CAPÍTULO 30

157 14 5
                                    

La melodía sonaba suave y relajante en mi cabeza. La arena bajó mis pies se sentía cálida y agradable. Cuando las olas se movían arrastrando el agua mis pies se mojaba. La brisa que corría despeinaba mi cabello. Y el sol ocultando se daba una de las visitas más impresionantes que había visto.

Todo era completa calma, no habían personas al rededor, sólo estaba yo parado sin hacer nada más que observar y cantar.

-¡Quiero volar contigo, muy alto en algún lugar
Quisiera estar contigo viendo las estrellas sobre el mar!-

una lagrima bajó por mi rostro, me faltaba su compañía, quería que estuviera con migo acá, observando todo, tomados de la mano y disfrutando del otro

-¡Quiero encontrar otro camino ponerme mi vestido y salir a caminar contigo!-

la soledad era muy fea. Buena en ciertos momentos. Pero mala para la eternidad.

Caí arrodillado al suelo sin importar si mi pantalón se llenaba de arena, deje que mas lágrimas escurrieran por mi rostro, y deje que el momento me consumiera, cerrando los ojos para sentir

-¡Quiero decirle al mundo que no somos amigos, decirle a la tristeza
Que no se cruce en mi camino!-

solté una carcajada amarga por la última frase. Vaya que la tristeza si estaba en mi camino justo en estos momentos, que ironía.

-Todo estará bien, solo deberías acompañar me y podrás abandonar este lugar, la soledad y la tristeza- dijo alguien a mis espaldas, por lo que inmediatamente dejé de reproducir la canción en mi mente.

Estaba dudando en sí incorporar me por el miedo de ver quién me había hablado, pero sabía que tenía que ser fuerte, así que con un fuerte respiro me fui levantando hasta quedar completamente erguido, y cuando estuve listo, giré

-¿quien eres?- fue lo primero que salió de mi boca.

Al frente mío y como si nada, un hombre alto, de tez morena, con barba y pelo corto pero canoso, me miraba con total serenidad

-soy el que te va a guiar en tu camino-

-¿exactamente de que hablas?- pregunté muy confundido

-verás, vamos a estar recorriendo esta playa mientras repasamos los momentos de tu vida. Ésto- sacó una balanza detrás de su espalda- será lo que nos ayudará, por cada acto que hiciste malo se inclinará a la derecha, por cada cosa buena se inclinará a la izquierda. El cicló seguirá hasta llegar al momento de tu accidente. Si al final terminó del lado derecho, satanás vendrá por ti. Si termina en la izquierda vendrás con migo. Pero sí termina totalmente equilibrada, serás tú quien decida con quien ir- finaliza el hombre dejando me muy confundido.

-espera, espera, espera. ¿eres Dios?- pregunté incrédulo, ya que no pensaba que estas cosas existieran

-así es-

-¿pero, entonces, morí?- pregunté con pánico

-si- sentenció así, sin mas

quedé completamente en shock, jamás me esperé morir y menos tan joven, quedando me vida por recorrer.

-¿como sucedió?-

-cuando fuiste a ver a vera, un auto te estaba persiguiendo desde que salís te de tu casa, y cuando vio el momento, te chocó, causando que sufrieras. Llegaste al hospital, pero caíste en coma. Ya llevabas un poco más de un mes pero, las cosas salieron mal y mira nos ahora estamos acá, esperando para empezar el recorrido-

Amor a primera vista (parmiga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora