Eit

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—No lo entiendo—Dice Símil, en un tono que Samantha jamás había oído—Mi nave fue la única que no aterrizó en Asilia, y todos volvimos.

—Recuerda una de nuestras habilidades, el endurecimiento. Cuando estamos en peligro podemos enfurecer nuestra piel para protegernos—Dice Eit—aunque claro, el endurecimiento que un solo Asilian no sería suficiente.

—¿Entonces como...?Oh, ya entiendo. No usaste TU endurecimiento—Contesta Simil.

—Es bueno saber que tu mente sigue aguda. Es cierto. No use mi endurecimiento. Absorbi a otros Asilian que estaban cerca de mí y los force a protegerme mientras el Asilia colapsaba. Estuve bastante tiempo atrapado en una bola endurecida mientras tú huias.

—Eit, créeme. Si yo lo hubiera sabido...

—No te culpo, la opción más racional era irse del lugar y la probabilidad de supervivientes era casi nula.

Samantha no tenía participación en esta conversación aún si estaba ahí de pie, era u asunto entre estos dos alienígenas grises.

—¿Porque no me avisaste de alguna manera? En todo este tiempo podríamos haber hecho algo para reconstruir Asilia de a poco, dos Asilian son suficientes para empezar de nuevo.

—Porque todo el mundo te estaba buscando, si todos los focos estaban en ti, era más fácil para mí escabullirme en la federación y escalar puestos. Estoy apostando a la federación. Aún si lograbamos de alguna manera crear una población Asilian, la propia federación ni los rebeldes nos dejarían en paz.

—mmm... Eso tiene sentido—Simil intenta acercarse más a Eit, pero no puede alejarse mucho de Samantha.

—¿Sucede algo?—Pregunta Eit.

—formamos un enlace genético, mis células reescribieron su ADN y logramos una simbiosis, pero... Use el Láser Asilian y mi cuerpo olvidó como separarse adecuadamente de ella.

—¿Enserio?—Eit se acerca a Samantha para verla de más cerca—¿De donde es?

—Puedo hablar, ¿Sabes?—Contesta Samantha—Soy de la Tierra, o al menos nosotros la llamamos Tierra. Esta en la vía láctea, o al menos nosotros la llamamos vía láctea, la verdad no sabría señalarte muy bien dónde está y...

Samantaha de corta a media frase cuando los dedos de Eit entran en su cuerpo.

—Mmm... Esto es... Muy interesante, la compatibilidad es... Nunca había visto algo así, ¿Será algo propio de su raza o es especial?

Samantha aprieta el abdomen, expulsando los dedos de Eit.

—Se pide permiso—Gruñe algo molesta, era igual a Símil en cuanto a su comportamiento invasivo.

—¿Como...?—los fríos ojos verdes de Eit tenían el mismo brillo curioso que los rojos de Símil, pero a la vez era algo diferente.

—Entiendo... Simil, somos las últimos Asilian hasta donde se, tenemos que separarte de ella si queremos crear más Asilian, pero aún así, el ambiente no es el adecuado. Lo mejor es que tú, yo y... Samantha colaboramos.

Eso era lo que Samantha quería.

—¿Que hay que hacer? Digo, tienen muchas naves, ¿Van a armar un cañón gigante?¿O una estación espacial o algo así?—Pregunta Samantha, pensando en que sería más o menos como en las películas de ciencia ficción del espacio.

Eit niega con la cabeza.

—una flota tan grande necesita muchos recursos, así que hay que asegurarnos de que no los reciban, cortaremos sus rutas de suministros, se mataran entre ellos y podremos negociar o acabar con los supervivientes.

Eso era más como las películas de guerra normales en la tierra.

—¿Y como encajamos en tu plan, Eit?—Pregunta Simil?

—Buena cantidad de los planetas son neutrales en esta guerra, fácilmente impresionables por la flota rebelde, pero si ven un Asilian eso podría cambiar las tornas a nuestro favor.

—¿Pero eso no podrías hacerlo tú?—Pregunta la humana—Tu también eres un Asilian.

—¿Que suena mejor?"¿El último Asilian" o "uno de los dos últimos Asilian"?—Contesta El alien de ojo verde.

—Buen punto.

Eit les da un par más de instrucciones antes de despedirlos de la habitación.

Habían practicado una colaboración muy útil para todos ellos.

Samantha obtenía ayuda para que la flota no llegara a la tierra.

Simil obtenía ayuda para separarse del cuerpo de Samantha y recuperar algo de sus recuerdos consumidos.

Y Eit obtenía un aliado en esta guerra, aparte de a Símil para crear más Asilian.

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—Yo no puedo quedarme, me pidieron que entregué información importante dentro del uno de los sectores controlados por los Acidianos—Dice Aqvus cuando lo ponen al día—Me mantendré en contacto y les haré saber cuando regrese, me llevaré la nave, por cierto.

—No hay problema—Dice Markie—Yo tengo que ir a mi planeta a actualizarme y reparar mi daño, si Eirene viene podríamos aprovechar para estudiar más a [Incubus] y...

—Eirene no se va a separar de nosotros, es solo una niña.—Dice Samantha con firmeza, Eirene estaba sentada al lado suyo.

—Pero... Sam, ellos pueden hacer más fuerte a [Incubus], y si [Incubus] es fuerte entonces puedo ayudarlos.

—No, Eirene, no puedo dejarte ir sola a un lugar tan peligroso—Dice Samantha negando con la cabeza.

—Estamos en el espacio, literalmente todo está aquí afuera. Y si [Incubus] es más fuerte puede protegerme mejor.

—Eso es... Bueno... Pero...

—Te ganó una niña—Le dice Simil a Samantha dentro de su mente.

—Cuidala con tu vida, o te desmantelo pieza por pieza—Amenaza Samantha a Markie.

La niña toma la mano de Samantha y la aprieta con fuerza, despidiéndose.
Y la chica le da una palmada en la cabeza.

—Tambien quiero ser útil y proteger la Tierra—Dice Eirene—Pero no soy grande como tú, o fuerte como Símil, o Ácido como Aqvus, o dura como Markie. Lo único que tengo es a [Incubus] y si fortaleciendolo a el puedo ayudar, lo haré.  Cuando me vuelvas a ver, seré más fuerte que ahora.

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Samantha y Simil veían las naves irse.

La federación le había dado a Markie una para poder viajar con Eirene.
Y estaban preparando una para ellos en ese momento.

—Parece que de nuevo somos solo tu y yo, Símil—Dice la mujer a su compañero.

—Como en los viejos tiempos

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