"A estas alturas es un deseo demasiado egoísta. Pero me gustaría hablarle una vez más, aún si al final de la charla me escupe en la cara"
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Goldheart se servía café, la 3era taza de esa mañana. Era domingo, pero eso no quitaba que fuera un día de mierda. El héroe castaño llevaba durmiendo mal durante un mes, y todo era por culpa de aquella pesadilla continua que parecía volverse más recurrente.
Al menos la falta de sueño no afectaba tanto su actividad de héroe, las noches en vela eran comunes en situaciones peligrosas e investigaciones largas. Pero esto no dejaba de lado que las jaquecas, y andar sobreviviendo de café extra cargado no estuvieran afectando su salud. Además, estaba seguro de que terminar durmiéndose en cualquier lugar de manera repentina se le iba a volver problemático.
Necesitaba dormir, pero temía que en el momento que cerrara los ojos, se le viniera de vuelta ese maldito terror nocturno.
Goldheart trató de apartar sus pensamientos de aquello, y se tiró sobre su mesa. Atrás de él comenzaba una música de Jazz improvisado procedente de un podcast, donde varios fulanos discutían sobre si los wraps eran sandwiches o no.
- Mldita zea, ia stoy arto - murmuró con la cara en la mesa.
Goldheart pensaba mucho en la pesadilla y su significado. Era tan raro que su mente le repitiera que el nacimiento de su hermano fue una especie de presagio de mal augurio.
Quizás sí lo era, ya de por si sus padres se olvidaban continuamente de los cumpleaños de Kenning y Goldheart no entendía por qué. Kenny nació al medio día, una tarde en donde anunciaron en las noticias que iba a haber un eclipse total de sol, lo cual era suficiente como para recordar un cumpleaños (si era precisamente por eso que él recordaba hasta la hora). Oh tal vez sus padres se olvidaban de ello porque también era un día de luto. Ese día también al padre de su tío Raffael, compadre de su padre, le dio un paro cardiaco, y a pesar de que los doctores en la clínica jodida en donde los atendían hicieron lo que pudieron, fue muy tarde.
De hecho, era por eso que le habían puesto Kenning. Era el nombre del padre de su tío Raffael. Su tío se llamaba Raffael Fiddleman, y el padre de este, Kenning Fiddleman
Goldheart no quería concluir que significaba algo. A pesar de las cosas que observaba a su alrededor no era para nada supersticioso, y pensar que su hermanito llegó al mundo con una especie de marca maligna sobre él era una soberana pendejada. Eran coincidencias desafortunadas, si, pues don Fiddleman llevaban ya años batallando con sus problemas del corazón, y Kenny no fue el único ser humano en nacer durante ese eclipse.
- Kenny solo está enfermo, maldito cerebro - murmuró para sí.
Porque sí. La falta de atención temprana a sus múltiples problemas psiquiátricos lo volvió un hombre horrible, eso era todo.
Y ahora que pensaba en problemas psiquiátricos, tenía que pensar en cómo solucionar su bronca.
¿Qué iba a hacer el? ¿Ir con el psicólogo o algo así? Escuchó que en uno de los tantos reclusorios de máxima seguridad trabajaba una doctora psiquiatra muy buena que también atendía a héroes. Aun así tenía sus dudas, no estaba seguro si tomaría en serio el hecho de que la mayor parte del insomnio del "poster boy" de P.E.A.C.E fuera provocado por una jodida pesadilla.
Luego pensó que quizás un cambio de ambiente le vendría bien.
Unas vacaciones.
Necesitaba unas vacaciones.
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Los chicos del coro.
FanficGoldheart lleva casi un mes teniendo pesadillas y no ha dormido bien. Aun así, es mandado a una misión de suma importancia en una playa semi turística. Desafortunadamente dicha misión se termina yendo a la jodida, y lo peor es que no recuerda ni p...