Nathaniel Gray
Los gritos de Maxime me ponían nervioso. JP y yo habíamos decidido venir juntos a donde Max había decidido pero al final nos habíamos retrasado y, como no, los gritos de mi amiga, no habían tardado en escucharse.
–¡Que poco en serio os tomáis hasta lo más interesante! ¡Me pregunto si algún día llegaréis puntuales!
–El día que accedas a regalarme tu portátil –respondí juguetón
Por su cumpleaños, dadas sus buenas notas, los padres de Max habían decidido regalarle un portátil. Pero como no, no era uno normal y corriente. ¡Era el mejor fabricado en toda Europa y Asia!
–¡NO TE ATREVAS! ¡YA TE HE DICHO QUE NO VAS A TOCAR ESE PORTÁTIL EN TODA TU EXISTENCIA!
Puse los ojos en blanco solo para fastidiarla más, pero al ver que mi truco no estaba saliendo como lo había planeado, decidí parar.
–Bueno, ¿Y por dónde vamos a empezar? ¿O es qué la habéis puesto un localizador en la mochila? –dije irónico
–Eso ni es legal, piensa un poco, para algo tienes la cabeza –respondió Max
–¿A no? Pues habría sido buena idea –intervino Arthie
–¡CENTRAROS! –chillo la chica
Max era una buena amiga pero en esos momentos podía llegar avergonzarte. Todos a nuestro al rededor se habían girado a mirarnos.
–Vale, pues a ver qué propones –dijo Leah por primera vez desde haber aparecido.
–Esta bien, escuchad. He estado pensando en como es Jason, como reaccionaría en ciertas situaciones etcétera y he llegado a la conclusión de que si valora tan poco una vida sus estudios no deberían importarle lo más mínimo. Y... Bueno, una persona con amigos y tan “de calle” sin nada que hacer... ¿Que creéis que haría?
–¿Tirarse todos los días por la calle buscando a alguien con quien meterse? –intuyó Leah– ¿Propones que le busquemos por toda la ciudad sin más?
–Mmm... –dudó un momento, dándose cuenta de que su plan no era tan bueno como había creído.
–¿Ese chico puede salir fuera del patio? –interrumpió Leah
–Ehh, sí claro
–Siempre les veo ir al mismo lugar. Bueno, en realidad sólo veo como entran pero por lo que tengo entendido es un callejón. No tiene salida.
–Sí, es verdad. Podemos mirar ahí –dijo Arthie
No teníamos una idea mejor así que hicimos caso a Leah y caminamos hasta el callejón del que habíamos hablado.
El lugar era amplio y ondo para ser un callejón. Al principio pensé que estaría vacío. Sin embargo algo en mi manera de verlo cambio cuando entendí que el día que nos habíamos chocado con Jason, él y sus amigos estaban justo en frente de allí.
Max se asomó al lugar y note como JP me agarraba el brazo con intensidad. En cuanto se dio cuenta de lo que acababa de hacer me soltó y se alejó repentinamente de mi lado.
Yo estaba confuso pero no me permití pensar más en eso. Que Max se acerca tan abiertamente, como si no hubiese ningún peligro, me ponía nervioso.
–No hay nadie –anunció ella
Sentí un alivio tan inmenso como engañoso. No me fiaba, algo no cuadraba.
Sin embargo entramos dejando atrás cualquier otra preocupación. En cierto modo porque Max nos había presionado a entrar. Yo solo jamás me abría asomado. Ese sitio me daba escalofríos.
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Nate x JP, un amor de incógnito
Teen FictionNate, un chico que al que nunca le ha gustado nadie más que su mejor amiga, no necesita nada más en su vida. Para Jacob, sin embargo, las cosas nunca han sido tan fáciles. Aún así, cuando Nate conoce a Jacob algo parece cambiar. Ya no tiene nada cla...