Waiting for us { Muke }

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—Solo un rato más —suspiró Luke contra los labios de Michael, inclinando nuevamente el rostro hacia abajo. Unas manos estaban dentro de su camiseta, sosteniendo sus caderas y haciendo que realmente no quisiera que salgan.

—Mi madre se dará cuenta que no me quedé a dormir en cualquier momento, llamará y no tendré una excusa para-... —besó nuevamente a Michael antes que pudiera terminar, encontando con lo fácil que él respondía sin importar lo "decidido" que estuviera en irse —. En este punto esto se está convirtiendo en un secuestro —dijo él casi sin aliente cuando sus labios volvieron a alejarse.

No le importaron las palabras de Michael, y llevó sus labios hacia el mentón de él, inclinando más su cuerpo. Porque, Michael seguía echado sobre su cama luego de que la sesión de besos subió de tono, arrastrándolo hacia su regazo y encargándose él mismo de hacer sentir tan excitado como para no querer dejarlo ir.

Sintió el agarre en su cintura reforzarse cuando besó el pálido cuello, exactamente en la zona donde las desvanecidas marcas de sus dientes se encontraban. Tiró levemente del cuello de su suéter, revelando más de la pálida piel, para que estuviera tomando un pedazo de la delicada zona entre sus dientes, obteniendo de respuesta un lindo jadeo que hizo que sintiera un burbujeo en su estómago.

Succionó dulcemente la zona, amando como Michael se retorcía ante la sensación, y en su caso amando lo bien que se sentiría cuando viera la marca de sus dientes en la piel porcelana.

Pasó lentamente la lengua contra la marca roja que sabía que no tardaría en volverse morada, obteniendo un agudo gemido en respuesta y sintiendo un leve bulto bajo su trasero que hizo que no pudiera evitar mover las caderas en contra. Michael sostuvo su cintura con más fuerza, intentando detenerlo, pero no sirvió de mucho cuando sus dientes encontraron otra zona que marcar.

Había tanto de la piel de Michael que quería marcar y hacer suyo. Hundir sus dedos, uñas y dientes, y dejar su marca en cada porción de la blaca porcela, solo para que todos pudieran ver que era suya.

Que Michael era suyo.

—¿Seguro que es un secuestro? —murmuró contra la nueva marca, mientras movía levemente sus caderas contra la entrepierna de Michael. Él jadeo, y echó levemente la cabeza hacia atrás, casi pidiendo más —. Estás disfrutando esto demasido para que sea en contra de tu voluntad.

—C-Cállate —respondió Michael, pero no sonó para amenazador por la forma en la que su voz tembló cuando su lengua pasó le tamente por sus clavículas.

—Hay tantos lugares en los que quiero marcarte, porcelana —dijo, sin darse cuenta de lo posesiva que sonaba su voz. Pero, por el sonido de Michael soltó, algo le dijo que él no tenía problema con eso —. Tanto que quiero hacer contigo —agregó en voz baja, sintiendo su pulso aumentar levemente ante las ideas en su cabeza.

—Hazlo —respondió Michael, haciendo que sus ojos fueran rápidamente hacia él.

—Creí que tenías que irte —dijo, sin poder desaprovechar la oportunidad para vengarse. Michael le dio una mala mirada, para que luego sus manos estuvieran yendo hacia su trasero para darle un leve apretón en advertencia.

—Tengo tiempo. Siempre tengo tiempo para ti —dijo él, cambiando su mirada a una dulce que hizo que esa sensación cálida apareciera en su pecho. Besó los lastimados labios de Michael en respuesta, casi rogando que la herida no volviera a abrirse o esperar no estar siendo demasiado brusco —. ¿Qué tienes en mente?

—Mmm —murmuró, tomando el borde del (su) suéter en el cuerpo de Michael. Las puntas de sus dedos se deslizaron por debajo de este, sintiendo el cuerpo debajo suyo removerse levemente cuando tuvo un tacto directo con la piel —. ¿Puedo... poner mis dedos en ti? —preguntó, mirando nuevamente hacia los ojos verdes fijamente, esperando una reacción.