nueve.

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- ¿Somos villanos no? - preguntó el peliblanco en un susurro solo audible para el de tercero, que asintió un poco confundido con la pregunta - Tomemos el papel, entonces.

Levantó polvo con un fuerte golpe al suelo con su pie, que lo agrietó brevemente para sorpresa de todos. Cogió a Tamaki, que había adoptado una terrible forma con sus tentáculos para causar una imagen terrorífica y él, que imitaba un intento de sonrisa macabra, sus alas estaban abiertas y se encontraba completamente incendiado.

- Ara, ara... Suneater-senpai... - habló el menor fuertemente, causando eco que confundió a los que estaban dentro del polvo, hasta que se disipó y pudieron verlos claramente. Se pusieron en guardia, asombrados de la toma de papel tan seria - ¿Qué es lo que mis ojos ven?

- ¡He-heroes! - dijo él como pudo, también esforzándose en tomar un papel - Es-stamos en-en prob-blemas.

- Qué remedio, tendremos que ponernos a la altura - sonrió aún más amplio.

- No escapareis de la desdicha que os espera. Recordad mi nombre: ¡Lemillion! - y la batalla comenzó.

Como habían acordado, Amajiki distraía sola y únicamente a Mirio. Un banco de peces les había rodeado rápidamente y molestaban y confundían a Mirio ya que sus ataques eran impredecibles, sumándole los de su mejor amigo de la infancia que, sorpresivamente, parecía estar más confiado y actuaba realmente bien. Pensando y analizando con claridad, pudiendo evadir sus ataques poco a poco y cada vez más a la perfección.

Sin embargo, todos se quedaron sin respiración de la impresión, cuando un voluminoso Fénix del tamaño de un posible edificio de ocho plantas  frente a ellos que emanaba un calor que el castaño no parecía sentir, pasados los segundos, dejó de emitir ese calor y se lanzó al ataque mientras que las cadenas comenzaban a materializarse en sus manos. Con las mismas, a corta distancia, acabó por completo con la chica de los cables, que fue apresada por varias de sus plumas que soltaban calor para amenazarla realmente y que ni se le ocurriera hacer nada. Con los otros dos no fue tan fácil, sus dones se complementaban y Tenshi tenía problemas aún teniendo al ardiente fénix de su lado. Para no ocupar escena, el gran fénix se llevó a la chica de los cables a la caja mientras que el menor se llenaba cada vez más de heridas, pues al parecer tenían demasiada experiencia juntos esos dos.

Convirtió su mueca en una sonrisa y se alejó con un aleteo comenzando a volar alrededor suyo, creando la suficiente corriente como para marearlos en vueltas. A esas alturas, si Tamaki le decía algo, no podría escucharle porque estaba demasiado concentrado en los próximos movimientos. Se acercó al chico que estaba con ellos y, aprovechándose de la desventaja del mareo que les había causado, lo envolvió con una de las cadenas y lo noqueó al golpearlo fuertemente con la pared, un poco rencoroso por los múltiples golpes y heridas que se había llevado por ellos dos, no sentiría piedad si tendría una oportunidad.

- ¡Puta madre! - gritó alzando el vuelo mientras trataba de apaciguar el sentimiento de ira que tenía después de sentirse tan inútil por las heridas que se estaba provocando.

Breves llamas habían salido azules, al igual que en los peces y el fénix, el cual disipó lo antes posible para quitarle carga. Cuanto más fuego consumía, más difícil era controlar el estado azul y, si tenía creaciones de fuegos por ahí, no había ni qué comparar. Bloqueo los golpes creando una burbuja a su alrededor por lo rápido que movía las cadenas entorno a su cuerpo, un minuto después, se sintió un poco mejor y creó varios fénix que atacasen a la chica que manipulaba el don de los charcos a su alrededor. Poco podía hacer el agua normal contra el fuego mágico, pero bloqueaba rápidamente los golpes así que, en poco tiempo, se convirtió en una pelea cuerpo a cuerpo para nada silenciosa, teniendo en cuenta que ella sudaba mucho por culpa del calor y él por el cansancio.

El ángel de la guarda. (bnha x male!reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora