Dos amigos eran. Dos puntos unidos por la misma recta. Solían juntarse a explorar la ciudad, cruzando distintos lugares por los que usualmente las personas se desplazaban. Les encantaba navegar a través del inmenso océano gris de intersecciones infinitas, perderse en la naturaleza sólida; misteriosa evolución destructiva, pero no menos útil, del ser humano.
Dos amigos eran; uno del sur, otro del norte. Dos amantes del mundo, conocedores de su entorno, no así de cada uno. Sonreían entre ellos, actuaban como genios de la irreverencia y soñaban con detener el tiempo, para luego modificarlo a su antojo, y no precisamente para reparar heridas del pasado. Planeaban la creación de un escenario disruptivo; un quiebre espacio-temporal que les permitiera respirar, y visualizar las dimensiones de las "mil vidas", para jugar con la incertidumbre de su futuro.
¡Dos amigos eran! Cosechando proyectos, intercambiando miradas de complicidad, pues, ambos sabían que ninguno de ellos daría frutos sobre el terreno árido en el cual se hallaban. Eran dos, que entre tanta discordia, convergían hacia la disrupción.
Dos amigos fueron por un largo tiempo, cayendo y luchando para salir desde el fondo del pozo en el que violentamente habían caído.
Dos amigos eran, y dos amigos serán, pues, alejar de ti tu sombra, jamás podrás.
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Dedicado a un gran hombre, muy buen amigo; "el muchacho de las vidas", con quien tuve la fortuna de conocer otro lado del mundo.
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Disrupción
Conto"Algún día se toparán nuestros caminos, nos miraremos, y hasta quizás ignoremos. Pero en nuestro interior reflexionaremos acerca de los errores tras nuestras decisiones, y tal vez concluiremos que tan desconocidos, no éramos..." Una vez más, de regr...
