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Nathaniel Parker

Salí corriendo de casa, lo último que quería era llegar tarde. Recorrí la calle a grandes zancadas.

Miré a mi alrededor y en cuanto le vi, no pude evitar ir corriendo. En cuanto llegue a su altura tuve que controlar el impulso de abrazarlo. Sin embargo él fue quien me rodeó con sus brazos primero. Yo, extrañado, le devolví el abrazo. Por un momento ignore que ese gesto tuviese alguna razón.

Después acabe, separándome de él y le miré a los ojos. Los tenía rojos no sabía si había estado llorando o lo hiba a hacer pero había una cosa clara; algo no estaba bien.

Le volví a abrazar ignorando que acabásemos de hacerlo.

Mientras, mi cabeza se había puesto a pensar a toda velocidad en las miles de cosas que podrían haberle pasado, en que podía decirle cuando se separase de mí.

Y ese momento llegó, él se alejó y tras un segundo en el que los dos pensamos que decir, el habló.

-N-Nate -su rostro se torno de la peor forma posible y espero unos segundos antes de seguir- Te he echado de menos.

Estaba confuso pero mi mente estaba ocupada entre pensando que hacer y observarle.

-Tienes que ayudarme -me susurró. Yo estaba empezando a asustarme

-¿Que ha pasado? -logre decir- ¿Estás bien? -me di cuenta de lo estúpido que había sido eso, no estaba bien

-Son... -dudó y yo no necesité más para saber a quién se refería

-Los chicos del otro día... -completé

El chico se limitó a asentir con la cabeza mientras notaba como la ira me consumía. ¡¿Como era posible?! ¡¿Como era posible que se volvieran a acercar si quiera a él?! No tenían ningún derecho.

El chico pareció notar que se me tensaba la mandíbula y llevó su mano al hombro. Ya parecía más calmado.

-No hagas ninguna tontería -me dijo-. Solo ayudame a recuperarla.

-¿A recuperar que? -pregunte confuso

-Mi libreta

Entonces la imagen de él en el supermercado se me vino a la mente. Como había dicho que era suya y uno de eso imbéciles le había empujado con fuerza. Las venas me ardían solo de recordarlo pero intenté disimular.

-Esta bien -contesté-. ¿Por dónde se han ido?

Ada Parker

Entré en el cuarto de mis padres sin que se dieran cuenta. Ellos estaban en el salón viendo ese programa que tanto les gustaba. A pesar de todo papá había convencido a mamá de verlo.

Me pareció oír que la vendría bien para distraerse pero no estaba segura y no quería sacar conclusiones precipitadas.

Recogí la cámara de donde la había camuflado y volví a salir del cuarto como si nada hubiese pasado. Me metería en un lío si mis padres averiguaran lo que acababa de hacer. Sin embargo, ignoraba el hecho de que llegasen a enterarse.

Entré en mi cuarto y puse la cámara frente a mi, dispuesta a averiguarlo todo. Pensaba verlo de principio a fin y la primera frase contribuyó más de lo que había esperado. Me había preocupado, sí, pero ya no había vuelta atrás.

Nathaniel Parker

JP me contó por donde les había visto marcharse y sin dudar un segundo, decidimos seguirles el rastro.

Nate x JP, un amor de incógnitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora