Fueron dos días después.
Después del incidente, y de ver a la madre de Michael agredirlo físicamente en terreno escolar. Fue una noche en la que se encontraba sentado en su escritorio, intentando acabar una tarea de literatura, mientras estaba a punto de quedarse dormido sobre sus apuntes. Ese fue el momento que sintió un golpeteo en su ventana, que lo sacó por completo de su estado de ensueño.
Recuerda haberse asomado por la ventana y haber visto un chico con mata de cabellos negros encima de su casa del árbol, con un puñado de pequeñas rocas que se encontraba lanzando a su ventana. También, recuerda haber parpadeado repetidamente, creyendo que esto podría ser parte de su imaginación.
Porque, ahí estaba Michael, con sus inconfundibles ojos verdes con delineador negro debajo de ellos y una mirada decidida.
Lo primero que se le pasó por la cabeza fue la razón por la que él estaba aquí; en su casa. Luego, se preguntó cómo es que conocía su casa, pero algo le dijo que no era demasiado difícil saber esa información teniendo en cuenta la fiesta sin supervisión que Ashton hizo en su casa el año pasado. Y, después, estaba acercándose a su ventana y quitando los seguros, sin pensar más a fondo en sus acciones.
Michael solo entró, sin molestarse en pedir permiso, para que luego las suelas de sus pesadas botas con plataforma estuvieran pisando su alfombra, mientras sus grandes ojos verdes recorrían el lugar, hasta que se toparon con su mirada, haciendo que instantáneamente su ceño se frunciera.
Y, luego, él estaba amenazándolo. Él lo tenía acorralado contra su cuerpo y el borde de su cama, portando ese semblante intimidante, aunque fuera centímetros más bajos en su comparación.
Ya no recordaba exactamente las palabras de Michael, pero iban como algo de "Si te atreves a decir algo de lo que viste a alguien..." a "... realmente te arrepentirás de meterte conmigo, Chico Prodigio".
Algo aterrador, pero en ese tiempo no conocía realmente a Michael Clifford, solo tenía la imagen que todos los demás conocían.
Al menos, fue así hasta que Michael volvió a aparecer en su ventana, tres días después, completamente empapado en lluvia, labios azules, cuerpo temblando, diciendo que no tenía otro lugar al que ir.
Desde ahí, todo empezó.
Fue desde ese momento, que comenzó a conocer al verdadero Michael y cada uno de los demonios que lo atormentaban.
Y, puede que ahora estuviera pensando demasiado en eso, mientras sentía sus parpados cerrarse y su cabeza ir cayendo levemente contra su libro de Ciencias, luego de haber acabado con un proyecto, dos ensayos y otro trabajo de investigación, y estaba completamente seguro de que su cerebro había sido drenado por completo.
En este punto de su vida, la muerte sonaba como una gran alternativa.
Solo que, antes de que finalmente pudiera cerrar los ojos y dejar caer por completo su cabeza en el libro de su delante, escuchó el sonido de su ventana abrirse y unas pisadas hacer un estruendo que hizo que rápidamente levantara su cabeza y volviera en sí.
Sus atentos ojos recorrieron rápidamente la habitación, sintiéndose algo desorientado, para luego ver a una figura parada al borde de su ventana, respirando con dificultad como si hubiera corrido un maratón. No tuvo que utilizar demasiado su cerebro para saber que era Michael, aunque las luces se encontraran apagadas. Casi tanto como su cerebro se encontraba.
—Deberías dejar de saltarte gimnasia si trepar un árbol va a hacer que su corazón este a punto de salirse de tu pecho —dijo, para luego soltar un bostezo y ponerse de pie. Escuchó una casada risa de fondo ante su comentario, mientras en su caso presionaba el interruptor principal de la habitación.

ESTÁS LEYENDO
Waiting for us { Muke }
FanfictionLuke tenía demasiados problemas en su cabeza, y en su vida, como para poder agregar algo más. Pero, luego, allí estaba, ese chico con piel porcelana subiendo por la ventana de su habitación, con heridas en su cuerpo y su interior. Y para Luke era im...