Waiting for us { Muke }

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—No sé si un algodón de azúcar pueda reparar nuestra amistad.

—¿Desde cuándo necesito "reparar nuestra amistad"? —preguntó Ashton, tomando asiento a su lado en las gradas luego de entregarle la nube rosada de azúcar.

—No lo sé, quizá desde que me escondiste tu relación y pospusiste nuestros planes de pizza de los viernes porque Calum tenía entrenamiento y, según tú, era "demasiado importarte que estuvieras ahí para mostrar apoyo moral".

Ashton hizo una mueca algo triste, algo que no era su intensión. De acuerdo, no habían pasado demasiado tiempo juntos estas últimas semanas. Ashton estaba demasiado ocupado con el club de fotografía, tareas y su tiempo libre iba para Calum. Y sí, le molestaba un poco. Pero, realmente no creía estar en su derecho de reclamar cuando tenía a cierto chico de cabello decolorado arrastrándolo al baño en sus descansos y yendo a su casa todas las tardes para largas sesiones de besos.

De todas formas, puede que una parte suya extrañara su amistad con Ashton. Cuando ambos veían aburridas comedias románticas los fines de semana mientras comían pizza y se quejaban de lo aburrida que había sido su semana.

—Lamento eso —dijo él. Sus ojos color avellana estaban en el campo de futbol, en donde el equipo escolar se enfrentaba a otra de una escuela rival de otro estado cercano. Las gradas estaban llenas, mientras todos daban ánimos a las personas con el uniforme rojo de la escuela —. No sabía que te sentías así —agregó Ashton, ya viendo en su dirección.

—No te estoy reclamando, solo es... raro no haber pasado tiempo juntos desde semanas como lo hacíamos antes —comentó, encogiéndose de hombros y tomando un bocado del algodón rosado.

—Realmente debí decirte de Calum.

—Ashton, no estoy-

—Debí hacerlo, eres mi mejor amigo. Sé que hubieras estado feliz por nosotros. No fue mi intensión acerté a un lado u ocultártelo porque no confiaba en ti —dijo él, usando esa mirada seria que no le gustaba demasiado. No le gustaban las charlas serias. Menos esta, porque solo lo hacía sentir culpable porque tenía sus propios secretos que no había contado —. Solo, no lo sé, estaba demasiado emocionado porque las cosas estaban yendo bien y tenía miedo... que luego parara. No quería que Calum fuera otro chico del que te hablaba y me dejaba en visto por mensaje a los dos días.

—Entiendo, tenías tus razones. No estoy molesto —respondió. Porque, realmente no estaba molesto. ¿Algo resentido? Quizá, pero también sabía que, de nuevo, no tenía derecho a quejarse.

—Suenas demasiado comprensivo —señaló él, levantando una ceja como si sospechara algo. Se removió en su asiento y volvió a comer más del algodón de azúcar.

—Solo... Admito que, te extrañé. Te extraño. Pero, entiendo la razón por la que no me hayas dicho de Calum, y porque prefieres pasar tiempo extra con él. ¿Estoy algo celoso? Bastante —Ashton rio —. Pero, siento que no tengo derecho a reclamar porque yo-... No estado exactamente disponible tampoco —admitió.

—Cierto, ¿por qué- ¡Vamos, Calum! ¡Dijiste que me dedicarías un gol! —exclamó Ashton, repentinamente, haciendolo saltar en su asiento y casi botar su algodón de azúcar.

Notó como el resto de los estudiantes de las gradas se ponían de pie en ese instante al igual que Ashton. Aquello hizo que sus ojos fueran al campo iluminado por gigantes luces blancas que dejaban que tuviera una mejor imagen de los jugares.

Logró identificar a Calum, quien se encontraba corriendo tras un balón, mientras era perseguido por otros jugadores. Él estaba demasiado cerca del arco del equipo contrario, y por los gritos y bulla que estaban haciendo el resto de los alumnos, algo le decía que también estaba demasiado cerca de anotar un tercer punto en su favor desde que el partido empezó.