𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

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Kazuo y Aiko, padres de Muto Yasuhiro, se conocieron siendo jóvenes

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Kazuo y Aiko, padres de Muto Yasuhiro, se conocieron siendo jóvenes. Como suele suceder a esa edad, su conexión fue inmediata y apasionada, y al unir sus marcas surgió un hermoso color azul, símbolo de su unión. Kazuo era un hombre serio y reservado, mientras que Aiko era una mujer hermosa y llena de serenidad. Juntos, el 28 de abril de 1987, dieron la bienvenida a su primer hijo. Llenos de ilusión y felicidad, recibieron a su pequeño, quien heredó los ojos de su madre y algunas actitudes de su padre.

Desde temprana edad, Yasuhiro fue introducido al mundo de las artes marciales, específicamente el judo, ya que su padre era un competidor experimentado. Kazuo, con su naturaleza perfeccionista, veía en el entrenamiento una forma de fortalecer el carácter y las habilidades de su hijo.

El nombre Yasuhiro fue escogido por su madre, inspirado por sus propios abuelos maternos. "Yasu" significa paz, serenidad, y calma, mientras que "Hiro" alude a algo amplio y grandioso. Kazuo respetó el deseo de su esposa, aceptando el nombre con orgullo.

Por un tiempo, los tres vivieron momentos de verdadera felicidad. Yasuhiro, desde pequeño, demostró ser un niño sereno y maduro para su edad. La presencia constante y amorosa de su madre le ofrecía apoyo y ternura, mientras que su padre mantenía una relación más distante y estricta. Cuando Yasuhiro cumplió seis años, Kazuo decidió inscribirlo en su primera competencia de judo. Para él, aquello no solo era una forma de demostrar las habilidades de su hijo, sino también una prueba de su fortaleza y capacidad. Yasuhiro no decepcionó, ganando con determinación y disciplina.

Sin embargo, la armonía en el hogar no siempre era constante. Durante una cena familiar, Yasuhiro cometió un error común en los niños: apoyó sus codos sobre la mesa. Este gesto, aparentemente trivial, irritó profundamente a su padre, quien tenía un temperamento severo. Aiko intentó detener a Kazuo, sabiendo lo impulsivo que podía ser, pero no lo logró. Kazuo golpeó a Yasuhiro, y al intentar hacerlo nuevamente, fue detenido por su esposa, quien se interpuso, enfadada, para proteger a su hijo.

En medio de la discusión, Yasuhiro encontró consuelo en el cálido abrazo de su madre, pero aquel momento dejó una marca en su corazón. Desde muy pequeño, comenzó a guardar resentimiento hacia su padre, pues sentía que nunca era suficiente a sus ojos. A pesar de sus esfuerzos, Kazuo siempre parecía verlo de menos. Con el tiempo, Yasuhiro descubriría las razones detrás del comportamiento de su padre, pero en aquel momento, el odio y el dolor eran lo único que sentía.

Kazuo estaba en la habitación, empacando sus cosas con movimientos rápidos y decididos.

Aiko: ¡¿Cómo puedes hacernos esto?!

Kazuo: —Deja de llorar, Aiko. De todas formas, esto no iba a funcionar. Mira tu marca y la mía, ya está rota.

Aiko: ¡Sí, se rompió porque decidiste irte con otra! ¡El esfuerzo que hice yo, el esfuerzo que hacía Yasuhiro! Él siempre quiso que estuvieras orgulloso de él.

𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓒𝓻𝓪𝓴𝓬𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora