.

Comenzó a pensar en cada uno de los momentos que compartió con Isamu, concentrándose sobre todo en aquellos donde sintió que actuaba un poco extraño.

¿Acaso estaba pensando en Sasaki en esos momentos?

Cuando se besaban, cuando tenían citas, cuando le presentó a sus padres, todas esas veces que lo llamó "cariño" ¿Incluso esa ocasión en la que tuvieron sexo?

Su estómago se revolvió todavía más y las náuseas subieron por su garganta.

Entonces, al final del día, realmente no fui suficiente para él.

SWEETHEART | KOMI SHOUSUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora