Era de noche.
Ella. Sofía estaba junto a mi, dormía, sabía que lo hacía por los pequeños suspiros que salían de su boca.
Entendí que ella estaba tan cansada. Solo habían pasado unos quince minutos desde que nos acostamos y pude verla abrir sus ojos. Asustada. Con miedo.
Sus pequeños sollozos comenzaron a retumbar por la habitación y por mis oídos sensibles.
¿Ella..? ¿Ella estaba bien?
Lentamente me acerqué a ella, buscando su calor, quería que se sintiera bien, no me gustaba verla triste. Era como sentir un cuchillo traspasar cada parte de mi cuerpo.
Estos últimos días ella había estado muy distante.
Ella estaba triste.
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I. Madrugadas
Genç KurguSofia siempre llora en la madrugada. Valentina quiere saber el por qué. Publicado de nuevo!