El ángel de la guarda. (bnha x male!reader)

diez.

Tenshi podía jurar que, ni entrenando solo antes de ir con el viejo, se había sentido tan cansado. Luego de la segunda pelea, en la que perdieron porque no pudo aguantar sin que le descubriera Daiki y que los otros no pusieron mucho esfuerzo salvo Nejire, tuvo clase de matemáticas, seguido de Japonés e Historia de Japón. La comida fue tranquila y, por primera vez, alguien que no eran sus amigos, le vieron tomar café como un poseso y, a los cinco minutos, estar cabeceando porque no podía más con su vida. Por la tarde, tuvieron la primera clase de práctica con All Might y Tenshi, a pesar de que no podía apenas mantenerse en pie, porque comenzaba a pasarle factura los terribles esfuerzos que había hecho con los de tercero, ayudó cuanto pudo a Jiro al hacer pareja como villanos protegiendo la bomba. Iban contra Bakugo y Kirishima quienes, para su mala suerte, hacían un equipo estupendo a pesar de lo diferentes que eran sus dones. Con mucha suerte, pues el peliblanco quería dormir y no despertar en tres días, ganaron trabajando arduamente en menos de cinco minutos. No necesitaban muchas palabras y tampoco habían hecho un plan, más que el chico solo comentó lo que él podía hacer para incitarla a ella a hacerlo también y saber cómo podían complementarse.

Se habían complementado igual o mejor que los dos supuestos héroes, por lo que había sido una batalla reñida durante unos cuantos minutos en los que, entre los dos, hacían luchas individuales y se protegían el uno al otro. Finalmente, Tenshi superó a Bakugo en puntos y no pudo evitar celebrarlo con Jiro, que se reía al ver animalitos de fuego recorrerles y hacerla cosquillas. No sufrieron muchos daños, pero todos notaron cómo el peliblanco se durmió el resto de clases en la camilla que Recovery había colocado para futuros accidentes.

Midoriya terminó por despertarle con algo de pena, viéndole curioso pues no hacía más que bostezar y quejarse si hacía ciertos movimientos. No pudo evitar preguntarse verdaderamente cómo habría sido de duro el entrenamiento si él, que era el representante de todo primero, estaba tan masacrado hasta tal punto de sentirse caer de vez en cuando. Midoriya y Uraraka, al ver que se caía en varias ocasiones, quisieron acompañarle hasta la estación. En el camino, el peliblanco no dijo mucho ya que estaba metido en sus propios pensamientos. Sin embargo, tuvieron la dicha de observar que, ante el ocaso, el peliblanco paró en un puente mientras eran rodeados de flores de Sakura. Ninguno de los más bajos pudo evitar sonrojarse al ver al peliblanco, al cual le daba aquella anaranjada luz en el rostro, parar a sonreír mientras veía aquel maravilloso momento. Sus ojos se achinaron brevemente y brillaron de ilusión al ver el atardecer.

- Lo siento, acabo de recordar una cosa - rió brevemente el mayor antes de tomar la delantera, cerca de la estación ya. Se aseguró de apuntar el lugar para llevar a Kaida algún día.

- ¿Fue duro el entrenamiento, Tenshi-chan? - preguntaba Uraraka curiosa, Midoriya prestó atención al estiramiento de brazos y alas del muchacho.

- Muchísimo, la verdad - se empezó a quejar mientras se acariciaba los brazos -. Nuestro entrenamiento es su calentamiento, no sé cómo aguanté tanto.

A los dos más bajos les recorrió un escalofrío mientras que le miraban como si fuera algo horrible lo que acababa de decir. De solo escucharlo, ya entendían y sentían porqué se quejaba tanto, murmurando que al día siguiente tendría unos "dolores del demonio".

Finalmente llegaron a la estación y, por las molestias, Tenshi les compró unos snacks y unas bebidas para el camino de vuelta, aunque se sentaron a esperar con él y quedaron en que, llegados los periodos de exámenes, irían al pueblo de Tenshi a estudiar ya que era más tranquilo que cualquier biblioteca, y luego se irían turnando a las casas de los otros para no ser siempre en el mismo lugar. De igual forma, tenían curiosidad por saber el método de estudio del número uno en su clase. Ciertamente, Tenshi no tenía mucha pinta de ser alguien estudioso, por lo que Deku y la pelicastaña estaban muy, pero que muy, lejos de la realidad. Tenshi siempre se había esforzado el triple que cualquier persona normal para poder sacar esas notas tan perfectas, sus amigos del pueblo lo comprobaban siempre que iban a su casa a estudiar porque estudiar con él resultaba ser un infierno que, aunque les daba tiempo de descanso siempre, les dejaba más cansados de lo usual.