v e i n t i c i n c o (25)

11.8K 762 1K
                                    


Kim Sunghye POV


No es un sueño. Sí sucedió, estoy con Yoongi.

Hace 10 minutos que desperté. Y con lo primero que me topé fue su espalda pálida y su largo cabello alborotado. Me tomó unos segundos darme cuenta que era Yoongi. Había olvidado que terminamos durmiendo en el que será el cuarto de Yui. Su colchón está en su pequeña terraza, secándose luego de nuestra serie de decisiones guiadas por la cruda necesidad.

Yoongi duerme profundo a mi lado. Boca abajo, sólo mitad de la cobija cubre su cuerpo, dejándolo desnudo de la cintura hacia arriba, dándome esta vista perfecta de su espalda pálida y desnuda, de sus labios entreabiertos, y su suave respiración de un sueño tranquilo.

Un mechón largo de su cabello azabache cosquillea en el puente de su nariz, así que lo aparto con delicadeza. Él reacciona en sueños, por lo que, su brazo que aún rodea mi cintura, me estrecha más hacia su cuerpo, manteniéndome cerca de él. Se ve tan tranquilo, y quiero creer que está realmente descansando.

Frunzo mis labios con fuerza, aguantando las densas ganas de llorar que siento ahora. El nudo en mi garganta es pesado, a causa del barullo de sentimientos densos que cargo en mí.

En serio está aquí. Está conmigo, durmiendo, tranquilo. Como antes...

No, esto es mejor que antes. Porque él ha vuelto a mí.

Necesitaba esto. Lo necesitaba a él.

Estoy de nuevo en sus brazos. Siento de nuevo su calor, su aroma. Lo siento de nuevo a él, vivo, cálido. La ansiedad abandonó por completo mi cuerpo apenas volvió a besarme y jamás me había sentido tan ligera como ahora.

Me acurruco más a su lado, cerrando mis ojos de la satisfacción y felicidad que siento. Tantos años...

Mis ojos se inundan de lágrimas cuando el recuerdo de los días que lo di por muerto me arrolla. Ahogo un sollozo, colocando mi contra mi boca, pero las lágrimas no soportan más, regándose por todo mi rostro. Todas esas noches que sollocé hasta quedarme dormida por el agotamiento y el ardor de mis ojos, pensando que nunca más podría tocarlo, oírlo o sólo verlo de esta manera.

La manera en la que sentí que morí cuando Taemin me hizo confirmar mis peores miedos. Tantas noches que es las ideas oscuras atormentaron en mí. Las preguntas densas que me hacía. ¿Acaso había sufrido al arrebatarse la vida? ¿Su muerte fue dolorosa o pacífica? ¿Yo tenía la culpa de esa decisión? Nuestra última conversación a las orillas del rio Han, aquella donde me confesó que el día que nos conocimos casi lograba su cometido de morir.

¿Qué lo había hecho lograrlo?

Y sentí cómo moría desde el interior con cada día que pasaba, y parecía más real esa posibilidad de que él ya no estuviera con vida. Fue a la semana que Taemin me hizo creer que Yoongi había muerto, que comencé a hablar con él, como si estuviera ahí. Como si pudiera escuchar cada palabra, susurro y promesa silenciosa que soltaba.

Le prometí que sería fuerte por él.

Prometí amarlo hasta el final.

Hice promesas de seguir adelante por él, cuidar de Yui. Amarla como si él estuviera aquí todavía.

Pero, ahora aquí está. Y no permitiré que nada me separe de él. Como salido de uno de mis sueños más vividos. Si no estuviera sintiendo su calor, si no estuviera sintiendo su piel tibia contra la mía, juraría que estoy alucinando.

Redención; Min Yoongi [Segundo Libro de Extrema Obsesión] [TERMINADA] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora