Tu silencio

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-El joven Saotome ha estado viendo a escondidas a la chica-anunció Mousse, la mano derecha de Genma

-Yo le di mi permiso para conocerla y  frecuentarla-respondió sin mirar al asistente chino, concentrado en algún punto distante a través de la ventana

-A solas, en la habitación de la chica?-insistió Mousse ajustando sus lentes claros

Genma giró para mirar de frente a su asistente

-Deja de darle vueltas al asunto y dime de una vez todo

-El joven también ha pedido que se le tomen medidas y la confección de vestidos para ella. Si me permite decirle, amo, creo que el joven se ha adelantado a su orden.

Genma caminó hacia su escritorio y se sentó de espaldas a Mousse.

- Qué hay de la chica?

-Parece estar a gusto con las atenciones del joven amo Saotome.-respondió tras unos segundos de silencio

-Por supuesto-asintió Genma con una mueca en el rostro- Algo más?

-Las otras sirvientas están murmurando sobre las visitas a la habitación de la chica cada noche-siguió hablando el chino aunque solo él habia sido testigo de cómo Ranma se las arreglaba para escabullirse en la habitación de servicio.

-Se lo advertí, le dije muy claramente a ese imbécil que no la tocara!-gritó Genma molesto

-Si me lo permite, amo, el problema no es su hijo, es la chica-habló con serenidad Mousse- Cuántas sirvientas tiene esta mansión? Es ella quien a causado tal comportamiento reprochable en su hijo

Ambos hombres permanecieron sin hablar largo rato hasta que Genma rompió el silencio.

-Quise ayudar a un amigo en desgracia trayéndola aquí-explicó a su asistente - incluso pensé por un momento dársela a mi hijo. Iba a cumplir mi palabra dependiendo de su comportamiento pero parece ser que la chica tiene ya sus ojos puestos en mi herencia.

Mousse asintió sin hablar.

- Echala de mi propiedad antes de que cause algún problema mayor- ordenó Genma

-Amo Saotome, nunca se debe entrometer uno entre un hombre y su pasión -explicó Mousse -Y por ahora ella lo ha cautivado y se ha convertido en la pasión del joven amo.

-Entonces, que sugieres?-preguntó Genma totalmente inmerso en escuchar las siempre atinadas recomendaciones de su asistente.

- Pídale ayuda a su hijo con los negocios en China, envíelo allí y deje el resto en mis manos.
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Los días desde su partida se convirtieron en semanas y estas, a su vez, en meses. Me di cuenta de mi estado y entré en pánico sabiéndome más vulnerable que nunca.

El amor que sentía también dio paso a la decepción, frustración y desesperación al no recibir respuesta a las cientos, más bien, miles de cartas que envíe durante esos meses. Todos esos meses, diariamente escribí cartas contándole mis temores sobre estar embarazada, apurandolo a regresar, contándole luego lo que su padre había intentado hacernos, el estado en el que se encontraba su padre...no hubo respuesta.

Nada. Ninguna respuesta cuando antes era él quien me llenaba las manos y minaba mi mente con sus dulces palabras.

Las siguientes cartas no llevaban ya palabras de amor o súplicas por su regreso. Escribí carta llenas de reproches, maldije su nombre una y otra vez. Lo llamé cobarde cientos de veces.

Y entonces un día durante el quinto mes de su partida la idea de que quizás algo malo le había sucedido a Ranma se hizo sitio en mi mente.

-Abran la puerta-ordené casi desesperada.

Los hombres en la puerta intercambiaron miradas pero no sé movieron de la entrada.

-Señora Saotome-escuché la voz sarcástica de Mousse tras de mí- Sabe bien que no tiene permitido salir de la mansión.

-No tienes ningún derecho para mantenerme aquí a la fuerza!-casi grité sin poder contenerme

Esa no era la primera vez que Mousse y yo nos enfrentabamos, cuando Genma descubrió mi embarazo e intentó echarme Mousse estaba fuera del despacho esperando igual que una hiena los resultados.

El siguiente día cuando el sol salió él me impidió marcharme amenazando con culparme a mí de lo que a aquel terrible hombre llamado Genma le había sucedido y sin embargo fue él el primero en llamarme Señora Saotome.

Y así, a base de mentiras y chantajes, pasé meses fingiendo ser quien no era.

El resto de los empleados lo imitaron pero era obvio que ninguno de ellos me consideraba como tal, por tanto cuando Mousse dio la orden de mantenerme dentro de la propiedad todos le obedecieron.

La mansión permaneció cerrada desde entonces. Nadie salía o entraba más que para ir por la medicina de Genma o para abastecer la propiedad con suministros.

Mis cartas eran llevadas por una pequeña a la cual conocí al llegar a la mansión, la única capaz de salir y entrar libremente al no poseer todas sus facultades mentales.

- Es por su bien, Señora Saotome-dijo alargando su mano para tocar mi vientre-Piense en la criatura que lleva, es un heredero Saotome, después de todo.

Retrocedí evitando su toque y me cubrí el vientre con el abrigo oscuro que llevaba.

-Qué están esperando, idiotas? Lleven dentro a la señora- ordenó él y los hombres de la entrada me escoltaron dentro nuevamente.

«Esta bien, solo resiste hasta que puedas hablar con Ranma, hasta que él regrese, hasta que nazca el bebé»

Seguí repitiendome lo mismo día a día, enviando tantas cartas como podía casi sin esperanzas de recibir una respuesta.

Quizás, realmente Genma tenía razón. Tal vez Ranma se había estado burlando de mí.

Para cuando el momento de dar a luz llegó ya casi había dejado de enviar las cartas.

La última vez escribí unas cortas líneas:

Nuestro hijo está por nacer, Ranma. Si estás casado no me importa, en el fondo sabía que no podía ser tu esposa y aún así quise amarte. Pero al menos responde y sacanos de esta prisión. No quiero estar aquí, no lo soporto. Sólo sacanos de aquí.

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-Estas son solo algunas de las que intercepté-explicó Mousse dejando tres cartas sobre el escritorio de su amo.

Genma examinó con cuidado el contenido y una sonrisa burlona se dibujó en sus labios al leer las románticas líneas escritas por su hijo.

-Cada vez que el amo sale, así sea solo por unos días, envía cartas como estás a la chica-continuó hablando el chino

- Quién hace de Hermes entre ellos dos?-preguntó con genuina curiosidad él-Cómo es que no sabía de esto hasta ahora?

- Es una de las chicas de la cocina, mi señor-respondió Mousse- Es unos años menor que la señorita Tendo y es un poco diferente.

-Manten vigilado este asunto y da a esa criada un trato especial por mantenerme informado. Hazlo con cuidado-advirtió finalmente el hombre

-Mi señor...

-Qué pasa ahora, Mousse!?-Genma golpeó el escritorio molesto por la horrible costumbre del chino de informar tan lentamente

-El cumpleaños 17 del joven amo se acerca, deberíamos darnos prisa y enviarlo lejos.

-Ya lo sé, arregla todo para que se marche a la brevedad posible-respondió Genma reclinandose en su asiento.

-Si, mi señor-se despidió Mousse haciendo una ligera reverencia y salió del despacho con una sonrisa en los labios.






Nota de la autora

Hola, qué tal? Un villano tras otro villano, quien lo diría Mousse es la mano que mece la cuna😬 Lo veían venir?🧐yo no, la verdad a Mousse no me lo soñé jajajaja Ok, y ahora qué pasará con nuestra protagonista cuando Ranma vuelva? Lo sabremos pronto, eso creo🙈 (ya en el próximo regresa!!!)

CautivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora