Waiting for us { Muke }

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Luke había llegado temprano.

Oh, Dios, este tenía que ser alguna clase de logro que merecía ser premiado. Porque, sin duda, no esperaba tanto en el momento que salió de su casa corriendo hacia su auto, sin molestarse en desayunar.

Quizá, esperaba llegar alrededor de cinco minutos antes de su clase de Biología, poner alguna mala excusa sobre que se encontraba en los baños o fue a comprar algo a la cafetería (algo que casi siempre funcionaba porque los maestros parecían tener alguna clase de punto suave hacia los alumnos que olvidaban desayunar), mientras prometía que llegaría temprano a la siguiente clase. Pero, no. Hoy no sería ese día.

Debería sentirse orgulloso de sí mismo.

No, tachen eso; Luke se sentía orgulloso de sí mismo. Especialmente, porque no tuvo que abotonarse mal la camisa o vino con alguna clase de par diferentes de zapatos. De acuerdo, olvidó desayunar y no durmió demasiado (nada), pero tampoco era como que esperara que esto saliera a la perfección.

La sonrisa permaneció del rostro de Luke cuando salió de su auto, mirando alrededor del estacionamiento y dándose cuenta de que no había la acostumbrada cantidad de autos que solía encontrar cuando venía tarde. De nuevo, otro logro.

Sin duda, hoy tenía que ser un buen día.

Con esa repentina positividad fue que caminó hacia la entrada de la escuela, sostenía una de las correas de su mochila y escuchaba el resonar de sus botas con brillantina contra el cemento del estacionamiento.

No había una gran cantidad de personas como lo había en otras oportunidades, lo que significaba que tal vez, hasta tendría tiempo de dejar los libros que pidió prestado en la biblioteca antes de clase. Quizá, hasta de avanzar una de sus tareas en la biblioteca. O, hacer cualquier otra cosa productiva en vez de estar sudando demasiado por correr por los pasillos para intentar llegar temprano a su clase.

Luke no pudo evitar que una sonrisa de alivio se formara en su rostro mientras seguía caminando, mirando a los alrededores, esperando ver algún rostro conocido. Siempre se sentía como alguna clase de jungla estar en la escuela sin compañía.

Solo que, al parecer, su cerebro captó mal lo que estaba buscando. La clase de compañía que estaba buscando. Porque sus ojos se fueron hacia la zona que estaba completamente prohibida de ver, siquiera de pensar, haciendo que su estómago se retorciera cuando se encontró con la persona que no había salido de su cabeza desde la noche anterior.

Michael estaba ahí, en el mismo lugar de siempre, a las afueras de la escuela, con un cigarro en los labios y rodeado de su conocido grupo de amigos, soltando risas y manteniendo esta actitud confiada que siempre mostraba por los pasillos de este lugar. Él estaba con las mismas personas que siempre se reían de sus altos y sarcásticos comentarios; porque a Michael le gustaba llamar la atención, hacer bromas entre clases y levantar la voz solo porque sí.

Quizá, esa la razón por la que su grupo de amigos siempre era grande. O, porque su mejor amigo era capitán del equipo de futbol y él siempre era incluido en cualquier evento o celebración en la que ellos se encontraran.

Era común que las personas conocieran a Michael, que quisieran estar cerca de él.

También, era común que Luke no fuera una de esas personas.

Porque, siempre pasaba lo mismo cuando sus miradas se topaban. Siempre la sonrisa confiada en el rostro de Michael temblaba y las esquinas de sus labios bajaban. No era tristeza, era algo más; realidad.

Y, Michael nunca fue fanático de la realidad.

Hoy no fue la excepción. La sonrisa de Michael desapareció en el momento sus ojos se encontraron, porque claro que Luke había pasado tiempo de más mirando a Michael, notando como su cabeza caía contra la pared en su detrás mientras se reía de alguna broma que alguien hizo, mientras vapor salía de sus labios y las esquinas de sus ojos se arrugaban.