Redención; Min Yoongi [Segundo Libro de Extrema Obsesión] [TERMINADA] ✅

t r e i n t a i d o s (32)

Min Yoongi POV

La incandescente luz de la mañana golpea mis ojos con agresividad cuando escucho como Sunghye abre las persianas panorámicas del ventanal de mi habitación. Gimoteo, intentando girarme sobre mi costado.

La espantosa punzada que rasga en mi brazo, me fuerza a abrir mis ojos de golpe. Maldiciendo en voz alta. Olvidé mi condenado brazo.

—¡Ten cuidado! — la voz de Hye llega apresuradamente desde el otro lado de la habitación.

Sus pies descalzos dan pasos ahogados y apresurados hacia mí, apareciendo en mi campo visual a los pocos segundos. Su mano aparta todo el cabello de mis facciones, ayudándome a incorporarme.

—Tienes que recordar que aún estás durmiendo semi-acostado, Yoongi— reclama con dulzura. Su mano acaricia mi mejilla.

Relamo mis labios. Resecos. Dios, otra noche complicada. No recuerdo cuando me dormí. ¿Ayer qué hice? ¿Almorcé? ¿Cené? Mi mente está en blanco. Aún aturdido, me incorporo un poco en la cama.

—¿Qué días es hoy? — susurro.

—Sábado— siento sus manos entrelazarse en las hebras de mi cabello.

Oh no... la última vez que pregunté fue el jueves. ¿Dormí todo el día de ayer? Frunzo mi ceño, intentando recordar. Pero nada llega a mi mente. Sunghye me lee con facilidad. Repaso mi entorno, concentrándome en mi respiración para no desubicarme. Estoy en mi departamento. Tengo ya 2 semanas que volví de la clínica.

—¿No he comido desde el jueves?

Ella niega, angustiada.

—No has comido nada. Sólo dormiste ayer. Intenté despertarte en varias ocasiones, pero sólo gimoteabas y volvías a caer profundo. Sé que es el efecto secundario de todo el coctel de medicamentos que estás teniendo ahora, pero, aun así me preocupa— frunce su ceño, ¿Por qué está maquillada? —. ¿Te duele la cabeza? ¿Tienes hambre? Preparé algo esta mañana de tu menú. Aunque puedo ordenar algo especial si eso quieres.

Me concentro en sentir qué pasa. Me sorprende que, pese al ayuno prolongado, no tengo hambre. Mi cabeza no duele. Es cuando mi corazón comienza a acelerarse a un ritmo taquicárdico, que mis alarmas se activan. El sueño me inunda de nuevo, causando pesadez en mis parpados. Por un instante siento vagar mi mente.

Pero Hye vuelve a arrastrarme con ella.

—Son las nueve de la mañana. Pensé que, tal vez, quisieras despertar hoy desde temprano— su mano derecha desciende por mi cuello, brindándome esa sensación cálida que relaja los músculos tensos, su izquierda sigue acariciando mi pómulo con su pulgar—. Puedes darte un baño. Te ayudaré a lavar tu cabello. ¿No quieres?

Rodeo su cadera con mi brazo bueno, mi cuerpo posee más gama de movimiento, por lo que atraerla no me es tan tortuoso. Mi corazón se acelera al verla mejor. ¿Va a salir? Su maquillaje está hecho. Su cabello, aunque parece desarreglado, es adrede, pues tiene un peinado estilo "bun". Tiene un pantalón de terciopelo rosa intenso, suelto, que hace un corte perfecto en su cintura. Su top blanco se adhiere a la perfección a su cuerpo.

Relamo mis labios, odiando no poder tocar el arco de sus hombros, o sus clavículas descubiertas. No cuando sigo relativamente atado a esta jodida cama clínica. Quiero mi cama normal, poder dormir de costado sin que mi tórax destrozado, o mi brazo dañado, me causen incomodidad.

Quiero regresar a mi rutina normal. Recuperar el tiempo perdido con Hye.

Poder dormir con ella de nuevo, sin que eso signifique que pueda lastimarme.