4. La clase

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DAMMY P.O.V.

RING RING RING

El timbre de regreso a las aulas suena insistente, a pesar de que todos ya nos encontramos sentaditos en las aulas

"Debería haber traído otro martillo para el timbre." Pensé teniendo otra vez esos deseos asesinos ¡Es que los timbres con sonidos irritantes me desesperan! Hablamdo de eso, deberé comprarme un despertador nuevo, y uno que sea martillo-resistente. Qué coraje.

--¡Hic! --escucho un hipo conocido, muuuy conocido. Volteo a ver y me encuentro con Jack desviando rápidamente la mirada. Varias veces lo he pillado mirándome ¿Por qué será?

CLANG

La puerta es abierta por un Oval, ayudante de los profesores. Con pisadas seguras, una mascarilla amarilla, una camisa verde a cuadros, un pantalón café oscuro y unos lustrosos zapatos negros, el profe Jeremy hace su entrada. Va con unos bonitos lentes café oscuro y una sonrisa radiante, característica de él. El profe Jeremy entra al salón, campante. Todos nos paramos de nuestros asientos y saludamos:

--Muy buenas tardes, Ing. Jeremy Jiménez --decimos todos al unísono

El profe asiente con la cabeza, correspondiendo nuestro saludo. Varios suspiros se escucharon alrededor, el profe Jeremy es el sugar daddy de varias chicas de la clase. Jack y yo nos lanzamos unas miradas rápidas.

"¿No les ha pasado que con alguien llevan tanto tiempo de amistad que solo con las miradas se pueden decir muchas cosas? Pues a mi sí, es como telepatía"

Pienso sonriente, lo más cercano que estoy a ser una especie de superheroína es tener telepatía, pero solo con Jack. Bueno, algo es algo. El profe lleva bajo su brazo unos cuantos libros (sobre Lenguaje, obviamente), y se dirige directo a su escritorio.

PAM

Los libros resuenan cuando chocan contra el escritorio. Proveniente de Ecuador, Jeremy es un joven veinteañero de gran carisma y que siempre lleva una sonrisa. Todos en el grado seguimos parados juntito a nuestras bancas. El profe nos mira con sus profundos ojos café oscuro.

--Muuuy bien. Ya pueden sentarse --ordena el profe, al fin pudiendo sentarnos en nuestras respectivas bancas.

Todos nos quedamos sentados y mirando seriamente al profe, a lo que él también nos mira muy serio. Y seguimos así por unos segundos, en un tenso silencio, mismo que es roto por un bufido seguido por la sonora carcajada del profe Jeremy, a lo que todos en el salón también nos reímos

--¡JAJAJA! ¿Por qué tan serios? ¡¿Ing. Jeremy Jiménez?! ¡Me hacen sentir viejo! ¡Hablen normal! Después de todo ¡ustedes son mis panas! --exclama el profe, sacándose la mascarilla, con un tono divertido y simpático. Él es así, todo un profesor cool.

--¡Ey, profe! ¿Cierto que hoy hay trabajo en grupo? --grita Julián, el lisiado de la clase, Alias Frutita (ya que a todos les pone apodos de fruta, o verduras o plantas, pero más de frutas).

--Afirmativo, July. Lamentablemente la Miss. Andrea me ordenó exclusivamente que esa sea la clase de hoy --confesó el profe Jeremy con una tristeza fingida.

Todos en el curso, sin excepción, nos quejamos. A nadie, para nada, le gusta el trabajo en equipo ¡¡Es muy latoso!!

--Ah! Y yo me encargaré de escoger sus parejas --añadió el profe Jeremy mientras se reclina en su silla.

Otro "Aaaajjj" se escuchó por todo el curso. Genial, no podremos escoger nuestras parejas, ahora deberemos esperar que la pareja que nos toque sea por lo menos un poquito responsable. Ese es el problema común cuando toca trabajo en equipo: no sabes si el otro también colaborara en el trabajo o si tú te tendrás que encargar de todo solo.

La vida de una superheroínaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora