dieciocho.

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Su sonrisa divertida aumentó cuando, en la carrera, sintió los característicos temblores de los robots en la prueba de acceso práctica. Los demás, salvo Bakugo, se paralizaron al ver a aquellas tremendas bestias surgir frente a ellos, fue peor cuando Tenshi abrió sus alas por completo y las cadenas de fuego comenzaron a aparecer a su alrededor.

Observó a los de su alrededor e hizo reaccionar a Shoto y Bakugo cuando se elevó en el aire de un fuerte aleteo, sacando mucho polvo y confundiendolos al no poder ver. Cortó a los dos primeros robots en muchos pedazos, haciendo que salieran disparados hacia los demás. Con otro aleteo, dispersó el polvo y dejó que vieran los trozos para defenderse y que él pudiera avanzar. Quería retrasarlos, pero no matarlos a golpes en la primera de cambio.

Volvió a bajar para continuar corriendo, pero manteniendo las llamas en su cuerpo habiendo quemado ya su parte de arriba del uniforme sin haberse dado cuenta. Sonrió hacia la cámara divertido al verse en primera pantalla, seguramente estarían hablando de las posiciones.

El segundo no fue difícil, pues creó una tabla de fuego con propulsor y dejó que se deslizase por las cuerdas rápidamente. Volar sería hacer las cosas fáciles y lo que quería era captar la atención a través de sus métodos de lucha.

Continuó corriendo por el lugar y sonrió con la respiración agitada al ver el campo de minas. No sabía cómo pasar eso, joder.

Con impaciencia, pues Shoto y Bakugo comenzaban a acercarse con Midoriya no muy lejos y varios de las clases diferentes dispersados y con miedo, apareció un Fénix de fuego moderadamente grande, pero no mucho, y se montó en él sabiendo que habría alguno más que curioso que se quisiera subir igual, así que cogió altura y comenzó a planear, estando de nuevo el primero.

Sin embargo, lo siguiente no fue tan bonito.

Midoriya chocó contra él y, a duras penas, el peliverde pudo cogerle de la mano pues estaba bastante herido por el choque y a punto de desmayarse. Al final, acabó como segundo.

Los paramédicos se acercaron rápidamente ya que comenzaba a sangrar, Midoriya estaba a punto de llorar. Tenshi sonrió, un poco moribundo, y cogió su mano para darla un pequeño apretón y decirle por lo bajo que no se preocupase.

Luego de unos minutos de recuperación, Tenshi estaba como nuevo, un poco cansado pero con ganas de seguir. Pudo escuchar a sus amigos maldecir al peliverde, así que se acercó al mismo con una sonrisa amigable y pasó un brazo por sus hombros riendo levemente y anulando la tensión del peliverde, que con los diez millones de puntos ganados y el hecho de que Iida se había puesto en contra de él y Ochako, estaba bastante perdido en sí mismo. Tenshi le dio un golpecito suave en la frente a ambos, luego de que hubieran explicado la carrera a caballito.

- Midoriya, he dicho que hemos venido a disfrutar - el nombrado sonrió brevemente - ¿Puedo ser de tu equipo?

- ¡Yo también, yo también! - saltaba emocionada Ochako, Midoriya se veía sonrojado.

- Sí - asintió frenéticamente.

- Bien, entonces les diré algo - Tenshi se cruzó de brazos, haciendo marcarlos e ignorando que de repente había mucho más ruido de lo usual -. Cuando me incendio, quemo, así que sería contraproducente hacer que use esa parte de don a menos de que sea muy necesario - ellos estuvieron de acuerdo -. De igual forma, nublare mi tacto para aumentar mis otros sentidos, así que procuren agarrarse bien - observó a Tokoyami solo, en una esquina -. Debido a que no podré crear mi fénix para protegernos, creo que deberíamos tener a Tokoyami en la retaguardia y que Dark Shadow nos defienda, tiene muy buenos reflejos y puede guiarse por mí si es necesario.

- Me parece una buena idea. - asintió seriamente Midoriya, pensativo.

- Uraraka-san te defenderá a tí y yo los elevaré en el aire para que sea más fácil defendernos, espero que Tokoyami-san quiera venir con nosotros - murmuraba por lo bajo al lado de Midoriya y, aunque se dirigía más a sí mismo que al peliverde, el de rizos y la castaña no pudieron evitar sonreír.

El ángel de la guarda. (bnha x male!reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora