-¿Te queda mucho?- me preguntó por cuarta vez.
-Eric no seas pesado-
-Es que llevas una hora preparándote-
-Lo dijo el que se a llevado una hora en la ducha-
-Me voy a bajo con tu hermano- dijo tras soltar un resoplido y salir del baño donde me estaba maquillando para ir de visita a la casa de Lea.
Volvía a sentir esos nervios y inseguridad que sentí la primera vez que Eric quiso presentarme a su madre.
Me había costado elegir que ponerme para la ocasión. Pero al fin me decanté por un vestido corto blanco y por unas botas altas de color marrón.
Cogí el bolso y bajé las escaleras hasta el salón.
-Ya nos podemos ir- avisé cuando terminé de bajar las escaleras.
-Creí que no aparecerías nunca-
-Eres un exagerado-
-Eric- nos volvimos al escuchar la voz de Jake llamando a Eric.
Se acercó a él y entre susurros le entregó algo que no pude llegar a ver.
-¿Qué es eso?- le pregunté curiosa.
-No es nada, vamos que mi madre nos está esperando-
Dejó un rápido beso en mis labios y salió de casa para ir a buscar el coche.
-Esconde algo ¿verdad?- le pregunté a Jake.
-Yo no digo nada- Dijo levantando las manos en forma de rendición y se fue hacía la cocina.
Nunca me fiaré de estos dos.
Cerré la puerta de casa y esperé a que Eric sacase el coche del garaje para poder irnos.
No tardó mucho en hacer rugir el motor del coche y cuando estuvo frente a mi se bajó y se dirigió a mi puerta para abrirmela como siempre hacía.
-Sabes que no es necesario-
-Para mi si lo es-
Ante su mirada, entré al coche sentándome en el asiento de copiloto. Siempre me había propuesto sacarme el carnet, pero al final acababa dejándolo.
...
-Eso no vale has hecho trampas- se quejaba Anna enfadada con su hermano.
-Aquí no hay trampas renacuaja-
-La estas ayudando, eso no vale-
-Si ella gana es como si ganase yo- le dijo este ya que llevaba toda la partida ayudándome a ganar al juego de mesa que Anna había elegido.
-Sigue siendo trampa-
-Estrellita gana por mi-
-¿Dónde vas?- le pregunté cuando ví que se levantaba del sofá.
-Saldré a fumar-
-Ariana, ven que quiero mostrarte algo- dijo Leah apareciendo por la puerta.
-Claro-
Me levanté del suelo y seguí a Leah por las escaleras. Sin saber que era lo que quería enseñarme me llevó hasta su habitación.
-Llevaba tiempo queriendo darte esto, pero nunca sentí que fuese el momento. Ahora que os veo, y que todo está genial entre vosotros, decidí dartelo-
-¿Qué es?- le pregunté cuando de un pequeño joyero de madera sacó un collar precioso con una pequeña luna corgando.
-Este collar era de mi madre, mi padre era astrólogo y uno de los mejor profesores de astronomía del país. Él le regaló el corgante a mi madre y yo lo heredé, ahora quiero que lo tengas tú-
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Mi Historia [+18]
Novela JuvenilSuele sorprendernos que pequeños actos consigan cambiarlo todo. Que algunas decisiones nos hagan dudar en si es lo correcto. Pero así es la vida; una sorpresa, que tendrás que descubrir viviendo cada día, con el deseo de averiguar que es lo que nos...