La explosión de plasma destruye la entrada, otro disparo de su cañón destruye la muralla.
—¿¡Markie!?—Chilla Eirene mientras [Incubus] sale de su cuerpo, confundido sin saber a dónde o quién atacar.
Markie carga a Eirene y salta por el muro distraído, las fuerzas de seguridad del lugar ya estaban ahí, siempre listas y atentas para todo.
Levantan sus cañones y disparan a Markie, pero el despliega un campo electromagnético como protección.
Interpretando lo que sucede, [Incubus] convierte sus brazos y hace surgir varios más de su cuerpo en forma de lanzagranadas, disparando una lluvia explosiva tras ellos.
De la espalda de Markie se abren compartimientos de los que salen cohetes que lo levantan del suelo junto a Eirene e [Incubus]
Sus sistemas de alarma le indicaban que están apuntándole con misiles rastreadores, por lo que lanza bengalas explosivas de fósforo rojo para dañar su visión infrarroja y evitarlos.
Habían escapado.
Eirene mira hacia abajo, estaban yendo muy rápido y alto, por lo que se abraza fuertemente a Markie.
El sonido de las alarmas poco a poco se va alejando conforme lo dejan atrás, hasta que Markie decide aterrizar.
—¿Porque fue eso?, ¿Que pasa Markie?
Markie toma a Eirene de los hombros.
—Cometi un error de cálculo, este lugar no es seguro para ninguno de los dos.
Cerca de aquí hay una base abandonada que solían usar los habitantes orgánicos de este planeta, con algo de suerte las naves todavía serán operacionales, pero debemos movernos rápido.Eirene asiente y toma la mano de Markie para que el la guíe.
Y tenía razón, la base estaba cerca, a menos de 20 minutos caminando. Poco a poco el acero y la grava de debajo de sus pies iba cambiando a algunos parches de pasto azul.
—Crei que habías dicho que no quedaba vida orgánica en el planeta.
—La vida siempre encuentra una forma, aún si intentamos acabar con ella— Dice Markie.
La base de lanzamientos estaba ahí mismo, no era más grande que una casa. Y toda la cápsula de escape no sería mucho más grande que una camioneta monstruo.
Markie abre uno de los paneles en la cápsula y la recalibra, eso debería servir para enviarlos a ambos directo a la base de la federación, solo le tomaría un par de minutos actualizar su trayectoria.
En ese momento el suelo empieza a temblar y se parte cerca de ellos.
Del suelo sale una larga y enorme serpiente mecánica, con brazos parecidos a los de una mantis religiosa, con largas cuchillas.
Eirene retrocede, [Incubus] sale.
—¿Porque siento que esto ya lo viví?—Dice la niña para sí misma.
Markie apunta con todo su armamento a la serpiente mecánica, disparando en su rostro, obligándola a cubrirse con una de sus cuchillas.
Había apuntado directo a los receptores ópticos.[Incubus] convierte varios brazos en lanzagranadas de plasma, golpeando aún más duro al robot, al punto de hacerlo caer de lado.
Tan pesado era que al caer los hace perder el equilibrio.
Momento que aprovecha para disparar su lengua como si fuera un arpón hacia Eirene, y si ella no tenía equilibrio, [Incubus] tampoco.
Por lo que no podía protegerla.Pero no se derrama sangre roja en el suelo lo hace la sangre gris y brillante de Markie, que había recibido el arponazo en lugar de la niña.
La sangre gris mancha el rostro de Eirene.—Entra a la cap... Cap.. cápsula, y ve...te....
La luz del visor de Markie se apalga mientras arrastra esa última sílaba.
La serpiente mecanica lo agita con violencia en el aire antes de estrellarlo contra el suelo tan duro que lo hace rebotar.
—¡Markie!—Grita Eirene.
La serpiente se incorpora, aún si no podía ver bien por como habían destruido si rostro, aún podía detectar el calor.
La serpiente ataca con sus cuchillas y lengua sin parar, ataques que apenas y por poco podía evitar gracias a [Incubus] que los bloqueaba y redirigia con bordes redondos.
Pero no aguantaría mucho así.Y en ese breve momento, la energía de reserva entra en acción.
Markie se pone de pie, ahora solo en dos de tres piernas y con dos brazos menos.Markie apunta su brazo restante convertido en lanzallamas a los sensores de la serpiente mecanica, dejándola ciega.
Con su único brazo agarra una de las cuchillas de la serpiente y dispara su láser a la unión para arrancarsela.
—¡[Incubus], Lluvia explosiva!—Hace sonar Markie por sus parlantes, mientras sostiene la cuchilla hacia arriba.
Incubus se recompone y apunta todos sus brazos hacia la serpiente, disparando sus pesados proyectiles contra ella, volviendo a hacerla perder el equilibrio y cayendo de lado, sobre la cuchilla que lo atraviesa de un lado al otro.
Cuando el polvo se dispersa, Eirene corre hacia Markie. La mitad de su cuerpo estaba aplastada por la serpiente, sus circuitos y cables se desparramaban por todos lados echando chispas, aceite y otros fluidos artificiales.
—¡Markie!, ¡Ganamos!, ¡Nos vamos a ir, solo te tengo que sacar de ahí!
Eirene empieza a cavar con sus manos, embarrandolas de tierra y sangre gris.
El robot pone su mano sobre las de la niña,
Deteniendola.—No, Eirene. Estoy... Más allá de la reparación. Toma... Esto...
Markie abre su pecho, mostrándole el vial con Nanitos.
—¿Que es esto?—Pregunta Eirene tomando el Vial.
—Son... Nanitos, te harán poco a poco algo más mecánico que orgánico, pero serás más fuerte. Los reconfigure, no dañarán tu....cerebro.
Las lágrimas de Eirene caen sobre el visor de Markie.
—¿Porque lo hiciste?, ¿Porque me sacaste de ahí?
—... ¿Y yo que voy a saber?, Quizás algo de tu irracionalidad orgánica se me pegó.
Eres irritablemente contagiosa.Eirene de ríe un poco de eso y Markie le pasa su tenaza por la mejilla, apartandole las lágrimas.
La luz del visor de Markie titila.
—Escucha...Debes irte, ayuda a....S-Simil y al resto... Van a ne-necesitar...tu... F-fuerza.... Ei... Rene... Mi....amiga... Mi...igual...
La tenaza cae al suelo.
Eirene se limpia las lágrimas con la manga de su camisa y el visor de Markie.
No era tiempo de llorar, aún si tenía los ojos tan húmedos que no podía contenerlos.
[Incubus] abre un compartimiento en la cabeza de Markie y saca un componente que guarda en la mochila de Eirene.La niña se pone de pie, sola.
Alejada a varios planetas de distancia del amigo más cercano y entra a la nave.
Se sienta en ella y pulsa el botón rojo, esperando que fuera la ignición y no la autodestrucción.Y la cápsula se enciende y despega, mientras ella mira por la ventana la carcasa de su amigo.
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GALAXIA SIMIL
Science FictionSímil y sus compañeros han logrado escapar con vida de la tierra. pero el universo se abre ante los ojos de sus acompañantes terrícolas, con la nave insignia de la federación destruida, los cazarrecompezas están siendo la nueva fuerza militar privad...