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—No puedo creer que me hayas obligado a pasar horas organizando gasas y botellas de alcohol. ¿Esta es alguna clase de castigo por no decirte de mi relación con Calum?

—Solo quería hacer algo amable, y le prometí a la enfermera Gwen ayudarla si es que podía conseguirme... unas cremas para mi madre —se apresuró en decir, apartando momentáneamente la mirada hacia un lado —. Y, puedo que merezcas tener que quedarte pasada las horas de clase luego de lo que me hiciste pasar a mí —agregó, viendo nuevamente hacia Ashton.

—Luke Hemmings, siempre queriendo ayudar a los demás, pero no dejando que nadie lo ayude —Luke blanqueó los ojos, continuando su camino por los desiertos pasillos. Estaba seguro de que las únicas personas que quedaban en este lugar debían ser los del equipo de futbol por sus practicas y algunos maestros —. Es enserio. Siempre has tenido este complejo de héroe desde que éramos niños a ayudaste a ese idiota que siempre te molestaba en la primaria cuando se lastimó en medio de clase de deportes.

—No creo que haya algo de malo en querer ayudar a los demás —murmuró, raspando el esmalte rojo de sus uñas levemente.

—No lo hay, creo que eres una de las mejores personas que conozco. Haces cosas dulces sin esperar algo a cambio. Te importan los demás, y siempre pareces querer hacer sentir mejor a todos. Alguna clase de complejo de enfermero, que debería darte una idea de a que carrera elegir para el final del año escolar — Luke soltó un bufido, sintiendo una sonrisa asomarse por sus labios. Puede que eso sea algo que deba tener en cuenta —. Pero, eres demasiado malo cuidante de ti mismo. No puedes poner a los demás por encima de ti siempre, Luke.

—No lo hago —respondió, odiando que su tono sonara demasiado a la defensiva.

Ashton levantó una ceja, mirando en su dirección. Claro que él no le creía.

—Solo digo que, eres demasiado duro contigo mismo, te esfuerzas demasiado, no duermes suficiente, no comes y pareces estar pensando la mayor parte del tiempo en alguien-

—¡¿Es mucho pedir que hagas algo bien una vez en tu vida?!

Fueron esos gritos los que detuvieron las palabras de Ashton, al igual que sus pasos, haciendo que no pudiera evitar hace lo mismo.

Sus ojos fueron hacia el lugar de donde provenían los gritos, a la puerta que deba a la oficina de dirección, en donde un grupo de personas se encontraban. Y, hubiera pasado de largo, porque realmente era común ver discusiones de padre e hijos en ese lugar, pero cuando sus ojos se encontraron con unos cabellos rubio con mechones negros fue que supo que no podría pasar de largo.

Michael estaba ahí, de espaldas, con la cabeza agachada. Luke no podía ver la expresión de su rostro, pero imaginaba que estaba con esa expresión neutra, de desinterés, que siempre ponía cuando quería encapsular cualquier emoción que estuviera sintiendo. Pudo distinguir fácilmente a Calum por el uniforme del equipo de futbol, quien se encontraba a su lado, con una mano en el hombro de él, como alguna clase de defensor. No dudaba que estuviera haciendo eso.

Porque, la directora se encontraba también en la escena, con una expresión fastidiada, mientras parecía estar haciendo entrar en razón a la cuarta persona del grupo; la madre de Michael.

Fue fácil distinguirla por su cabello rubio decolorado y las notorias raíces castañas, todo esto unido en una desordenada coleta que hacía que unos cuantos mechones fueran hacia delante de su rostro, dándole alguna clase de aspecto descuidado. Ella era joven. Quizá, solo tenía el doble de la edad de Michael. Y, el maquillaje cargado en su rostro hacía que aquello se notara mucho menor, casi haciéndola parecer hermana de su hijo.

Porque, ellos dos eran bastante parecidos; ojos verdes, labios rojos y facciones suaves y poco marcadas. Era imposible no darse cuenta de que eran relativos.

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