Solo era una sesión de fotografías mas, algo de lo que ya estaban acostumbrados todos los miembros.
Taehyung nunca pensó que alguien tan simple y llena de energía pudiera causar tantas emociones en él solo con un simple disparo de una cámara.
Capitu...
Solo dos respiraciones en la habitación, el sonido de nuestros labios en sincronía con besos que parecen dulces pero están cargados de deseo, mis manos se están dando el lujo de sentir toda su piel, es suave, caliente y esta a mi disposición. Su cabello se desliza por su espalda creando una cortina habano que contrasta con la piel nivea, es como besar una obra de arte, como acariciar algo perfecto que no tiene comprensión.
Sus labios se deslizan por mi mandíbula dejando pequeños besos a su paso por mi cuello y hombros, trato de tragar saliva pero me es difícil, mas sintiendo su entrepierna humeda tan cerca de mi ereccion, ambos estamos desnudos en su cama, sentados, ella encima de mi con sus rodillas en los costados, dejándome espacio para acariciar desde su muslo hasta su delicado trasero.
Es pequeña.
Es delgada.
Pero cada centímetro de su figura me vuelve loco, me tiene al borde del deseo, su pecho desnudo contra el mío, me hace sentir sus pezones rosados endurecidos, por la cantidad de caricias que ambos nos proporcionamos.
Ella se levanta un poco moviendo su cadera, sin necesidad de usar sus manos logra acomodar mi miembro en su entrada, después baja despacio sujetando mi rostro y jadeando en mis labios, puedo sentir como me abro paso por su estrechez, al estar totalmente dentro la escucho gemir. Me aferro a su cintura y la ayudo a moverse.
—Tae.
Susurra y me abraza sin dejar de moverse, él sudor empezaba a hacer palpable en su espalda, puedo sentir como su corazón se agita aun más.
—Déjame ayudarte.
La acosté, levanté su cadera con mi brazo y ahora empecé a moverme, ella se sujeto de mis hombros y sus dedos apretaron mi piel.
—Tae, no soportaré mucho.
La bese y su cuerpo se estremeció en una linda convulsión, empapando mi miembro con su orgasmo, se mordió los labios y me observo.
—No te dejare ir en toda la noche.
—Me suena un buen plan.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
