Ambos hermanos quedaron internados en el hospital, uno por el golpe en la cabeza y el otro por fracturas. Mitsuya y Nahoya también estaban en el hospital, y los gemelos compartían habitación, recuperándose juntos. La madre Kawata, furiosa, había decidido castigarlos sin videojuegos y les advirtió que debían mantener un promedio de notas decente para que su ira se calmara.
Souya: Nunca había visto a mamá tan enojada -dijo desde su camilla a su hermano.
Nahoya: Da miedo. Con razón papá no quiso opinar, o sino, él también como doctor terminaría castigado.
Souya: ¿Cómo está tu herida, hermano?
Nahoya: Me duele la cabeza como el carajo, pero oye, sigo respirando.
Souya: Qué gracioso. Hablo en serio. Papá me dijo que lo tenías.
Nahoya: Que no tengo nada, Souya.
Souya: Ah, sí, ¿y la que está saliendo en tu antebrazo qué es?
Nahoya: -Miró su brazo y vio la grieta- Bien, puede que la tenga, pero no es por Muto, bien.
Souya: Ah, no. ¿Y por quién entonces?
Nahoya: Yo... no lo sé -dijo mirando la marca de medio círculo-. Tal vez sí...
De repente, alguien tocó la puerta para pasar.
Souya: ¿Ah, será mamá?
Nahoya: ¿Adelante?
Abuela Shuu: Hola, pequeños -dijo la mujer entrando.
Nahoya: S... Señora Shuu -dijo nervioso-. Hola.
Abuela Shuu: Es grato ver que ambos tienen una buena recuperación.
Abuelo Tohru: Queríamos venir a agradecerles a ambos por hacer entrar en razón a nuestro nieto. Actuó tontamente, pero él no quería que sus padres o ustedes estuvieran en peligro.
Souya: -Miró a su gemelo- Te lo dije, hermano.
Abuela Shuu: Les trajimos un pequeño presente como agradecimiento a ustedes y a su padre, quien nos salvó.
Nahoya: Así que es cierto que papá lo hizo.
Souya: Tampoco lo creí a la primera.
Yuki: Oigan, pero no soy tan débil.
Nahoya y Souya: -Se miraron el uno al otro- Aja.
Yuki: Qué crueles son.
Abuelo Shuu: Joven Kawata, muchas gracias.
Abuelo Tohru: Gracias -dijo haciendo una reverencia.
Yuki: Ahhh, no, no, no bajen la cabeza. Fue un placer ayudarlos -dijo, avergonzado.
Abuela Shuu: Yasuhiro vendrá pronto. Espero que puedan perdonar sus errores.
Nahoya: Trataré.
Souya: -Miró a su hermano molesto- Él tenía sus razones y no las sabíamos.
Yuki: Disculpen, mis hijos siguen atontados por los medicamentos -dijo mirando a ambos.
Los ancianos se despidieron y se fueron a su hogar. Los gemelos seguían descansando hasta que Hakkai y Mitsuya llegaron a visitarlos. Conversaron un rato, ya que ambos también estaban en el hospital. Mitsuya se asustó un poco al ver a la madre Kawata, pues, sin duda, su enojo daba mucho miedo..
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𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓒𝓻𝓪𝓴𝓬𝓼
Fanfiction¿Sabe lo mejor de los corazones rotos? Que solo pueden romperse de verdad una vez. Lo demás son rasguños (Carlos Ruiz Zafón) No hay nada como el primer amor, ese que nos eleva a lo más alto. La caída es tan fuerte que, cuando nos recuperamos, ya nad...
