𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟕

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Souya: Pareces Mikey, que después de comer se queda dormido -dijo, cargando a su hermano en la espalda-.

Nahoya: -este apenas despertaba del todo- La espalda de Muto es muy cómoda -dijo, abrazando más a su hermano, para luego volver a dormirse-.

Souya: -este sonreía un poco- Y niegas estar enamorado, ¿eh, Naho?

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Muto trabajaba incansablemente, esforzándose al máximo para salir adelante. El lugar en el que se encontraba ahora era tranquilo, y su abuela Shuu se alegraba de que su nieto estuviera alejado de las pandillas. Su abuelo Thoru, por otro lado, sabía que el futuro de Muto brillaba más como luchador de judo, aunque su esposa le decía que él podía hacer lo que realmente lo hiciera feliz, ya que estarían ahí para apoyarlo en cualquier camino que eligiera.

Por otro lado, Nahoya le había declarado sus sentimientos a Muto, algo que lo tomó por sorpresa. Bueno, sorpresa para ambos, ya que Muto, sonrojado y algo avergonzado, correspondió a los sentimientos del Kawata.

Y allí estaban, preguntándose: ¿Qué sigue ahora? Ambos se prepararon para un posible rechazo, pero fue todo lo contrario. Los sentimientos eran mutuos y correspondidos. Pero, ¿qué venía después? No hubo una típica pregunta como "¿Quieres ser mi pareja?" o "¿Quieres salir conmigo?". No, simplemente expresaron sus sentimientos, para luego decirse "nos vemos luego" y cada uno se fue por su lado.

Actualmente, Muto lo había decidido: las cosas serían formales. Como Nahoya había sido quien se confesó primero, lo correcto era que él ahora le preguntara si quería ser su pareja. Todo estaba planeado. No había hablado con nadie más que con sus abuelos, y eso ya era suficiente para sentirse avergonzado. No era fácil pedir ayuda para organizar una cita con la persona que te gustaba. Pero lo había logrado, tenía los planes hechos, y nada podría salir mal.

Nada, NADA debería haber salido mal, pero comenzaba a notar cómo su plan se iba derrumbando poco a poco. El clima había cambiado abruptamente. Ya no era ese día soleado perfecto para llevar a Nahoya al parque de diversiones, ahora se enfrentaban a un día lluvioso que se detenía solo por momentos.

A pesar de todo, el plan de ir a la cafetería seguía en pie, y aprovecharon los ratos en los que la lluvia cesaba, o cuando era solo una ligera brisa, para llegar a su destino.

Nahoya, ante los ojos de Muto, seguía viéndose tan maravilloso como siempre. Aunque debía admitir que lo veía aún más encantador con esa ropa casual, tan abrigado por el frío.

Muto: —No esperaba que el clima cambiara tan de repente.

Era cierto, ese maldito clima impredecible. Toda la semana había estado soleada, con solo algunos días nublados, pero la lluvia nunca llegó... hasta el día que se suponía que debía ser perfecto.

𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓒𝓻𝓪𝓴𝓬𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora