El ángel de la guarda. (bnha x male!reader)

catorce.

- Mark, te lo digo en serio, bro... Tadaima - se interrumpió a sí mismo mientras entraba en la casa, dando dos palmadas frente a la foto de su hermano y yendo a la cocina.

No sabía quién estaba en casa ni si su progenitora y su nueva pareja habían comido el ramen que había dejado para comer y cenar a gusto, teniendo parte de desayuno para la mañana siguiente. Entraba en la cocina, escuchando atentamente la voz del líder de la banda a través del teléfono, rodando los ojos mientras hacía muecas raras y comenzaba a prepararse un café.

- Me da igual - se sirvió el café tranquilamente -, si no te gusta te jodes. Mañana voy allí porque te lo dije la semana pasada y empiezo a trabajar aunque me quede sin una pierna - se echó un poco de azúcar y rebuscó entre los cajones una cucharilla para revolver el líquido y endulzarlo un poco, no tenía mucho hambre. -. Los de la banda estáis ocupados y yo tengo que trabajar para dar buena impresión. Qué crees que va a pensar tu padre si no voy porque: oye, que tengo los músculos resentidos porque he luchado contra un tío que me ha desintegrado hasta el alma y me he puesto de mala hostia. Que no - negó para sí mismo mientras hacía movimientos con los brazos como si el del teléfono estuviera delante, sus alas se movían igual. Si no estuvieran perplejos, los de la barra estarían riéndose -, no puede ser. Se va a pensar que soy un vago o algo... - silencio -. Te he dicho que me importa tres kilos de mugre que sea tu padre, un trabajo es un trabajo y no me puedo andar a historias - de nuevo silencio- . Los viejos y los niños van a estar bien, me da tiempo a pasearme y dormir lo suficiente para mantenerme sano.... - escupió el café al darse la vuelta y ver a sus tutores en la barra - ¿Que? Sí, sí, estoy bien - el hombre de ojos ámbar recogía entre risas lo que había salpicado sin querer- Te llamo luego, Mark, nos vemos.

Colgó rápidamente he hizo una reverencia con las mejillas rojas mientras ellos se reían por lo bajo. Era raro ver a Tenshi con una camiseta de tirantes negra y unos pantalones cortos mientras que su rostro estaba rojo y no parecía ser de la vergüenza, si no porque había salido a hacer ejercicio ya que su pelo estaba mojado y se adhería a su cara.

- Qué susto - susurró mientras que el de pelo negro estrechaba su mano -. Pensé que no vendrían, mucho menos tan pronto - murmuró mientras observaba los platos, rápidamente los recogió y se quedó mirando al rubio.

- Ese es All Might, ¿no? - dijo su madre sonriente y algo avergonzada, su hijo fingió no sorprenderse e hizo una sonrisa enorme mientras dejaba los platos rápidamente en el lavavajillas y lo ponía a funcionar.

- Cierto, cierto - asentía mientras se secaba las manos -. Perdón por las pintas.

- ¿Conseguiste arreglar el canal de la señora Okamotō? - preguntó curiosa la mujer mientras le veía poner a hacer un poco de té y le servía un café normal a Aizawa, que lo acogió rápidamente bebiendo a través de una pajita, agradeció eso, suficientes problemas había dado con el ramen.

- Sí, sí - le restó importancia el muchacho mientras se sentaba en la encimera -. Resulta que algún gracioso lo llenó con toallitas húmedas y tuve que vaciarlo - rodó los ojos de nuevo mientras miraba a sus profesores -. ¿Estaba bueno el ramen?

- Delicious, boy. Give me the recipe - dijo Mic tan enérgico como siempre, rodeándolo con un brazo y agregando un ambiente cálido.

- Lo siento, Mic-sensei, es la receta de una de las señoras del orfanato, no te la puedo dar - dijo divertido el muchacho, bebiendo de su café tranquilamente mientras esperaba que la olla hirviera para hacer el té. - Además he tenido que correr porque el de la tienda Sakanoshita había pedido tres fardos de Coca Cola y resulta que el hijo de su madre los ha dejado en la estación.

- Sin presiones eh, te han dicho que reposes, idiota - Mic le dio un zape en nombre del pelinegro, que era el que había dicho aquello.

Todos ignoraban que Midnight estaba sonrojada y con una cara de excitación máxima mientras murmuraba lo bueno que estaba el peliblanco así de sudado y con la camisa pegada al cuerpo, si fuera blanca...