Nathaniel Parker
Ya no tenía puesto el pijama con el que antes vestía. Ahora llevaba en su lugar una oscura sudadera con una mayas negras. Se había atado el pelo en una alta coleta y parecía más activa que nunca. Sin duda mucho más que cualquiera de nosotros. Sobre todo de Max, JP y yo, quienes estábamos agotados después de un día tan intenso
Aleix, a diferencia del resto, Lucía con una amplia sonrisa y, si aquello era posible, parecía más despierto que antes.
–¿Y bien? –soltó Hanna– ¿Que es tan importante como para que literalmente acabe de saltar por la ventana?
–Jason, Arthie y Leah –intervino Max
Y así acabo contando todo lo ocurrido. Cuando terminó Hanna ya no parecía tener tanta valentía como al saltar desde su cuarto. Había una buena historia detrás, eso cada vez estaba más claro. Sin embargo seguía confundida.
–Él solo es... –paró de repente, como si hubiese estado apunto de decir algo que quería guardar para ella– No se dónde puede estar. Bueno, suele ir a un callejón, en frente del insti.
–Sí –dije yo–. Ahí estábamos cuando todo ocurrió. Aunque la verdad es que tiene muy mal gusto para escoger sitios... –pensé en alto
–En realidad es bastante evidente –me sorprendió que JP hablase, era obvio que Hanna y Aleix lo intimidaban– Está cubierto, tienes que entrar dentro para saber qué está haciendo, no se ve a simple vista.
Y el grito de Max no puso de nuevo a lo que estábamos.
–¡Dejad de hablar sobre cosas inútiles como un par de imbéciles! ¿¡No os imagináis que puede haber pasado si las ha alcanzado!?
Hanna frunció el ceño
–No es por interrumpir, pero en ese caso tal vez sea tarde
–¡CALLATE HANNA!
Y lo próximo que captaron mis oídos fue el grito de Hanna. Lo que hizo que me girara asustado hacia ella. Todos lo hicimos.
Una sensación entre alivio y sorpresa me invadió al ver la causa. Era Arthie. Pero... ¿Dónde estaba Leah?
Lo próximo que ocurrió me sorprendió tanto a mí como a todos. Max acababa de abalanzarse sobre ella y en medio segundo ya estaba abrazándola como si acabase de volver de entre los muertos.
La recién llegada estaba de piedra. El abrazo le había pillado desprevenida y no había tenido tiempo suficiente para reaccionar. Sobre todo porque enseguida Max se soltó de Arthie e hizo la pregunta en la que todos estábamos pensando.
–¿Y Leah?
La chica evitó la mirada de Maxime y giro la cabeza hacia los lados.
–Ese imbécil no a dejado de perseguirnos. No se muy bien cuando pero nos hemos separado.
A pesar de probablemente, ser de los menos inteligentes del grupo, entendí que eso solo significaba una cosa; Que íbamos a llegar a casa muuuy tarde.
Nos dividimos en grupos para ganar tiempo y encontrar a Leah lo más rápido posible. Yo estaba a punto de decir que iría con JP pero justo en ese momento Max me agarró del brazo y decidió que iría con ella. Arthie dijo que prefería ir con JP, ya que lo conocía más y a Hanna y Aleix les tocó ir juntos por descarte.
Hanna vivía en las afueras, así que teníamos por un lado unas filas de chales y un par de edificios y por otro un parque natural sin entrada al cual podrían haber entrado.
Nosotros nos encargamos del parque, Hanna y Aleix de los edificios y JP se fue con Arthie hacia dentro de la ciudad, aunque no demasiado lejos.
Todos empezamos a irnos hacia nuestros lugares respectivos. No pude evitar girarme y por un segundo se me paro el corazón. Jacob también se había girado y por un momento nuestras miradas conectaron. Solo por un momento porque en seguida JP la apartó. Arthie había dicho algo y en un segundo JP estaba riendo.
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Nate x JP, un amor de incógnito
Teen FictionNate, un chico que al que nunca le ha gustado nadie más que su mejor amiga, no necesita nada más en su vida. Para Jacob, sin embargo, las cosas nunca han sido tan fáciles. Aún así, cuando Nate conoce a Jacob algo parece cambiar. Ya no tiene nada cla...